Vicente Espeche Gil
Ex Embajador ante la Santa Sede
La Nación, 15-5-18
La más reciente manifestación de laicismo en nuestro
medio tuvo su origen en la reacción suscitada a raíz del informe del jefe de
Gabinete a la Cámara de Diputados, con relación al mal llamado "sueldo de
los obispos".
Lo que existe en realidad es, desde 1978, un conjunto de
asignaciones, entre las que una de ellas es para los obispos, que reemplazan al
"presupuesto para el culto", que existió desde siempre y que
anualmente alcanza menos de 200 millones de pesos, a todas luces
desproporcionado por irrisorio con relación al cúmulo de actividades que
desarrolla la Iglesia Católica en el país.