Marcelo Canton
Clarín, 11-10-14
La cuestión son las
importaciones, y cómo afectan el ritmo de la economía. Lo que pesan son las
reservas, que no paran de gotear: ayer cerraron a US$ 27.615 millones , cuando
hace menos de 10 días el Central, entonces comandado por Juan Carlos Fábrega,
juraba que no dejaría que cruzaran la barreras de US$ 28.000 millones.
Esta semana, el BCRA
liberó dólares a los importadores casi con normalidad.
“Pero fue porque hubo
casi un feriado cambiario, por la presión que están metiendo al contado con
liqui, que frenó todos los pedidos de importación”, dicen los operadores.
Las automotrices y
los fabricantes de electrónica de Tierra del Fuego tienen un sistema
particular, que les libera 25 y 30 millones de dólares semanales,
respectivamente. Esta semana los recibieron con regularidad. “ Pero ese régimen
se termina la semana próxima, y no sabemos cómo va a seguir”, coinciden en esos
dos sectores.
Hoy lo que reciben es
alrededor de la mitad de los dólares que necesitan para operar con normalidad.
“Menos dólares es menos piezas para armar televisores o autos; en última
instancia es menos actividad”, dicen. Los datos lo demuestran: después de las
suspensiones y recortes de personal que aplicaron las automotrices, esta semana
la UOM denunció
3.000 despidos en Tierra del Fuego.
La semana que viene
aparece en el escenario otra definición que preocupa a los importadores. Dos de
las mayores navieras del mundo, Maersk y Hamburg Süd, les dijeron a sus
clientes argentinos que a partir del próximo miércoles no aceptarán más pagos
en pesos y en el país. Ahora los importadores (también los exportadores)
deberán pagarles en el exterior, y en dólares. Hay una más, de las cinco
grandes navieras del mundo, que estaría a punto de tomar la misma decisión. “El
Gobierno tiene que tomar cartas en el asunto, ¿cómo vamos a pagar los fletes si
no nos dan los dólares?”, se preguntaba anoche preocupado un empresario del
sector.
Es que las compañías
argentinas están acumulando deudas importantes con sus proveedores en el
exterior, por falta de dólares para pagarles. Además de los 5.200 o 5.500
millones de dólares por importaciones no canceladas (la mitad, autos), ahora se
suman servicios que tampoco se están pagando: seguros, royalties, patentes. Ese
es el problema con los fletes. O con los pasajes de avión, por caso.
Un último interrogante,
este con un plazo algo más largo. “ En 60 días, aproximadamente, el ente
estatal de garantías de las exportaciones chinas nos saca de su listado por la
falta de pago -explica un hombre que pesa en el sector-. Cuando eso pase, traer
insumos desde allí se hará muy complejo. Hoy ya le están pidiendo a algunas
empresas chicas que paguen por anticipado o al contado. Eso se va a extender”.
Habrá menos piezas, es su diagnóstico. Y menos actividad. Y menos empleo. El
dilema del dólar, en alta tensión.