para salir del equívoco
El Manifiesto, 21 de septiembre de 2016
Vasco de Francia, Arnaud Imatz es un especialista
acerado en las corrientes políticas no conformistas que hace suya la famosa
frase de su maestro Ortega y Gasset: «Ser de izquierdas o ser de derechas, es
escoger una de las innumerables posibilidades que se ofrecen al hombre de ser
imbécil. Las dos son en efecto formas de hemiplejia moral».
Ya autor de una obra definitiva sobre un personaje
tabú de la historia española, el jefe
falangista José Antonio Primo de Rivera (fusilado en el año 1936), Arnaud Imatz
ha estudiado en profundidad la historia de la Guerra Civil Española que él ha
liberado de los dogmas de la historiografía marxista. Ahora publica una
voluminosa síntesis sobre la división derecha/izquierda, que al leerse se
presenta como una bienvenida historia de las ideas disidentes en Europa desde
1945.
Por división izquierda/derecha, Imatz entiende un artificio creado para
reforzar la ideología dominante, mezcla de materialismo y de multiculturalismo
dogmáticos, ya que responde a las necesidades de una oligarquía tecno-mercantil
que detesta instintivamente todo lo que se opone a la homogeneización fanática
del mundo y al reino sin dividir que el Duque de Guise llamaba en su
momento «la fortuna anónima y
vagabunda».
Este doctor en Ciencias Políticas, hasta hace poco
alto funcionario internacional y luego directivo de empresa en Madrid, para
hacer esto ha enriquecido y modificado considerablemente un ensayo publicado
en 1996. Su nuevo libro constituye una
rica fuente de reflexiones sobre las corrientes no conformistas de posguerra,
que se leerá a continuación del célebre
ensayo de Jean-Louis Loubet de Bayle, “Los no-conformistas de los años 30”.
Discípulo de Simone Weil, propone de manera coherente el arraigamiento frente
el magma universalista, la soberanía popular frente a la utopía multicultural,
la justicia social frente al Gran Mercado.
Católico conservador y gaullista por tradición
familiar, Imatz analiza las distintas corrientes opuestas al materialismo
igualitario, desde los contra-revolucionarios
a los populistas, de las nuevas derechas a los soberanistas. El conjunto
es erudito, profuso incluso (¡80 páginas de notas y otras 80 de bibliografía!);
lo que permite una inmersión transversal en un corpus poco estudiado (o
demasiado, a menudo, con obstrucciones epistemológicas inducidas por la
ideología dominante de una Universidad enormemente dócil), ofreciendo una
historia sobre la gran vigencia de un pensamiento organicista, enraizado,
abierto a la dimensión espiritual, jerarquizado y con la economía sometida al principio político.
Y los escritores no son olvidados, lo que me hace
honor – al que soy sensible - de ser
citado entre los Antimodernos.
Una suma bienvenida sobre el pensamiento tradicional
para comprender mejor una modernidad a la vez patógena, angustiosa y fuente de
conflictos.