Profundos desacuerdos acerca de las acusaciones contra
el glifosato
Urgente24, 09/12/2015
En marzo, la Agencia Internacional de Investigaciones
sobre el Cáncer (IARC), que depende de la Organización Mundial de la Salud
(OMS), clasificó el glifosato como un “probable carcinógeno para el ser humano”
basándose en un metaestudio en el que se demostró que hay “fuertes evidencias”
de que provoca cáncer en animales de laboratorio. Si bien Monsanto no es la
única empresa que produce glifosato, este agroquímico es el ingrediente activo
principal de su herbicida Roundup, y por lo tanto convocó a un panel de
expertos para evaluar el informe del IARC, que difundió un informe que niega
evidencia científica a aquel trabajo difundido en marzo, coincidiendo con el
trabajo del Instituto Federal Alemán de Evaluación de Riesgos, de enero de
2014, que sostuvo que el glifosato ni es tóxico ni cancerígeno.
El 29/10, casi 50 organizaciones ecologistas,
sanitarias y científicas enviaron una carta al comisario europeo de Salud y
Seguridad Alimentaria instando a la Comisión Europea, “ante la ausencia de
consenso científico de que el glifosato no es dañino”, a “invocar el principio
de precaución” y cumplir con “la responsabilidad de proteger al público y los
trabajadores de la exposición al daño”.
Fue una derivación del polémico trabajo de la Agencia
Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC), dependiente de la
Organización Mundial de la Salud (OMS), que en marzo clasificó el glifosato
como un “probable carcinógeno para el ser humano” basándose en un metaestudio
en el que informó que había “fuertes evidencias” de que provoca cáncer en
animales de laboratorio. Esto fue cuestionado por la Agencia Europea para la
Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), quien a su vez tenía
como antecedente el trabajo publicado en enero de 2014 por el Instituto Federal
Alemán de Evaluación de Riesgos, que concluía que el glifosato ni es tóxico ni
cancerígeno, para enojo de organizaciones ambientalistas como Greenpeace.
En julio, Monsanto solicitó a la consultora Intertek
Science & Regulatory Consultancy que convocara a un panel de 16 expertos
para revisar la monografía de la IARC sobre el glifosato. Ellos trabajaron
durante meses para revisar la monografía y se reunieron los días 27/08 y 28/08,
en las oficinas de Intertek (Mississauga, Ontario, Canadá).
Ahora el panel
de expertos convocado por Monsanto presentó sus conclusiones en la reunión
anual de la Sociedad de Evaluación de Riesgos (SRA), ante la que afirmó que,
utilizando diferentes metodologías, ningún resultado brindó evidencia o un
mecanismo potencial para vincular al glifosato con la carcinogénesis humana. Los expertos revisaron todas las áreas
evaluadas por la IARC, desde los bioensayos de animales, la genotoxicidad, la
exposición y la epidemiología.
El panel afirmó
que los bioensayos de animales y las evaluaciones de genotoxicidad de la IARC
“presentan deficiencias significativas como: selectividad en la elección de los
datos revisados, no haber utilizado toda
la información biológica relevante para evaluar la relación con el tratamiento
en bioensayos de animales, y no utilizar evaluaciones de ponderación de las
pruebas (WOE) que abarquen todos los datos disponibles y la ponderación
adecuada”.
Estas conclusiones coinciden con las de la EFSA, que
aseguró que “es poco probable que el glifosato represente un riesgo cancerígeno
para los humanos”. También guarda concomitancia con la definición de la Agencia
Nacional Reguladora del Manejo de Plagas de Canadá, que en abril informó que
“el peso total de la evidencia indica que es poco probable que el glifosato
represente un riesgo de cáncer”.
Y con la declaración reciente de la EPA
estadounidense, estipulando que un conjunto de 55 estudios epidemiológicos “no
proporciona pruebas que demuestren que el glifosato cause cáncer".
Los 16 del Panel
El panel convocado por Intertek, lo integraron:
1. Gary
Williams, New York Medical College, Valhalla, New York;
2. Tom Sorahan,
Institute of Occupational and Environmental Medicine, University of Birmingham,
Reino Unido;
3. Marilyn
Aardema, ex Chief Scientific Officer en Bioreliance Corporation; ex Principal
Scientist, Central Product Safety, Procter & Gamble, USA;
4. John
Acquavella, profesor del Department of Clinical Epidemiology, Arhaus
University, Dinamarca;
5. Sir Colin
Berry, profesor emérito de University of London, the Royal London Hospital;
6. David
Brusick, ex vice president del Covance Labs Inc.;
7. Michele
Burns, profesor asistente de Emergency Medicine, Harvard Medical School; jefe
del Program in Medical Toxicology, Boston Children’s Hospital;
8. Joao Lauro
Viana de Camargo, profesor del Department of Pathology, Botucatu Medical School
(FMBo), UNESP, Brasil;
9. David
Garabrant,profesor emérito en Occupational Medicine and Epidemiology,
University of Michigan School of Public Health, USA;
10. Helmut
Greim, profesor emérito de Toxicology and Environmental Hygiene, Technical
University Munich, Alemania;
11. Larry Kier, consultor toxicológico;
12. David Kirkland, ex Vice President of Scientific
and Regulatory Consulting, Covance Laboratories Europe;
13. Gary Marsh, profesor de Epidemiology en University
of Pittsburgh; y de Clinical and Translational Science, University of
Pittsburgh;
14. Keith
Solomon, profesor emérito de School of Environmental Sciences, y director del
Centre for Toxicology, University of Guelph, Canada;
15. Douglas Weed, profesor de University of Utah
School of Medicine; ex jefe de Office of Preventive Oncology, National Cancer
Institute; y ex director del Cancer Prevention Fellowship Program; y
16. Ashley Roberts, senior Vice President de Food and
Nutrition Group.