Por Sergio Mamontoff
Moscú, 17 de noviembre de 2015
Publicado por quenotelacuenten
He recibido de mis compatriotas de Argentina el
artículo de Nicolás Kasanzew “Un eclipse de razón”, donde el autor trata de
descalificar la opinión del padre Alfredo Sáenz, apelando a métodos que lindan
con la ofensa personal. Lo he comentado en el blog de Que no te lo cuenten. Más
tarde vi el video de la conferencia donde Kasanzew vuelve al ataque contra el
padre Sáenz utilizando slogans panfletarios en lugar de argumentos e incluso
esgrimiendo datos totalmente falsos como los que describiré más abajo. Por esto
he decidido darle forma de artículo a mis comentarios. Este tema comienza a
preocuparme porque veo que mucha gente de la comunidad rusa en Argentina no
responde a semejante atropello a la historia y a los buenos modales.
Y más aún,
me deja totalmente perplejo el hecho de que el señor Nicolás Kasanzew sea
aceptado como profesor de historia rusa en el colegio Ruso Scout de Olivos, al
que yo he concurrido en mi niñez en Buenos Aires. ¿Acaso los padres de los
alumnos están de acuerdo con que una persona que no conoce la realidad rusa
contamine las mentes de sus hijos con fantasías e ideas completamente
subjetivas, simplistas y superficiales?
Soy argentino, al igual que Kasanzew, y descendiente
de rusos blancos. A diferencia de él, sin embargo, vivo en Rusia ya hace 25
años y sé lo que ocurre en este país.
Vaya aquí, entones, la lista de algunas “inexactitudes”
-quiero creer involuntarias- que hallo en su relato:
1) DIOS
Afirma Kasanzew que en Rusia está prohibido escribir
la palabra Dios con mayúscula; lo cual no es cierto. Todo lo contrario;
bastaría con “googlear” la traducción de esta cita para darse cuenta de ello:
(cfr. http://www.gramota.ru/forum/klass/109512/).
2) SÍMBOLOS SOVIÉTICOS
Personalmente no me gustan la hoz y el martillo, ni la
estrella roja, pero es forzoso reconocer que bajo estos símbolos el pueblo ruso
venció en la guerra más grande que conoció la historia de la humanidad. No
había otros símbolos. La estrella roja estaba en los uniformes, en las banderas
y estandartes, en los documentos y las condecoraciones. ¿Debemos ahora tirar
todo a la basura? En este aspecto de los símbolos, Kasanzew omite decir que en
la nueva Rusia de Putin ha sido confirmada por ley federal como bandera
nacional la tricolor (blanca, azul y roja) y el escudo oficial es el águila
bicéfala, que habían sido propuestos por un decreto de Yeltsin en 1991.
También
ha sido cambiado el himno instrumental de la época de Yeltsin por la melodía
tradicional de la época soviética, pero agregada la letra de Sergey Mijalkov,
en cuyo texto se habla de Dios, de la Rusia Santa, de la unión de los pueblos y
la tradición. A su vez, el texto no hace referencia a ninguno de los clásicos
principios soviéticos, comunistas y marxistas. Cabe destacar que la melodía del
himno fue compuesta, durante la etapa soviética, por un profesor cristiano,
Alexander Alexandrov, quien fuera director del coro de la Catedral de Cristo
Salvador en Moscú.
Con Putin se restauraron algunos vínculos con la Rusia
Histórica mediante la popularización de la cinta de San Jorge, con la cual, por
siglos, eran condecorados los héroes de guerra tanto en la época de los zares
como soviética. Es una cinta con franjas color naranja y negras. Esto se hizo
para que la estrella roja pasara a segundo plano. (ver aquí: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/d/d9/Ledpokhod.jpg/180px-Ledpokhod.jpg
)
Con escarapelas de estas cintas los rusos festejan el
día de la Victoria todos los 9 de mayo.
La hoz y el martillo en el logotipo comercial de
Aeroflot prácticamente no se ven por su escaso tamaño. Además, a partir del
2010, la bandera tricolor rusa es la principal imagen del emblema nuevo de la
empresa. Decir que Putin está rehabilitando la hoz y el martillo es afirmar una
falsedad.
3) IGLESIA ORTODOXA
Después de la caída del régimen soviético muchas
organizaciones no tenían cómo mantenerse, pues durante décadas habían sido
solventadas por el Estado. En razón de esto, el gobierno de Yeltsin comenzó a
conceder licencias comerciales para que muchas de ellas pudieran encontrar una
manera de autofinanciarse. La Sociedad de combatientes en Afganistán, el Gremio
de Deportistas y la Iglesia Ortodoxa recibieron licencias para la importación
de alcohol y tabaco. Con Putin en el poder estas licencias fueron anuladas.
Afirmar que el obispo Cirilo recibió preferencias por haber sido agente de la
KGB, es falso, porque no hay ninguna prueba de esto[1].
4) ECONOMÍA
A partir del gobierno de Putin, en lugar de importar
granos Rusia se ha convertido en gran exportadora de los mismos. En ella se
radicaron todas las automotrices más importantes: Renault en Moscú y Samara,
Volvo y Volkswagen en Kaluga, Kía y BMW en Kaliningrado, Toyota y Ford en San
Petersburgo, etc. Se creó un marco legal para la hipoteca y los créditos. Se
establecieron bancos extranjeros. La construcción de viviendas crece. Decir que
el pueblo sigue viviendo en la pobreza soviética es faltar a la verdad. La
economía rusa está inserta en la economía mundial.
5) SAN VLADIMIRO
Es verdad que San Vladimiro vivió y murió (1015) antes
del cisma entre Roma y Bizancio. Sin embargo, olvida Nicolás Kasanzew que
comenzó a ser venerado y fue canonizado mucho más tarde, primero en Oriente
(1263) y luego en Occidente. Basilio -con este nombre fue bautizado Vladimiro-
no fue beatificado en vida, ni al momento de su muerte. Por tanto, tiene razón
el Padre Sáenz. Es incomprensible la irritación de Kasanzew (puede confrontarse
esto aquí: http://www.preguntasantoral.es/2012/07/san-vladimir-de-kiev/).
6) PUTIN, ¿SOLO PALABRAS?
La alocución más importante de Vladimir Putin es la de
2008 en Munich, cuando denunció en la cara a los jerarcas de Occidente la
injusticia de un mundo unipolar (ver aquí: https://www.youtube.com/watch?v=ZlY5aZfOgPA).
Puso sobre aviso a todos y después vinieron los hechos concretos: la defensa de
Osetia del Sur y Abjazia ante la invasión Georgiana, el plebiscito y
reunificación en Crimea, la creación de un proceso de paz en la guerra civil de
Ucrania y la intervención de la aviación rusa en el conflicto en Siria
bombardeando al ejército del ISIS.
Respecto de esto último, los aviones rusos
tienen base y centro de comando en la ciudad de Latakia, Siria, y no están
comandados desde Israel, como dice Kasanzew. Basta con ver el informe de más de
cien periodistas que han visitado esta base hace pocos días atrás (aquí https://www.youtube.com/watch?v=s_KWsdRzk2c).
Ahora, con los atentados de París, el resto de los líderes mundiales se
acoplarán con hechos a lo que Putin ya estaba haciendo desde hace tiempo.
Hechos contra el ISIS, no palabras como Obama.
7) PUTIN SOVIETIZA A RUSIA
Totalmente falso. Si hay un pueblo que conoce en carne
propia lo que es un régimen comunista, ese es el pueblo ruso. El proyecto
soviético de exportación ideológica ha terminado hace ya más de un cuarto de
siglo, pero esto no quiere decir que Rusia no pueda tener su propia política
exterior. Putin habla claro dentro y fuera de Rusia. Putin dio la orden de
revisar si lo de 1917 fue una revolución o un golpe de estado, encomendando a
jóvenes historiadores una evaluación profunda, profesional y objetiva. Putin
reconoció la existencia de páginas sangrientas en la historia que todos los
rusos deben conocer. (ver aquí: http://www.mk.ru/politics/2014/11/05/putin-revolyucii-1917-goda-nuzhno-dat-glubokuyu-obektivnuyu-professionalnuyu-ocenku.html).
Putin ha abolido los festejos y el feriado del aniversario de la Revolución de
Octubre. Las obras de Solyenitsyn son parte del programa obligatorio en las
escuelas. Cada alumno debe saber lo que fue el Archipiélago de Gulag. Rusia
vuelve a medir su grandeza a partir de sus diez siglos de historia cristiana y
no sólo a partir de 1917, como era antes. Justamente por esto Putin es tan
popular en Rusia y es visto por los pueblos de otros países como un pilar de
los valores morales tradicionales.
Putin hace mucho más de lo que habla. No
necesita hacer demagogia. Sus opositores dentro y fuera de Rusia no tienen
argumentos para oponerle y no les queda más que enrostrarle su pasado en la KGB
y acusar al patriarca Cirilo de ser su agente. No hacen más que hacer ruido.
Mientras tanto se siguen construyendo iglesias en Rusia, a pesar de que a
algunos rusos autoexiliados en el exterior esto no les guste. Rusia es un país
abierto y ya no necesitamos de sovietólogos para conocerlo.
Ciudadanos de
países como Chile, Brasil, Argentina, Venezuela o Turquía no necesitan visado
para visitar Rusia e igualmente los rusos pueden viajar libremente a estos
países. Kasanzew sigue repitiendo slogans de antaño, que ya no valen, pues
Rusia ha cambiado. No es un país ideal, ya que hay mucho que hacer todavía para
sacarse de encima el legado de la oligarquía soviética.
8) POR SUS FRUTOS LOS RECONOCERÉIS
Es justamente de lo que habla el padre Alfredo Sáenz,
de los frutos de la nueva sociedad rusa. Hasta qué punto Putin es 100%
cristiano o no, lo sabe su conciencia y Dios. Sólo podemos ver lo que ha hecho
y lo que está haciendo para conciliar las diferencias en el mundo y en la
sociedad rusa. Putin recibió como legado un país derrotado en la Guerra Fría,
un pueblo con aversión a las promesas políticas, con odio a la ideología
bolchevique, una sociedad prácticamente sin memoria histórica, un ejército no
vencido pero en retirada desde Afganistán, una nación con millones de rusos
viviendo fuera de las fronteras de la Federación Rusa.
Con mucha delicadeza e
inteligencia, paso a paso, a través de los años Putin ha rescatado desde la
historia milenaria de Rusia los hechos más trascendentes para fomentar el
orgullo nacional en las generaciones jóvenes. La reconstrucción de la Iglesia
Ortodoxa es parte de este proceso. Al mismo tiempo, Putin reconoce los logros
sociales de la época soviética. Y lo hace con el símbolo de la orden de San
Jorge, como he dicho más arriba en este artículo[2]. Lo hace con la Olimpíada
invernal en Sochi. Lo hace abriendo Rusia al mundo, radicando empresas
extranjeras, ofreciendo mercados, trabajo, etc.
Con Putin como viceintendente en Leningrado, a
principios de los noventa, la capital de la Rusia Cristiana retomó su nombre
histórico: San Petersburgo, a pesar de la resistencia de algunos ideólogos
demócratas.
Putin habla de un mundo ruso, tal como existe un mundo
de habla hispana, un mundo de habla inglesa. Existen rusos y descendientes de
rusos en todas partes del mundo que debieron abandonar Rusia o la Unión
Soviética a causa de las revoluciones, los disturbios y las guerras. La Rusia
de Putin nos da la oportunidad a todos, cualquiera sea el bando del que
venimos, de hacer las paces y disfrutar de su cultura y ciencias sin barreras
políticas. Claro que cuando esto ocurra en mayor medida, periodistas como
Kasanzew se quedarán sin letra y sin público.
9) ¿POR QUÉ PUTIN ES POPULAR EN OCCIDENTE?
Putin no es ni quiere ser un restaurador cristiano.
Putin simplemente es sólo un feligrés más de la Iglesia Católica Apostólica del
culto Ortodoxo oriental, como millones de rusos. Supongo que no debe tener
grandes diferencias de credo con sus hermanos cristianos de la Iglesia Católica
Apostólica Romana (la palabra rusa ‘sobornaia’ se traduce como ‘católica’).
Sólo un ejemplo. No sé si está bien o está mal, pero
en Rusia no está legalizado el matrimonio gay, no se realizan las marchas del
“orgullo gay”, y hay una ley que prohíbe la propaganda homosexual en zonas
donde concurren menores de edad. La homosexualidad en la Unión Soviética era un
delito, en la Rusia actual ya no lo es. La pedofilia es un delito. Si estas
normas sociales son apreciadas por feligreses de otros países, no quiere decir
que Putin sea un nuevo líder, sólo significa que estamos descubriendo que ser
ortodoxo en los principios puede ser una ventaja también en cuestiones
políticas.
10) PUTIN Y LA FAMILIA IMPERIAL ROMANOV
Bajo la iniciativa de Putin, próximamente se dará
sepultura con honores al resto de los integrantes de la familia del Zar Nicolás
II. Se trata de su hijo Alexey y de su hija María, cuyos restos fueron
descubiertos en 2007. Se están haciendo las pericias correspondientes cotejando
con el ADN de los restos del Zar Alejandro III, precisamente para que la
Iglesia Ortodoxa reconozca que todos los restos descubiertos pertenecen a la
familia real (cfr. aquí: http://www.gazeta.ru/science/2015/10/26_a_7845851.shtml).
Cabe destacar que el zar Nicolás II y su familia
fueron canonizados como santos de la Iglesia Ortodoxa recién en el año 2000, a
pesar de que el informe del Santo Sínodo fue aprobado mucho antes, en 1996.
¿Por qué? Sólo después del retiro de Yeltsin en 1999 y con Putin como
presidente electo, la Familia Real fue canonizada. Fue en el mes de agosto del
año 2000, cuando Putin había ejercido tan sólo tres meses de gobierno. Es
evidente que Putin estaba a favor y pudo torcer la voluntad de los que estaban
en contra de la canonización.
Por otra parte, en estos días se está llevando a cabo
un plebiscito popular vía internet, en Moscú, para eliminar el nombre de uno de
los asesinos materiales de la Familia Real, un tal Voikov, de la estación de
metro Voikovskaya. Hay una tendencia de retirar nombres de héroes comunistas de
plazas y calles. ¿Es esto, acaso, la bolchevización de la Rusia actual?
El 4 de Noviembre era una fecha patriótica que se
celebraba en la Rusia Imperial de los Romanov en conmemoración a la reconquista
de Moscú ocupada por los polacos en el siglo XVII. Justamente, después de esta
reconquista, llegó al poder en Rusia la dinastía Romanov (1612). La fecha era
coincidente con la conmemoración religiosa del ícono De la Madre de Dios de la
ciudad de Kazan(3 de Noviembre). Por supuesto, ambas festividades fueron anuladas
y prohibidas por los bolcheviques ipso facto en 1917. Cuando Putin y su equipo
de diputados leales, dejaron sin efecto el feriado y las festividades de la
revolución bolchevique de octubre de 1917, que se festejaba todos los 7 de
noviembre, casi automáticamente crearon un nuevo feriado para el día 4 de
noviembre, Día de la Paz y el Acuerdo Nacional, en conmemoración a la
reconquista de Moscú de 1612.
Putin anuló un feriado socialista y puso un
feriado de raíces nacionales. Y tuvo, por supuesto, el apoyo de la Iglesia.
¿Kasanzew no lo registró? Solzhenitsyn seguro que sí.
11) EL ABORTO EN RUSIA
Putin, en 2013, promulgó una ley que prohíbe la
publicidad del aborto y obliga a una semana de silencio, para que la mujer
tenga la oportunidad de arrepentirse. (ver aquí: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-13221055).
Ni Gorbachov ni Yeltsin hicieron algo al respecto.
Recordemos que el aborto fue legalizado por Lenin,
pero prohibido por Stalin después de la guerra, por varios años.
12) PUTIN Y STALIN
Se ha abierto un museo de guerra en una aldea cercana
a la ciudad de Rzhev y en él se puso un busto de Stalin, como comandante
supremo que era. Simplemente porque Stalin había pasado una noche allí. Después
de esto, comenzó a circular la falsa información por todo el mundo de que Putin
está impulsando la construcción de monumentos a Stalin. El partido comunista
KPRF hizo intentos de poner bustos por su cuenta en memoria de los 70 años de la
Victoria en algunas ciudades del interior, pero esos actos fueron impedidos por
el gobierno. Solo han podido poner 4 bustos en las sedes del partido, y una
estatua en una granja colectiva, pero de ninguna manera en plazas públicas.
Hay que tener en cuenta que la mayoría de los rusos
entienden que la guerra fue ganada por la gesta del pueblo en los campos de
batalla y no por el partido comunista y Stalin.
Cuando el periodista Alexey Benediktov le preguntó a
Putin en 2013 si es correcto gobernar el país en el siglo XXI con el sistema
del buen manager de Joseph Stalin, Putin contestó literalmente lo siguiente:
“No creo que tengamos elementos de stalinismo. El stalinismo es el culto a la
personalidad, es una masiva transgresión de las leyes, represiones y campos de
concentración. Nada de eso tenemos en Rusia y espero nunca más tendremos.
Simplemente, ahora tenemos una sociedad diferente y la misma nunca lo
permitirá. Pero esto no quiere decir que debemos abstenernos del orden y de la
disciplina. Significa que todos los ciudadanos de la Federación Rusa,
independientemente de su rango, deben ser iguales ante la ley…”
12) PUTIN Y SOLZHENITSYN
Alexander Solzhenitsyn, laureado con el premio Nobel
de Literatura en 1970 y expulsado de la URSS en la época de Brezhnev por sus
obras contrarias al régimen soviético, nunca quiso recibir de manos de
Gorbachov ni de Yeltsin premios o condecoración estatal alguna. No los
consideraba patriotas leales a la Rusia Histórica. Con Putin fue diferente. En
2007 recibió de sus manos la Orden gubernamental de San Andrés y meses antes de
morir, en 2008, declaró: “Con Putin, Rusia ha comenzado un lento y paulatino renacimiento”.
Putin, en sus alocuciones, cita bastante a Solzhenitsyn y lo considera una
autoridad moral para la sociedad rusa. (ver aquí: http://inosmi.ru/russia/20150211/226201491.html).
Solzhenitsyn conservó su lucidez mental hasta los últimos días de su vida y
estaba informado de todo lo que pasaba en Rusia. Solzhenitsyn fue prisionero de
los campos de concentración de Stalin, fue reprimido y perseguido por la KGB,
pero esto no le impidió reconocer en un ex agente de los servicios de
espionaje, o sea, en la persona de Putin, a un patriota y creyente como él
mismo. Si alguien piensa que Alexander Isaievich Solzhenitsyn era ingenuo,
simplemente no conoce su obra.
13) ORGULLO NACIONAL RUSO
Con la caída de la Unión Soviética, el orgullo
histórico de la gran Revolución de Octubre de 1917, prácticamente, se
desvaneció. Apelar al legado histórico zarista imperial sería algo totalmente
fuera de lugar, porque no hay Zar ni nobleza. No hay un pasado ideológico
pacifista sobre el cual sentar los principios de una nueva Unión Nacional. Por
esto es que Putin se aferra a la gran gesta popular de la Gran Guerra
Patriótica de 1941-1945 para hacer entender a la sociedad y a las generaciones
futuras que sí hay un pasado común, que es indiscutible y nacional. Bien es
sabido que el régimen nazi había comenzado una guerra de aniquilación del
pueblo ruso para conquistar el espacio vital que necesitaba el pueblo alemán en
el oeste de Europa de acuerdo a la teoría de Adolf Hitler. Se habla de
28.000.000 de rusos muertos durante la guerra. Era un tema tabú en la URSS,
pues desenmascaraba la inoperancia de los altos mandos comunistas. Y después de
la paradas-desfiles militares de 1945 y 1947, durante el gobierno de Stalin no se conmemoró nunca más el Día de la
Victoria por vergüenza y miedo al odio popular. Basta imaginar la cantidad de
heridos, lisiados y huérfanos volcados a las calles, todos juntos, en un día
que debía ser festivo. Los veteranos de guerra celebraban ese día en sus casas,
así de triste.
El gobierno soviético ocultaba a la población el rol
preponderante que había tenido la Iglesia Ortodoxa Rusa en los años de la
guerra. Recién con la caída de Khruschev, el desfile militar vuelvió en el
vigésimo aniversario en 1965 y fue día feriado nuevamente. Tras la caída del
comunismo en 1991, se realizó nuevamente un desfile militar en 1995 y a partir
de 2008 la parada-desfile se realiza con armamentos. El gobierno ruso actual no
lleva la carga de la responsabilidad y la vergüenza de los 28 millones de
muertos y entiende la fiesta de la Gran Victoria como elemento de consolidación
y unidad de la Nación Rusa. Anteriormente, fue una tibia festividad soviética.
Ahora, es la Fiesta Patria de todos los rusos, con respeto y admiración a los
caídos y a los veteranos y con alegría popular y familiar en las calles. Y lo
que es muy importante, con los colores de la orden de San Jorge, que son los
mismos colores de 1812 cuando la victoria sobre Napoleón. Ahora está
oficialmente reconocido el rol que ha tenido la Iglesia en la gesta popular
para sobrevivir al exterminio nazi. Como ilustración, recomiendo ver la
película rusa ‘El cura’ (Поп)
con la actuación magistral de
Sergey Makovetsky, basada en hechos reales.
14) LOS RUSOS BLANCOS EN EL EXILIO
Este es un tema delicado, pero hay que abordarlo para
tener un panorama completo y entender la raíz fundamental de la discordia que
hoy vemos entre los rusos exiliados. Justamente es esta discordia la que
comienza a afectar a personas que abordan el tema Rusia, como por ejemplo el
padre Alfredo Sáenz, que es atacado por Kasanzew. Haré un relato breve.
Con la salida del Ejército Blanco de Rusia -una vez
perdida la guerra civil en 1920 y 1921-, conjuntamente se exilió un grupo de
sacerdotes ortodoxos que con la bendición del jefe de la Iglesia Ortodoxa,
quien se encontraba entonces preso en Moscú en manos de los bolcheviques,
crearon la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Exilio (IORE). Su orden era conservar la
pureza del cristianismo ruso hasta tanto Rusia no fuera liberada del comunismo.
Cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial y con la invasión nazi a Rusia, los
rusos blancos exiliados, sobre todo los militares, tuvieron la opción de
guerrear contra el ejército soviético para tratar de liberar a Rusia del
comunismo. Muchos así lo hicieron y tomaron posiciones de parte del bando
alemán y fueron bendecidos por la IORE para la Guerra Santa contra el
bolchevismo ateo. Una minoría de los oficiales blancos hizo todo lo contrario.
Por ejemplo, uno de los comandantes del ejército blanco, el general Denikin,
quien abiertamente desde Francia alentaba al bando contrario, o sea al
soviético, hizo donaciones monetarias al ejército rojo por considerar que este
ejército era la parte rusa del conflicto, y él no podía romper su juramento de
oficial de servir a Rusia.
Algunos pocos rusos y rusas formaron parte de la
resistencia francesa. Una parte de la juventud trató de “simpatizar” con el
lado alemán para aprovecharse de él y entrar al territorio ruso con una prédica
anticomunista y provocar, de esta manera, una insurrección. Los servicios
alemanes usaron a muchos de estos rusos, más los que desertaban del frente
soviético, para crear organizaciones armadas rusas en Alemania prometiéndoles
que juntos liberarían a Rusia del comunismo. Esto al final de cuentas fue un
engaño de parte de los nazis.
Desgraciadamente, algunos rusos perecieron
heroicamente peleando del lado alemán, convencidos de que lo hacían por la
Santa Rusia. La gran tragedia, es que sacerdotes ortodoxos estaban en ambos
bandos. Por un lado, los de la IORE y por el otro, sus colegas del Patriarcado
de Moscú (PM) reprimidos por Stalin y liberados por el mismo Stalin de sus
campos de concentración con la misión de dar aliento espiritual a la población
y abrir las iglesias que los mismos bolcheviques habían clausurado pocos años
antes. El final y resultado de la guerra en 1945 lo conocemos todos y hace ya
70 años que es historia.
De la vencida Alemania y sus alrededores, los
emigrantes rusos blancos siguieron su marcha. Algunos, como mis abuelos,
recalaron en Argentina. Donde la mayoría de la población es cristiana. Un país
que nos dio la oportunidad de erigir nuestras iglesias ortodoxas con total
libertad y sin condicionamientos. Las mismas son jurisdicción del IORE. ¿Qué
pasó después? Esto es lo más interesante. Lo que sucedió es que el tiempo pasó
inexorablemente y el mismo tiempo -quizás con la ayuda de nuestras oraciones-
se ocupó de destruir por dentro el régimen comunista en Rusia. En 1991 la Unión
Soviética se desmoronó. Pasó muy de golpe y ningún ruso blanco estaba preparado
para tal acontecimiento. ¿Qué ocurrió luego? Ante la desaparición del gobierno
ateo y comunista en Rusia, la IORE y el Patriarcado de Moscú comenzaron a
intercambiar delegaciones y a fraternizar como corresponde a dos iglesias
cristianas. Y llegó el momento en que decidieron reconocerse mutuamente como
organizaciones independientes pero hermanas.
Esto ocurrió en Moscú en el año
2006. Se encontraron los dos Patriarcas y firmaron el documento de
reconocimiento mutuo, quedando el Patriarca de Moscú, con mayor jerarquía que
su colega del IORE y como jefe espiritual de ambas iglesias. En este acto, se
encontraba el presidente Vladimir Putin. Veníamos bien. Pero a partir de ese
momento, aunque ya se venía perfilando un par de años antes, se produjo un
cisma dentro de la IORE: una parte de los sacerdotes y de la feligresía no
reconocieron la hermandad con el PM y abandonaron las filas del IORE, creando
varias organizaciones disidentes. Estos disidentes acusaron a la IORE de
venderse al PM, a Putin de ser KGB, al PM de ser KGB también, de no haber
limpiado sus filas y de no haber hecho mea culpa por haber servido en el pasado
al régimen comunista.
Cabe aclarar que el IORE, por lo que yo sé, tampoco hizo
mea culpa de sus simpatías con el régimen nazi. Estos disidentes pronosticaban,
temerosos, que la PM se iba a quedar con los edificios y el patrimonio de las
iglesias del IORE, lo cual no ocurrió. El IORE y el PM siguen coexistiendo pero
con patrimonio y autoridades separadas. Por ejemplo, en Buenos Aires tenemos
dos obispos ortodoxos: uno del IORE y otro del PM, quienes tienen entre sí
buenas relaciones. Los que quedaron en malas relaciones con ambas iglesias
fueron los disidentes. Yo no los justifico ni los acuso porque es la conciencia
de cada persona la que manda.
Pero, hay que decirlo para no faltar a la verdad:
justamente estos disidentes no quieren que nunca nadie diga cosas buenas de
Putin ni del Patriarcado de Moscú (PM). Además he advertido, que estos
disidentes aprovechan cualquier cita u oportunidad, venga de donde venga, para
criticar a Putin y al Patriarca Cirilo.
Sospecho que Kasanzew debe ser uno de ellos.
BALANCE FINAL
¿Qué nos queda después de esta breve excursión en la
historia? Primero: Rusia sobrevivió como país a pesar del experimento
bolchevique y la invasión nazi. Segundo: el festejo de la Victoria el 9 de mayo
es verdadero y auténticamente ruso porque tiene 28 millones de mártires gracias
a los cuales sobrevivió el país que hoy sigue llamándose Rusia. Tercero:
sobrevivió la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa también gracias a sus
mártires en ambos lados del frente de guerra. Cuarto: hoy en día la Iglesia
Rusa, por primera vez en su historia desde el cesaropapismo de Pedro Romanov,
el Grande, y Ekaterina II que la subordinaba al poder del Emperador de turno
(principios del siglo XVIII), puede y tiene ahora la oportunidad única de
despegarse del poder político y ser lo que debe ser: el poder moral de la
Nación Rusa. Con total independencia y autonomía. Nunca más ministros del Zar o
comisarios políticos deben gobernarla. Esta es la enseñanza que nos deja esta
historia.
Para terminar: entiendo que se pueda estar en contra
de Putin y del Patriarca Cirilo, pero esto no da derecho a tergiversar datos y
omitir o contar a medias las razones de todo un pueblo y estar en contra de su
Iglesia, a menos que se sufra un eclipse de razón.
Sergio Mamontoff
Moscú, 17 de noviembre de 2015
En calidad de post scriptum para los rusos blancos: Soy
uno de ustedes y puedo decirlo. ¿Seguiremos ignorando a los millones mártires
que dieron sus vidas, soldados y curas salidos de los campos de concentración,
simplemente porque llevaban puesta en su ropa una estrella roja o una hoz y un
martillo? ¿Seguiremos ignorando la oportunidad de aferrarnos a los colores de
San Jorge para ser parte del orgullo de nuestra etnia y festejar el 9 de mayo
el día de la Victoria? ¿Tenemos una
posición definida y fundamentada o lo nuestro es solo una pose malhumorada? Vivir
permanentemente en oposición es muy cómodo pero ya no nos honra. Rusia cambió.
¿Nosotros no nos adaptaremos a los cambios?
[1] Un detalle más que demuestra el no conocimiento de
la realidad rusa por parte de Kazansew. El KVAS (que Kasansew menciona) es una
bebida popular rusa que se elabora en forma casera en base a fermentaciones de
pan tostado. Esta bebida tiene alcohol. Puede llegar a 3 o 4 grados. Es decir,
como una cerveza liviana.
[2] La cinta de San Jorge, de franjas color negro y
naranja o amarillo, es la escarapela que usan los rusos en festividades
patrióticas sobre todo en el Día de la Victoria.