Clarín, 20/12/2019
Alberto Ángel Fernández
decretó la intervención de la AFI, la Agencia Federal de Inteligencia, resolvió
destinar parte de los fondos reservados de la ex SIDE al "Consejo Federal
Argentina contra el Hambre" y designar a cargo de este proceso a la fiscal
Cristina Caamaño, una adherente al kirchnerismo que preside la agrupación
"Justicia Legítima".
“Será la interventora de la
AFI por 180 días”, explicó el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero “Lo primero
será volver atrás con la reforma de Macri; que volvió a instalar los fondos
reservados. Queremos hacer transparentes esos fondos reservados; que sean
consecuentes con tareas específicas y entendidas por la nueva conducción”.
El perfil que pretendía el
Presidente era el de una mujer, dura y que ingrese en el icónico edificio de
los espías sobre la calle 25 de Mayo en modo Kamikaze. La sede principal de la
AFI está en un edificio a metros de la Casa Rosada y cuenta con otras sedes:
para intervenir allí y hacer cirugía mayor en la casa de los espías argentinos,
la elección cayó sobre una kirchnerista convencida, que enfrentó al fiscal José
María Campagnoli y que defendió a la Procuradora General de Cristina, Alejandra
Gils Carbó.
La paradoja es que mucho de
este proceso de intervención de la AFI pasó por la cabeza de Gustavo Béliz, el
flamante Secretario de Asuntos Estratégicos, uno de los hombres de mayor
confianza de Alberto Fernández pero que fuera eyectado del Gabinete de Néstor
Kirchner cuando se enfrentó al espía más mentado de la SIDE: Jaime Stiuso.
En 2004, el jovencísimo
ministro de Justicia mostró en el programa televisivo de Mariano Grondona el
rostro de Stiuso y eso lo obligó a presentar su renuncia ante el entonces
presidente Kirchner.
Las paradojas del tiempo
llevan a que Béliz sea hoy uno de los ideólogos de la intervención a la
Inteligencia argentina luego de protagonizar ese duro duelo contra Stiuso. Otra
paradoja es que el lugar de interventora sea para una cristinista pura, bien
distinto al espíritu del flamante Secretario de Asuntos Estratégicos.
Sin embargo, ayer Cafiero
dijo que “no se piensa en una disolución. No sabemos la dotación de la AFI”.
Ella fue quien reemplazó a
José María Campagnoli cuando fue apartado del cargo de fiscal durante un
singular juicio político que ni siquiera se terminó, después de que avanzara
mucho más rápido que el juez Casanello en la investigación de las cuentas
offshore de Lázaro Báez y la ruta del dinero K.
Cristina Caamaño -mujer del
riñón de CFK- fue, durante los últimos años, una fuerte crítica del accionar de
la Justicia en los años del macrismo.
Según Caamaño,
"Justicia Legítima fue demonizada. Cuando empezamos a hablar de falta de
transparencia, del poco acceso a la Justicia pero siempre promoviendo la
independencia, fuimos demonizados", subrayó. Y agregó: "Nos dijeron
kirchneristas como si fuera un insulto".
Y agregó: "Se demonizó
la palabra garantismo, cuando debería ser una de las palabras más bellas.
Significa que estamos con la Constitución".
Con la designación de Camaño,
la agrupación judicial kirchnerista "Justicia Legítima" suma un nuevo
lugar destacado: ya fue elegido el fiscal Félix Crous como titular de la
Oficina Anticorrupción.
Además, en 2015 Caamaño fue
puesta a cargo de las escuchas telefónicas por orden de la procuradora General
Alejandra Gils Carbó.
Ya con el macrismo en el
Gobierno, Caamaño criticó la difusión de las escuchas de Cristina Kirchner con
Oscar Parrilli, ordenadas por un juez: “Las filtraciones siempre van por
arriba, nunca por abajo. Ningún empleado va a poner en riesgo su trabajo por
filtrar una escucha ilegal”. Y afirmó que cuando la Procuración a cargo de Gils
Carbó estuvo a cargo de las escuchas, no se produjo ninguna filtración, en
cambio después de que pasaron bajo la órbita de la Corte trascendió la primera
escucha a la expresidenta Cristina Fernández.
Respecto a ese caso, la
fiscal federal advirtió que en lugar de denunciar a la expresidenta
"porque dice malas palabras" habría que investigar cómo se filtró el
audio, ya que esas maniobras ilegales representan un "peligro".
La Fiscal Nacional Cristina
Camaño, quien estuvo al frente de la Oficina de Observaciones Judiciales
encargada de las escuchas, dijo que la Corte Suprema se preocupó tarde del
"festival de filtraciones" y cuestionó que no definiera sanciones.
"Las escuchas no se filtran por abajo, se filtran por arriba. No se trata
de un empleado infiel; son los jueces o la AFI [...] Mientras estuvimos a cargo
de la oficina nunca tuvimos ninguna filtración y fue por una fuerte cadena de
justicia. Ni bien nos fuimos empezaron las filtraciones" señaló Además,
para la fiscal de Justicia Legítima, aseguró que “hay que reformar la
Constitución, hay que democratizar la Justicia, hacer ingresos democráticos,
evitar las presiones” y que “si queremos disminuir el poder de Comodoro Py
habría que ampliarlo. En lugar de 12 jueces y 12 fiscales federales, si fueran,
no se, 48, no todas le caerían a Bonadio. Más sería más democrático”.
Cristina Camaño quedó, tras
la creación de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) en 2015, tuvo a su
cargo el Departamento de Intercepción y Captación de las Comunicaciones
(DICOM), y aseveró que durante su gestión "no hubo ninguna filtración
porque había un control muy estricto".
Luego de abandonar ese
cargo, cargó contra el Director de Captación de Comunicaciones del Poder
Judicial es Juan Tomás Rodríguez Ponte, que antes fue secretario del juez Lijo.
"Son ellos los que tienen que dar una explicación, pero además, tienen que
investigar cómo se realizó esta filtración. Con todo en contra, nosotros jamás
tuvimos una filtración", agregó la fiscal.
“El caso D´Alessio demostró
cómo los servicios operaron en la Justicia. Con la disolución de la ex side y
la creación de la AFI (en 2014), se transparentaron gastos reservados y se
formó la escuela de inteligencia. Hoy no sabemos cuáles son los planes de
estudio ni qué formación tienen, ni quiénes estudian”, dijo Cafiero.