sábado, 5 de octubre de 2024

EL REY DEL PLAGIO

 

Por Javier Boher

Alfil, 04 de octubre de 2024

 

Hace ya un par de años alguien me dijo que hay errores que se cometen varias veces y hay errores que se cometen solo una vez. Puede parecer una obviedad, pero lo dijo a raíz de una charla sobre las consecuencias de nuestros actos. Si éstas son leves, casi con seguridad vamos a volver a equivocarnos. Por el contrario, si son malas, casi con certeza no volveremos a cometer el mismo error.

 

El presidente está en un camino en el que no está pagando las consecuencias que debería pagar por algunos de sus actos. Alguno podrá decir que es por su política de ajuste, por el recorte de fondos a las universidades, por su cercanía a líderes autoritarios o la lenta actualización de jubilaciones, pero no. Todas esas son cuestiones de política pública que son evaluadas por la ciudadanía al momento de ir a las urnas. Esto es algo que está antes de la condición de presidente: el plagio.

 

Ayer se viralizó en redes un hallazgo -atribuido a Carlos Pagni- sobre el discurso del presidente en la ONU. A pesar de que muchos lo tildaron de histórico y se emocionaron con el vídeo, resulta ser que es casi igual que un diálogo de la serie The West Wing.

 

Algo me sorprende del descubrimiento, y es que se deberían dar dos condiciones para hacerlo. Primero, que el descubridor haya visto la serie (y que le haya quedado grabada en la memoria). Segundo, que haya escuchado el discurso de Milei como para vincular ambas cosas.

 

Esa no es la única opción, por supuesto. Podríamos pensar que alguien del entorno del presidente haya sabido de esta “inspiración” y lo haya filtrado a la prensa. También está la posibilidad de que alguien haya googleado la transcripción del discurso sabiendo de quién se trata y de su propensión por la copia. Personalmente, esta última me parece la más lógica, ya que cada vez están más documentados los robos a distintos autores para llenar sus libros.

 

Milei no es un académico, de allí que lo del plagio no le importe. En ese mundillo (que él probablemente resiente) tal cosa sería una falta grave. De hecho, recuerdo a un profesor que invitaron a retirarse de la universidad por el desliz de olvidarse intencionalmente de citar. Milei vende libros o se vende a sí mismo a gente que cree estar ante alguna clase de gurú económico, por lo que el pudor intelectual está lejos de ser un rasgo de la personalidad del presidente.

 

Definitivamente esta no es la primera vez que Milei copia algo que no es de él, pero la novedad está en que decidió parafrasear un fragmento de un diálogo televisivo. Casi con certeza el error es de su ghost writer, el responsable de escribirle los discursos o los libros, pero la metida de pata es tan burda que marca el bajo nivel de quien ocupa ese lugar. A mí me cuesta volver a usar ideas sin aclarar que ya las usé anteriormente, si me apropiara de un texto ajeno directamente no podría exponerme ante el público. Claramente el escritor de Milei está tranquilo porque es otro el que pone la cara.

 

Sería interesante ver al presidente citando como propias frases de las grandes películas del cine, como el discurso inspirador de Rocky VI, ese de que no importa cuánto te peguen, sino la fuerza para levantarse. Casi casi que va con la lógica de las Fuerzas del Cielo. Podría usar aquella frase de Will Smith en En Busca de la Felicidad sobre que no hay que dejar que nadie te diga que no podés hacer algo. Esa es bien libertaria, bien individualista.

 

Su “Viva la libertad, carajo” recuerda a Mel Gibson gritando “Freedom” en Corazón Valiente, antes de morir. Si le gusta esa película, y por los niveles de locura a los que caen algunos de sus seguidores, no va a faltar mucho para que se robe eso de que “Todos morimos, lo que importa es el cómo y el cuándo", para justificar algún gran sacrificio.

 

Por su perfil anticasta no le debe faltar mucho para citar la siguiente frase: “La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados”. Encaja perfecto con la idea que quiere vender, pero seguramente se enojaría al saber que es una frase de Marx. Que sea Groucho y no Karl es anecdótico, atento a su obsesión por ver comunistas en todos lados.

 

En cualquier caso, y más allá de estas citas genéricas, lo que queda en evidencia es que Milei y los suyos son perfectos ejemplares de la cultura del “Cortar y pegar” con la que se pelea todo el tiempo en los ámbitos escolares o académicos. La creciente incapacidad para transmitir ideas propias en las propias palabras empuja a mucha gente a recurrir a palabras ajenas que incluso no llegan a comprender del todo. Apropiarse de discursos ajenos dice mucho de la persona, independientemente de lo grave o bochornoso (según el ámbito) que pueda resultar hacerlo. El que plagia no tiene orgullo ni amor propio, porque renuncia a su propia capacidad creativa a cambio de algo de probada aceptación.

 

El ghost writer, el presidente o quien sea que esté detrás de los libros y discursos de Milei debería empezar a sentir las consecuencias de sus acciones, para poder empezar a aprender se sus errores. No puede ser gratuito andar robando palabras de otros. Aunque ninguno de ellos lee estas líneas, les voy a regalar una frase para que reflexionen sobre sus actos. Como le dijo Doc Brown a Marty McFly, "¡Te advertí sobre esto, muchacho! ¡Las consecuencias pueden ser desastrosas!".