es legalizar el aborto
Por Cynthia Hotton
Candidata a vicepresidente
por el Frente NOS
Infobae, 7 de agosto de 2019
Estas elecciones muchísimos
argentinos van a demostrar en las urnas que no van a caer en la trampa del
miedo entre Macri o Cristina. A pesar de los esfuerzos por manipular el voto
provida por parte de los grandes partidos, hoy tenemos un electorado maduro que
entiende que en estas PASO no está en juego ni el cambio ni la vuelta al
pasado. Estamos comprendiendo que esta es la mejor oportunidad para mostrar la
preocupación de gran parte de la gente por el avance acelerado del aborto y de
la ideología de género.
Lo cierto es que, como están
las cosas, votar en agosto, sin más, entre Macri o Cristina es legalizar el
aborto. De la fórmula Fernández-Fernández no hay dudas. Ambos se declararon
abiertamente abortistas y casi todos sus candidatos también lo son. Pero
también votar a Macri confirmando el rumbo que está tomando sin ningún tipo de
reparos, es votar la legalización del aborto.
Porque aunque hace todo lo
posible por aparentar que es "celeste" o cierto
"equilibrio" con sus palabras y gestos, por otro lado con sus obras
muestra que, después del debate del año pasado, todas las decisiones que está
tomando su gobierno, sin excepción, favorecen e incluso aceleran la
legalización del aborto: los tres ministerios que tratan más directamente el
tema, Salud y Desarrollo Social, Educación, así como Justicia y Derechos
Humanos promueven abiertamente el aborto. Los dos primeros con el Plan ENIA,
que enseña a los adolescentes en escuelas y hospitales que ya tienen
"derecho a la interrupción legal del embarazo" y que pueden hacerlo a
espaldas de sus padres.
Es parte del doble juego al que se prestan los
ministros Alejandro Finocchiaro y Carolina Stanley: dicen que son provida pero
dejan todo el área de Educación Sexual a la Fundación Huésped, principal
representante en el país de IPPF, la mayor multinacional del aborto en el
mundo. Rubinstein, Secretario de Salud, es uno de los principales impulsores de
la legalización y está multiplicando las compras de Misoprostol y formando a
los médicos para hacer abortos. Mientras que el Ministro de Justicia Germán
Garavano propone un Código Penal que legaliza de hecho el aborto. La cuenta
sigue: el Gobierno está colaborando, en un proceso con varias irregularidades,
en la designación de un puesto importantísimo, como lo es la Defensoría de
Niñas, Niños y Adolescentes, de Marisa Graham, una militante abortista
kirchnerista que ya admitió, contra la Constitución, que va a defender sólo a
los niños que son deseados.
Pero el armado de listas es
lo más evidente: Pichetto, precandidato a vicepresidente, presidiría el Senado.
Él siempre estuvo comprometido con la legalización y más de una vez expresó su
desprecio por las personas de fe. Si gana va a tener muchísimo poder en la
Cámara Alta. Y para colmo, los dos candidatos a senadores por Ciudad de Buenos
Aires son abortistas. Un fuerte golpe para la Cámara Alta, bastión provida del
debate pasado. Aún así intentan engañar especialmente a los cristianos ubicando
a candidatos a diputados evangélicos al límite de las listas, mientras que
arriba de ellos, la gran mayoría son abortistas. Si el año pasado el
oficialismo fue el que más votos provida aportó, el año próximo no va a quedar
mucho de eso. Es más, a los diputados y senadores fieles al partido y que
defendieron con valor la vida, en las listas, ni tuvieron cabida. Simplemente
mostramos las obras, como suele hacer Cambiemos.
Cuando uno vota lo hace
teniendo en cuenta distintas cuestiones, como la económica. Y es cierto que la
gente está muy mal. Pero también está el tema de los valores. El gobierno
demuestra favorecer el aborto. Y la oposición, todavía más. Eso lo hace
importante para ellos. Y por eso mismo, es importante para nosotros.
El año pasado se movilizaron
millones de argentinos a lo largo y ancho del país diciendo "salvemos las
dos vidas" y "con aborto no te voto", pero ningún partido
político decidió representarlos ni incluirlos en su agenda. Todo lo contrario.
Hoy se habla mucho de la
polarización. Pero la gente se está dando cuenta que primero están las PASO y
que estas sirven para salir, sin ningún riesgo, de la dialéctica del miedo en
la que nos quieren sumergir. Claro que van a insistir con que si Macri no saca
tantos votos los mercados se van a caer. Es esa la manipulación del miedo. Pero
ellos son los que tienen a que temer.
Si no damos ahora un mensaje
claro del rumbo que queremos tomar, nunca nos van a tomar en serio. Y no hablo
ahora como candidata. Hablo como ciudadana. Las elecciones son un proceso y si
de algo sirven estas PASO es para marcar el rumbo. Y podemos cortar boleta y
votar a quien queramos, al cargo que queramos. Es el primer gesto del ciudadano
de expresarse con libertad. No decidimos ahora si es Macri o Cristina. Eso va a
ser recién en el ballotage. Ahora decimos nosotros cuáles son las prioridades.
Si hay que decidir entre Macri o Cristina, eso va a ser recién en una segunda
vuelta. Estas PASO votamos por las dos vidas.
¿Es arriesgado? No. Es
complicado, sí. Pero somos una sociedad democrática madura que ya sufrió muchas
malas experiencias con el mal menor. Es hora de dejar de tropezar con la misma
piedra. Y vamos a cortar y rearmar boletas para salir de la trampa del miedo,
de las listas sábanas y del engaño al que el actual y retrasado sistema
electoral -que nadie se esfuerza por cambiar- nos quiere mantener cautivos.
Estamos ante la posibilidad,
casi única, de darle sentido a estas PASO y de hacer evidente, con fuerza, que
para quienes día a día construyen con valores, en silencio, la Argentina,
cualquier proyecto de país verdadero empieza respetando, sin excluidos, la
vida, la familia y la libertad de todos.