Aica, 29 May
2018
En una reflexión sobre el compromiso de los jóvenes en
la vida pública, efectuado el sábado 26 de mayo en el programa Claves para un
Mundo Mejor emitido por el Canal 9 de TV, el arzobispo de La Plata, monseñor
Héctor Aguer, expresó que “hoy, los jóvenes son reacios a participar en los
partidos políticos”.
Tras agradecer los saludos por su reciente cumpleaños
(el 24 de mayo cumplió 75 años), el prelado platense comenzó diciendo: “Nos
vamos poniendo viejos y es interesante notarlo porque hoy quiero hablar de los
jóvenes. Hace un par de semanas me invitaron a una mesa redonda sobre ‘Los jóvenes
y la Política’. Allí alguien dijo que hoy los jóvenes no están interesados por
la política como para participar en ella como sí lo habían estado en la década
del 70 del siglo pasado. El expositor puso al respecto ejemplos muy concretos,
cómo se involucraron con la izquierda y cómo en el peronismo, cómo la Juventud
Peronista (JP) se transformó en los Montoneros, con las consecuencias que hubo
y que son bien conocidas”.
“A mí me parece -señaló monseñor Aguer- que, en
realidad, los jóvenes están muy interesados en la vida social y hay una intensa
participación en las cosas de la vida social. Desde el punto de vista eclesial
o religioso, diría yo, aquí en La Plata, por ejemplo, vemos jóvenes que
participan de las misiones, de las iniciativas de caridad, de los retiros, de
las obras sociales en los barrios y otras muchísimas cosas, les interesa eso y
se empeñan con generosidad. Diría que eso es político en el mejor sentido de la
palabra, en el sentido platónico de la palabra que tiene que ver con la ‘polis’
es decir con la ciudad, con la ciudadanía, con la sociedad”.
“Ahora bien, los jóvenes son reacios hoy a participar
en política en los partidos políticos. ¿Y por qué? Pienso que no solamente los
jóvenes, también los adultos, nosotros, que votamos con una ritualidad bianual
a candidatos de una lista entera de senadores y diputados que ni conocemos. Las
plataformas partidarias, si las hay, no las conocemos, ¿quién las lee? Por otra
parte ¿vamos a creerlas? Sin embargo, votamos porque lo consideramos un deber de
ciudadanía. Los jóvenes no quieren meterse en un partido político ni participar
al modo de los años 70, como decía este mencionado expositor y, sin embargo,
tienen una gran generosidad para colaborar en la cosa común, y eso es la
“polis” para Platón y para Aristóteles”.
“También hay en los jóvenes una fuerte tendencia al
individualismo, al hedonismo, al ‘yo me arreglo por mí mismo y los demás que se
maten’. Eso también existe, por tanto tenemos que ser muy cuidadosos en el
juicio”, reconoció el arzobispo.
Manifestó que “lo que no se ve en la juventud es el
fenómeno general de ideologización; creo que eso sí se lo ve en las
universidades nacionales, en sus facultades y especialmente en algunas. No pasa
en las facultades donde se estudia algo riguroso, técnico, pero sí en las de
humanidades, en las de periodismo, por ejemplo, y en ellas vemos que vienen
jóvenes del interior del país y en seis meses le masajean los sesos y los meten
en esa ideología que no se sabe bien para qué es y que, en el fondo, no implica
un compromiso social, ni siquiera a semejanza de aquel que dio resultados
trágicos en los años 70”.
“Por eso me parece que debemos ser muy cuidadosos en
juzgar lo que les interesa o no a los jóvenes. Algunos partidos políticos
tienen un sector juvenil. Por ejemplo: un partido muy importante recientemente
cambió sus autoridades del sector juvenil. El presidente saliente es un
conocido militante gay, además responsable de un programa de educación sexual,
llamémoslo así; dejó su cargo y le sucedió una chica, me parece muy bien que
las mujeres ocupen su puesto, pero ella inmediatamente se manifestó como una
ideóloga de género y a favor del aborto”.
“Estoy hablando de una agrupación que, según me parece
es un partido de la burguesía, lo cual llama mucho la atención. ¿Qué oferta se
les da a los jóvenes para participar activamente en la vida política a través
del andarivel partidario? Yo no lo veo. No hay atractivo. Los ciudadanos en
general cumplimos con nuestro deber cívico y vamos tirando para adelante. Cada
tanto nos quejamos y armamos una protesta, cada diez años cambia el ciclo, pero
a los jóvenes hay que interesarlos en lo que es verdadero, real, que empiecen
por interesarse por su prójimo, es eso lo que yo veo en muchos y muchas jóvenes
de varias provincias que entran en una obra eclesial de servicio a los demás,
que no será transformar el mundo, pero sí será en concreto ayudar al vecino.
Empecemos por allí: ayudar al vecino. El futuro de la Argentina comienza por
algo muy sencillo”, concluyó monseñor Aguer.+