Por Héctor GIULIANO
(10.10.2015)
En el marco de la
nueva crisis de deuda que vive la Argentina, la administración Kirchner viene multiplicando
en las postrimerías de su gestión un aumento de las obligaciones del Estado que
agrava y acelera esta crisis, y que potencia a la vez la pesada herencia
financiera que le transmite al próximo gobierno.
La política de
re-endeudamiento y toma de nueva deuda deviene así la forma en que el gobierno “compra”
su tiempo de supervivencia financiera y política, tratando que los efectos
recaigan sobre la futura administración electa el 25.10. Y estos tiempos se
aceleran porque el tiempo es función de la acción.
En una semana, el
gobierno K ha formalizado toda una serie de operaciones de endeudamiento con el
objeto primario de seguir cubriendo los vencimientos de deuda con más deuda y
de sostener el déficit fiscal creciente con más endeudamiento público.
VENCIMIENTO DE LOS BODEN
2015
El lunes 5.10 se pagó
el Boden 15, bono que la administración de Néstor Kirchner emitiera en 2005,
que fuera comprado por el gobierno Chávez de Venezuela y enseguida revendido en
el mercado secundario.
Según la información
oficial del Ministerio de Economía (MECON), se abonaron 5.900 MD (Millones de
Dólares) – 5.700 por capital y 200 por intereses – lo que determinó una caída
de las reservas internacionales (RI) del Banco Central (BCRA) en unos 4.700 MD,
debido a que el 60 % de los fondos (unos 3.500 MD) fueron girados
inmediatamente al exterior y además se registraron ese día otras salidas de
divisas por movimientos varios (como pago de importaciones y, antes,
vencimiento de otro bono en moneda extranjera - de la provincia de Buenos Aires
- por 800 MD más).
La tasa de interés
nominal del Boden 15 era del 7 % pero en su momento (al 2005) fueron colocados
bajo la par, con un rendimiento para el tomador del orden del 15 % anual.
El peso de la fuerte
caída de reservas producida por el pago de este bono – dado que no se pudo
lograr el canje o refinanciación automática de los títulos debido a la reticencia
de los compradores – forzó el desdoblamiento de la operación haciendo que el
Estado Argentino pagase todo al contado (capital e intereses) y luego intentase
reponer las divisas mediante la colocación de nuevas deudas.
NUEVO BONO BONAR 2020
Al día siguiente del
vencimiento del Boden 15 el MECON colocó 669 MD del nuevo bono en dólares Bonar
2020.
Si bien la licitación
era por 500 MD, se aspiraba conseguir ofertas por 1.500 MD – es común que las
licitaciones de bonos se hagan por montos mucho menores a los finalmente
aceptados (entre otras razones, para poder mostrar luego suscripciones mayores
a las “esperadas” como forma de exhibir supuesta confianza de los mercados) –
pero en este caso los ofrecimientos fueron de 813 MD y de ellos se terminaron
aceptando los 669 citados.
El bono paga una tasa
de interés en dólares altísima, del 8 % anual, que es incluso un punto más cara
que la del Boden 15 y que se acerca así a la tasa del 8.28 % que pagan los
Discount emitidos en el Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005-2010.
Con el agravante que,
como el Bonar 2020 se colocó bajo la par – precio de corte al 95.2 % de su
valor nominal – el rendimiento al comprador resulta del 9.4 %.
Es decir, que después
de 10 años del supuestamente exitoso Megacanje K – hecho bajo condiciones de
default generalizado – el mismo gobierno vuelve a tomar deuda en moneda
extranjera a la misma o mayor tasa.
El nuevo bono es a 5
años de plazo, con amortización de capital íntegra al vencimiento (bullet) y pago semestral de los intereses.
Si bien la identidad
de los adquirentes es secreta – nunca se da a publicidad la identificación de
los compradores de títulos públicos – trascendió que una gran parte de las
compras (entre el 30 y el 50 %, según las versiones) habría sido hecha por la
ANSES, que administra la plata de los jubilados.
NUEVO BONO BONAR
2017.
Al día subsiguiente
del vencimiento del Boden 15 el MECON colocó un segundo bono: el Bonar 2017
B+300.
Esta sigla significa
que el título – que es en pesos – devenga una tasa de interés variable Badlar
más 300 puntos básicos, esto es, 3 puntos porcentuales de interés por encima de
dicha tasa.
La Badlar es la tasa
mayorista interbancaria por depósitos superiores al millón de pesos colocados a
plazo fijo a 30-35 días y el gobierno toma como referencia para el pago la tasa
de interés Badlar Bancos Privados (actualmente del 21.63 %), que es mayor a la
Badlar Total Bancos (20.75 %), que es la que incluye también la tasa de los
Bancos Públicos (17.56 %).
Lógicamente, estos
diferenciales de tasa tienen fuerte incidencia en los pagos de servicios en
función de los grandes montos colocados por el Estado.
En este caso, la
Badlar Bancos Privados más 3 % resultó – al momento de la colocación del Bonar
17 – del 24.72 %, lo que significa que en 2 años se pagarán intereses por el
equivalente a la mitad del importe colocado.
Estos intereses se
pagan en forma trimestral y el primer cupón se abona el 9.1.16.
El gobierno –
siguiendo la regla antes comentada – licitó un monto de 3.000 M$ (Millones de
Pesos), obtuvo ofertas por 11.200 y terminó colocando 8.300 M$.
El precio de corte -
poco por debajo de la par – fue de 99.40 $ por cada 100 y el plazo del bono es
a 2 años, bullet, con fecha de vencimiento el 9.10.17.
NUEVO BONAD 2017.
El 8.10 el MECON
también colocó el título Bonad 2017, un bono en pesos indexado por tipo de
cambio (dóllar-linked) con vencimiento en Junio de ese año (plazo algo menor al
bienio: Junio de 2017), bullet y tasa de interés 0.75 % sobre el valor ajustado
del capital o principal de la deuda.
El bono se suscribe y
paga en pesos pero vinculado a la evolución del dólar - como seguro de cambio -
más el interés correspondiente.
Se licitó por valor
de 500 MD pero las ofertas fueron de 446 y se terminaron aceptando 385 MD
(aproximadamente 4.200 M$), con precio de corte 116.30 $ por cada 100.
El pago de intereses
es semestral, cayendo la primera cuota el 9.4.16.
PRÉSTAMOS DE
ORGANISMOS INTERNACIONALES.
El día 8.10 el MECON
informó también la aprobación de créditos por 1.500 MD por parte del Banco
Mundial (BM) para la Argentina, para ser aplicados este año a 7 proyectos.
Estos préstamos se
dan en el marco del nuevo programa de Estrategia de Alianza País (EAP)
2015-2018 - firmado en Setiembre de 2014 - por un monto total de 5.000 MD.
El comunicado del BM
habla, en realidad, de dos préstamos, uno para Salud y otro para Energías
Renovables, por valor de 350 y 200 MD respectivamente.
Una versión
periodística (Clarín, 10.10) desmentía la información oficial de los 1.500 MD,
diciendo que se trata no de un tramo extra sino de préstamos ya aprobados y en
curso; y no por 1.500 sino por 550 MD.
De todos modos, el
gobierno Kirchner ha suscripto en los últimos meses paquetes de acuerdos
plurianuales de este tipo también con el Banco Interamericano de Desarrollo
(BID) y con la Corporación Andina de Fomento (CAF).
Como pasa con muchos
de los préstamos de estos organismos financieros internacionales, es muy
discutible el hecho que una parte de los mismos – que se otorgan obviamente en
moneda extranjera – se utilice para pagar erogaciones locales en pesos (caso
caminos, rutas, hidrovías, desarrollo rural y urbano, obras de saneamiento,
hospitales, etc.) con el agravante que se utilizan incluso para financiar
Planes Sociales.
No se conoce la
capacidad demostrada de repago de estos préstamos, que se renuevan
permanentemente sobre la base de una relación entre concesiones y reembolsos.
DEUDA POR CEDIN Y
BAADE.
Paralelamente a la
colocación de bonos convencionales, la administración Kirchner mantiene abierta
indefinidamente la puerta al blanqueo de capitales, que implica no sólo la
anomalía de una alternativa permanente de condonación de la evasión fiscal sino
también un premio a los evasores a través de la renta percibida con la toma de
títulos públicos.
DEUDA DEL BCRA.
Un capítulo tanto o
más graves que el aumento de la deuda del Tesoro Nacional es el paralelo
sobre-endeudamiento también del Banco Central.
La situación
financiera del BCRA – a la que ya nos referimos en numerosas oportunidades – es
crítica, desde el punto de vista que el banco (como la Tesorería) no tiene
solvencia ni liquidez para poder afrontar sus pasivos ni recuperar sus
acreencias:
a) Según
el Balance resumido al 30.9 pasado las reservas internacionales brutas – 33.300
MD – quedan reducidas a sólo 10.400 MD de reservas propias cuando se le restan
los 7.400 MD de encajes bancarios en moneda extranjera y los 15.500 MD de Otros
Pasivos (constituidos fundamentalmente por el swap con China y préstamos del
Banco Central de Francia y el BIS de Basilea).
b) Al
Banco Popular de China se le deben hoy 11.000 MD por el swap o pase de monedas
en curso – que ya ha sido utilizado en su totalidad y que se trata de préstamo
financiero a corto plazo (12 meses) y
tasa de interés 6-7 %. Y en este momento se negocia una ampliación el mismo por
otros 2.000 MD.
c) Las
reservas del BCRA se sostienen con deuda en moneda extranjera y comprando
divisas con deuda en pesos, a través del mecanismo de Lebac/Nobac, que son
también títulos a corto plazo con altas tasas de interés (del orden del 28-30 %
anual). El stock de estas letras es actualmente de 369.000 M$ (equivalentes a
39.200 MD) y su renovación continua, todas las semanas, significa el costo que
el banco paga por absorber el mismo dinero que emite para comprar reservas, el
servicio al capital financiero que presta al mantener elevadas las tasas de
interés de plaza y el subsidio a los fondos ociosos del sistema bancario.
d) El
BCRA tiene el 65 % de su Activo – 99.100 MD – prestado al Tesoro, básicamente
para que éste pague deuda externa y financie el déficit fiscal creciente:
68.100 MD que están constituidos por Letras Intransferibles recibidas como
“vales de Caja” contra retiro de reservas para el pago de la deuda extranjera y
31.000 MD (en pesos) son Adelantos Transitorios para sostener parte del déficit
fiscal con emisión monetaria.
e) Las
letras intransferibles – a diez años de plazo – empiezan a vencer a partir del
3.1.16. La primera corresponde al pago de los 9.580 MD al FMI en Enero de 2006 y
ya está previsto y autorizado que se renueve con otro documento similar.
En
todos los casos, no existe posibilidad de que el Tesoro pueda devolver los
fondos prestados al BCRA ni que éste pueda cancelar sus pasivos por deudas en
moneda extranjera y en pesos, como no sea tomando nuevas deudas.
Puede
darse, como alternativa, que el gobierno vaya reemplazando paulatinamente la
toma de deuda por parte del BCRA por deuda directa del Tesoro, que convierta
así – total o parcialmente – la masa de deuda de las Lebac/Nobac en deuda del
Fisco, bajo Letras del Tesoro u otros títulos públicos a más largo plazo, o
cualquier otra variante; pero todas ellas implican lo mismo: más deuda.
DEUDA PÚBLICA DE LAS
PROVINCIAS.
Otro rubro relevante
de deuda pública es el que corresponde a las provincias, muchas de las cuales
están fuertemente endeudadas – CABA, Buenos Aires, Córdoba, Chaco, Entre Ríos,
Jujuy, Mendoza y Neuquén – afrontando vencimientos con emisión de nuevas deudas
y buscando colocar deuda adicional en el mercado local e internacional.
Recientes vencimientos
de deudas provinciales internas y externas, recolocaciones de deuda a tasas
elevadas y negociaciones en curso para un aumento adicional del stock de las
mismas auguran con base cierta la nueva ola de endeudamiento que abarca también
a los estados subnacionales (provincias/municipios).
La deuda consolidada
de las provincias no está actualizada: el último informe del MECON es al
30.6.14 y daba entonces un total de 182.000 M$ (equivalente entonces a unos
22-23.000 MD) pero se desconoce a cuánto asciende en la actualidad (lo mismo
que la deuda pública del Estado Central, cuya última información es al
31.12.14).
DEUDA PÚBLICA
NACIONAL
Por falta de
información oficial al respecto, no se pueden consignar aquí – ni siquiera por
aproximación – los montos de endeudamiento correspondientes a Empresas del
Estado, Organismos Nacionales, Fondos Fiduciarios, Municipios del país y
Juicios contra el Estado con sentencia en firme.
DEUDA CON LOS
HOLDOUTS.
Si bien el MECON – en
su último Informe de Deuda Pública, al 31.12.14 – consigna que la deuda con los
bonistas que no entraron en el Megacanje 2005-2010 suma entre capital e
intereses 11.600 MD, estimaciones realistas elevan esta cifra a 20-30.000 MD,
contando capital, intereses acumulados, punitorios, honorarios y gastos.
El desacato argentino
ante el fallo Griesa agrava cada día la situación legal y financiera del país,
por lo que las cuentas a pagar están creciendo en forma relevante.
La cuestión de los
holdouts es un derivado del Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005-2010 – que
dejara miles de millones en bonos afuera porque se trataba de un “canje
voluntario” e incompleto - de la conformidad del gobierno K con los intereses
de los acreedores al no cuestionar la legitimidad de las acreencias ni la
condición de los tenedores; y de las
propias torpezas y contradicciones técnicas y políticas de su administración,
como la Ley Cerrojo 26.017 y su desubicación frente a los tribunales cuya
jurisdicción aceptara.
Tal como están las
cosas, los totales a pagar por la cuestión de los holdouts – que se siguen
acumulando - amenazan llevar a una nueva
reestructuración de deuda argentina, fácticamente a cargo del mediador Pollack.
Hasta aquí el cuadro
resumido de situación de las novedades relevantes producidas durante la semana
que pasó y los datos de referencia sobre el contexto de endeudamiento
generalizado del Estado que deja la administración Kirchner.
Estos son los hechos
y las realidades frente al mito oficial del des-endeudamiento público, que el
gobierno trata porfiadamente de mantener hasta el próximo fin de su mandato,
así como oculta el altísimo costo financiero creciente del verdadero
endeudamiento que sigue produciendo y de su peligrosa nueva concentración del
perfil de vencimientos de la deuda con terceros.
La política de pagos
a ultranza por parte de la administración K es la característica más importante
de toda su gestión en materia de deuda: es el gobierno que más deuda ha pagado
en la historia argentina (entre 180 y 190.000 MD) pero a la vez el que más deuda
ha venido aumentando (150-175.000 MD en 2005 contra 260-300.000 MD estimables a
la fecha).
La descarga así de
gran parte de la deuda pública con terceros – acreedores privados y organismos
multilaterales de crédito – a costa de pasarle la deuda impagable al propio
Estado (ANSES, BCRA, BNA y toda una serie de entes oficiales que han sido
“empapelados” con títulos sin capacidad alguna de repago) viene cumpliendo el
rol funcional de haber usado la Deuda intra-Estado como “préstamo-puente” para retornar
al mercado internacional de capitales, precisamente para volver a tomar nueva
deuda externa.
La deuda intra-Estado
deviene así, en la práctica, uno de los más grandes servicios que la
administración Kirchner haya venido prestando al capital financiero – local y global
– al amparo del mito del desendeudamiento, para volver a endeudarse.-