Alfredo Nobre Leite
La Prensa, 22.01.2020
Llama la atención la comparación que hace
Carlos Alberto Montaner, en su artículo "El fin de la tiranía
cubana", expresando que "Cuba y España, o el castrismo y el
franquismo, tienen grandes diferencias, pero se asemejan al menos en un
aspecto: ambas sociedades han vivido de manera creciente totalmente de espaldas
al discurso oficial,,,; (y) "Adolfo Suárez... Era un joven que había
trepado hasta los puestos principales del régimen mediante los recursos
habituales que dejaba la dictadura de Franco: la simulación y la doble
moral" (sic).
Lo que autor opinante no puede ignorar son los
orígenes de la trágica guerra civil española (1936/1939), salvando Franco que
España se transformara en un soviet, con la complicidad y traición de
republicanos y socialistas. La génesis de esos acontecimientos nos dice que en
el marco del "ensayo, felizmente fracasado, de Alemania de 1918 dirigido
por Hugo Haase, que tuvo mejor realización en la República roja de Baviera,
fueron orgías de sangre y bestialidades desenfrenadas; se pretendió repetir el
ensayo bolchevique en España, tras las elecciones del 23 de abril de 1931,
abdicando Alfonso XIII, y sumiendo a España en una inestabilidad anárquica, con
asesinatos de figuras relevantes monárquicas y republicanas, siendo los prolegómenos
de la terrible guerra civil.
Las atrocidades comenzaron en Asturias con un
conato de separación de la nación española, asesinatos de religiosos y
religiosas, la creación de moneda propia. En el ensayo bolchevique en España,
iniciado en 1936, se apoderaron de Madrid y partes de las provincias hispanas,
asesinando más de 16.000 sacerdotes, religiosas y doce obispos.
Francisco Franco tuvo el mérito de haber
salvado a España, para su bien, y para la gloria de Dios, por tratarse de un
complot masónico. Su claro y noble propósito evitó que fuera un soviet. Basta
analizar lo que pasó en Europa oriental, tras la Segunda Guerra Mundial, para
percatarse de la obra que emprendió, con el sacrificio heroico de una gran
mayoría hispana que luchó con el estandarte de la Cruz de Cristo, y para
escarnio de republicanos que enviaron a Moscú 515 toneladas de oro español (el
26 de octubre de 1936), seguramente en pago de armas, que nunca fueron
devueltas a España. ¡O se trató de una traición republicana y socialista!
En una entrevista realizada el 26 de noviembre
de 1937, con el periodista y escritor Ricardo Saénz, representante del diario
"La Prensa", el generalísimo Francisco Franco, expresó, entre
otros conceptos: "...Contra la
patria, no caben libertades, dentro de ellas, todas serán fomentadas"; en
referencia a las libertades esenciales, naturales, indestructibles, como la
libertad religiosa y de pensamiento" (*).
Es oportuno consignar que el rey Juan Carlos,
designado por Franco como su sucesor, juró cumplir con los estatutos del Estado
Nacional Católico erigido por el Generalísimo Francisco Franco, después del
triunfo militar, que traicionó Juan Carlos, tras la muerte Franco, cometiendo
perjurio.
Apreciaría que Montaner tome debida nota de lo
expuesto, evitando comentarios que dan de bruces con la verdad histórica sobre
la trágica guerra civil española, y cómo Franco salvó al Reino de España de ser
un nuevo soviet.
(*) Ver "La Prensa", pág. 8, del
20.11.15.