Pese a la insistencia de muchos, de que el submarino San Juan fue objeto de un ataque extranjero, contra toda evidencia empírica y el mínimo sentido común, ahora se sabe por el trabajo analítico de la comisión de especialistas, que lo más probable es que una válvula fue mal cerrada y eso causó el desastre. Mientras prefiramos creer en teorías conspirativas, en lugar de investigar los hechos con objetividad y eficiencia, seguiremos achacando los problemas argentinos a otros.
ARA San Juan:
para uno de los investigadores, el submarino
implosionó por un error humano
Por Andrés Klipphan
Infobae, 13 de agosto de 2018
La principal hipótesis por la que el ARA San Juan
implosionó y se precipitó al fondo del océano es porque cuando zarpó del puerto
de Ushuaia el suboficial que debía cerrar de manera manual una válvula lo hizo
mal. Por esa razón ingresó agua al submarino, esta entró en contacto con las
baterías, se produjo un incendio, concentración de hidrógeno e implosionó. Así
de sencillo y de trágico.
No lo dijo cualquiera, sino uno de los integrantes de
la junta de investigación creada ad hoc por el Ministerio de Defensa.
Es decir que se trató de un error humano, que sumado a
la inclemencia del tiempo, mató a los 44 tripulantes y la Armada perdió el
único submarino que tenía en condiciones de patrullar el mar.
Un grupo de familiares de víctimas, los que
actualmente acampan frente a Casa de Gobierno hasta que comience la búsqueda
del navío, que quedó en manos de la empresa norteamericana Ocean Infinity, ya
repudió las declaraciones que durante una exposición en una universidad realizó
Jorge Bergallo.
Capitán de navío retirado, Bergallo fue comandante del
ARA San Juan; es padre de Jorge Ignacio, uno de los tripulantes desaparecidos
el pasado 15 de noviembre; y es uno de los tres integrantes de la junta de
accidentes que ya entregaron sus conclusiones al ministro de Defensa, Oscar
Aguad.
Por estas razones sus palabras no pasaron
desapercibidas entre los otros dolientes. Las dijo ante un numeroso auditorio
de la Universidad del CEMA.
Parado frente a los atentos concurrentes a la
conferencia, el marino emitió una sentencia que es un canto celestial para
funcionarios y oficiales superiores investigados por la jueza federal de Caleta
Olivia, Marta Yañez, por la desaparición del navío hace casi nueve meses.
—¿Por qué entró agua al submarino? ¿El snorkel, estaba
cómo debía? ¿La violencia del mar de alguna manera lo dañó?, le preguntaron
desde la tribuna cuando ya llevaba 106 minutos de exposición.
Fue allí cuando el padre del segundo comandante de a
bordo del ARA San Juan respondió sin dudar:
—En uno de los mensajes (navales) se dice 'Por entrada
de agua de mar al sistema de ventilación se produce el incendio'. Esto quiere
decir que entró agua, y si entró agua de mar tiene que haber pasado por la
famosa válvula E19.
Ahora ¿por qué lo hizo? ¿Por qué se acumuló agua ahí?
Tenemos diferentes teorías. Excepto que se encuentre el buque, y que se pueda
llegar hasta ese lugar para ver si la válvula está abierta o está rota, las
teorías van desde que la válvula quedó mal cerrada cuando zarparon de Ushuaia,
porque es una válvula que se cierra al zarpar. No se toca, cuando el submarino
va a zarpar, como en los aviones, se hacen una serie de chequeos, de pruebas, y
de preparación de mecanismos. Esta válvula se cierra cuando se va a zarpar y no
se toca más. Excepto en casos muy imprescindibles, hasta llegar otra vez a
puerto.
El agua tiene que haber entrado por ahí. Hay alta probabilidad de que
el agua de mar entró por ahí. Es la única válvula que se cierra de manera
mecánica. El indicador "abierto o cerrado" también es mecánico. Si
bien hay varios que chequean cuando pasan por ahí, puede haber quedado mal
cerrada porque quien la tiene que cerrar, cerró hasta que se puso dura, como
una canilla, como un grifo, pero quedó un poquito abierta y entonces fue
entrando agua de a poco, y ese de a poco, no generó problema hasta que los
agarró el temporal y el agua que había en el balcón de baterías armó el corto
circuito con las baterías al tocar dos conductores diferentes y ser agua
salada.
No conforme con cargarle el San Benito a quien debería
haber cerrado de manera correcta la válvula que presuntamente fue mal cerrada,
el integrante de la junta de investigación agregó: "Desde el punto de
vista del alistamiento, el submarino estaba en condiciones de navegar".
Para el final, el submarinista sostuvo que
"siempre hay imponderables" y opinó: "Si la válvula estuvo poco
abierta o muy abierta eso no lo vamos a saber. En mi fuero íntimo, y en mi
familia, nosotros no queremos que se encuentre el submarino. Es absurdo decir:
'Este hombre está investigando y tendría que encontrarlo'. Pero yo no quiero
saber cómo está el buque. Ojalá nunca lleguemos a saber cómo estaba la válvula.
Ahora, como comisión investigadora puedo decir que el incendio fue por agua y
la única forma de ingreso de agua es por esa válvula".
Aguad ya recibió el adelanto de las conclusiones de la
junta investigadora –y que coincide con las palabras del marino retirado
expuestas en la conferencia universitaria– pero hasta el momento no fue girada
al juzgado de la jueza Yáñez, ni a la Comisión Bicameral parlamentaria que
también intenta esclarecer la peor tragedia de la Marina Argentina en tiempos
de paz.
En los próximos días la causa volverá a ser novedad:
una de las tres querellas le pedirá a la magistrada de Caleta Olivia la
imputación de los principales responsables de la zarpada del ARA San Juan y,
entre otros, del ministro Aguad.
En el escrito se sostiene todo lo contrario a lo que
expuso el padre de uno de los oficiales desaparecidos. El ARA San Juan no
estaba en condiciones de patrullar. Ya había tenido problemas en la navegación
anterior, y entre otras irregularidades, no se le realizó el mantenimiento
obligatorio. Un combo que resultó fatal.
Será difícil que la jueza conceda la medida, ella
maneja sus propios tiempos.