Compartimos una carta del lector, que pone las cosas en su sitio, respecto a una infortunada expresión de un historiador respecto a nuestros derechos sobre Malvinas.
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En
el artículo titulado Entre la Vuelta de Obligado y los
buitres, publicado recientemente, el conocido historiador Luis Alberto
Romero sostiene: “En Malvinas, la
Argentina reivindica discutibles razones históricas y
geográficas y a la vez desconoce los derechos
de sus habitantes, los islanders”.
Creo que con el respeto que me merece su
autor y sin detenerme a analizar el resto del contenido de su artículo, esta
afirmación me suena un tanto temeraria.
Ahí
están los hechos que registra cualquier manual de historia: la expulsión del
gobernador Vernet, la intervención de la fragata norteaamericana Lexington,
para contradecirla. Por la parte geográfica, las islas se encuentra a sólo 400
kilómetros de nuestro país, son un alforamiento del sustrato geológico de la
patagonia y nada tienen que ver con las islas inglesas ni con las posesiones
inglesas de ultramar, todas ellas ajenas y lejanas a su entorno marítimo.
En
cuento al deseo de sus habitantes de seguir perteneciendo a la corona
británica, el hecho de ser una población implantada por el invasor quita
validez a sus pretensiones.
Estas
elementales consideraciones más muchas otras, profundas y detalladas, de las
que se han ocupado una larga losta de insignes historiadores, entre ellos, por
mencionar sólo algunos, desde Paul Groussac y Dalmacio Vélez Sarsfield hasta
Ricardo Levene y Alfredo Palacios, descalifican el adjetivo de discutibles empleado en el artículo.
Miguel
Ángel Catolino
DNI
4.126.048