(Wikipedia, 22-7-2019)
El crédito social (a veces
llamado Socred en inglés) es una propuesta económica y un movimiento social que
se originó en los años veinte. El crédito social fue inicialmente una teoría
económica desarrollada por el ingeniero escocés C.H. Douglas El nombre se
deriva de su deseo de hacer del mejoramiento de la sociedad el objeto del
sistema financiero. Algunos individuos -notablemente el poeta Ezra Pound y los
líderes del Liga Australiana de Derechos han aceptado la teoría económica del
crédito social.
El Movimiento Canadiense del
Crédito Social (Canadian social credit movement) fue el más exitoso de los
movimientos de este tipo, y también logró algunos éxitos modestos en otros
países, tales como Nueva Zelandia donde el Partido del Crédito Social (Social
Credit Party (New Zealand)) llegó a tener varios diputados en el Parlamento. En
el Reino Unido el Movimiento de las Camisas Verdes (un grupo originado entre
los Boy Scouts) llegó a constituir un movimiento de masas uniformadas que tuvo
bastante presencia en los años treinta, movilizándose en favor de la
implantación del crédito social.
Teoría
Douglas propuso que, debido
a que la cantidad de ingresos recibidos en cualquier periodo -por todos los
miembros de una sociedad- son menores que el monto total de precios demandados
en ese mismo periodo, se origina una deficiencia en el poder de compra en ese
periodo. Douglas ejemplificó esa ostensible deficiencia con su “Teorema de A +
B”, en el que plantea que si A son todos los pagos hechos a los consumidores en
el sistema (ya sea como salarios, dividendos, etc) y B son los pagos hechos por
los productores que no se pagan a consumidores (tales como gastos de
"overheads" por edificios y maquinarias - ver amortización y
depreciación) sigue que el precio por todos los bienes producidos es A+B, pero
como solo A ha sido recibido como ingresos, resulta que el ingreso por ese
periodo es menor que los precios de los bienes y servicios producidos en ese
mismo periodo de producción.
De lo anterior Douglas
concluye que el sistema no genera el dinero suficiente para mantener su
funcionamiento. En su terminología, el sistema no es “autoliquidizante”
A fin de resolver ese
problema, Douglas postula que deben suceder una o todas de las siguientes
alternativas.
La población entra en deuda,
a través del uso del Crédito.
El gobierno se endeuda e
incrementa la deuda pública (ya sea externa o interna)
Las empresas piden crédito a
los bancos, de manera que se crea nuevo dinero.
Las empresas venden por
debajo del costo y terminan llegando a la quiebra
Un estado recurre a la
guerra, “exportando” bienes tales como balas y bombas, etc, al enemigo,
financiando el proceso a través de la deuda pública con la esperanza que el
enemigo pagará por todo (si es derrotado)
Un estado gana una “guerra
comercial” forzando alguna otra nación al déficit y deuda a fin de que compren
el producto extra.
Si esas cosas no suceden,
las empresas se ven forzadas a despedir trabajadores, el desempleo incrementa,
la economía entraba o entra en recesión, bajan los ingresos fiscales por
impuestos, los servicios se reducen y la pobreza aumenta mientras que, en
realidad, todos podrían vivir en la abundancia.
Douglas creía que el crédito
social puede resolver ese problema en la medida que asegura que siempre habrá
el dinero necesario circulando (en la forma de créditos) como para comprar todo
lo que se ha producido.
Sus propuestas se resumen en
tres “demandas” centrales:
1- Que una “Oficina Nacional
del Crédito” calcule sobre bases estadísticas el monto de crédito necesario en
la economía.
2.- Un mecanismo para ajustar
los precios que reflejen el costo real de producción (basada en la demanda
agregada en el mismo período)
3.- Instauración de un
“Dividendo Nacional” a fin de garantizar un ingreso mínimo a todos, sin
consideración de si tienen un trabajo o no.
Douglas argumento que esa
última demanda es de sentido común ahora que la automatización y las máquinas
que ahorran trabajo han reducido no solo el número de trabajadores que se
necesitan para producir los bienes y servicios necesarios sino también el número
de horas de trabajo necesarias para producirlos.
Esas ideas gozaron de gran
popularidad durante la Gran Depresión pero no alcanzaron la aceptación
necesaria para hacerlas realidad.
La teoría del Crédito Social
responsabiliza de muchos problemas sociales al sistema financiero privado,
especialmente aquellos bancos que practican el sistema fraccional de reservas.
Como consecuencia, Douglas fue acusado de antisemitismo al final de la Segunda
Guerra Mundial1 Esto podría ser debido a que algunos de sus argumentos fueron
usados -sin atribución- en la retórica del nazismo, cuando los líderes de ese
movimiento denunciaban lo que ellos consideraban la "conspiración
financiera controlada por los judíos".
A pesar que tales
sentimientos no fueron ni son común entre los seguidores de la teoría, Solon
Earl Low, líder del Social Credit Party of Canada desde 1944 a 1961, sufrió
acusaciones similares, posiblemente debido al apoyo ofrecido por Ezra Pound
Versiones posteriores de la
teoría
Robert A. Heinlein describió
un sistema de crédito social en su primera novela (Para nosotros, los que
estamos vivos) publicada en 2003 pero escrita en torno a 1939. "Más allá
del horizonte" describe un sistema similar pero con menos detalles. La
sociedad reflejada en el libro usa un método para prevenir inflación: el
gobierno ha llegado a un acuerdo con los propietarios de empresas: en lugar de
incrementar los precios, los reducen y el gobierno (o el Banco de EE. UU.) les
reembolsa la diferencia después de examinar sus recibos de ventas. Al igual que
en otros sistemas de renta básica universal o de "ingresos por la herencia
común", ese dinero viene de la nada (es decir, es dinero fiduciario puro).
En ese futuro, el Estado no necesita impuestos para financiarse. Los personajes
del libro dejan claro que el presente sistema de “reservas fraccionales”
permite que los bancos creen dinero (en la medida que pueden prestar muchas
veces la cantidad que tienen en sus cuentas o mantienen como encaje) mientras
en el futuro descrito por Heinlein solo el estado puede crear dinero.
Robert Anton Wilson propone
otra forma de crédito social. Su plan tiene la intención de terminar con la
“esclavitud del salario” y comienza por ofrecer una recompensa a cualquier
trabajador que pueda modificar el sistema a fin de terminar la necesidad de su
puesto de trabajo. El premio es el ingreso mínimo garantizado (el que, en la
"Trilogía del Gato de Schrödinger, incluye un premio o ingreso menor a
todos los demás trabajadores que pierden su trabajo como consecuencia de la innovación).
Ese ingreso consiste de “ayudas de comercio” (cupones) que pierden valor con el
transcurso del tiempo a fin de promover su uso y limitar inflación (Wilson no
dice esto explícitamente). En otras escritos, Wilson atribuye esta estrategia a
la libre economía de Silvio Gesell, quien también ha sugerido que el gobierno
facilite que comunidades pequeñas experimenten con modelos económicos
alternativos. La idea es que si uno de esos enclaves implementara algo
exitosamente, otras - incluso el país- lo imitarían.
Critica
La mayoría, si no todas, las
críticas a la propuesta del crédito social se centran en la proposición que
causaría inflación.
Grupos influidos por la idea
Australia
Australian League of Rights
Douglas Credit Party
Canadá
Partidos Políticos Federales:
Social Credit Party of Canada/Canadian social credit
movement
Ralliement créditiste
Abolitionist Party of Canada/Christian Credit Party
Canadian Action Party (active)
Global Party of Canada
Partidos Políticos
Provinciales:
Alberta Social Credit Party
(active)
British Columbia Social Credit Party (active)
Manitoba Social Credit Party
Social Credit Party of Ontario
Ralliement créditiste du Québec
Social Credit Party of Saskatchewan
Organizaciones:
Pilgrims of Saint Michael
Committee on Monetary and Economic Reform
ver también: Certificado de
Prosperidad
Nueva Zelanda
Country Party (New Zealand)
New Zealand Democratic Party
New Democratic Party (New Zealand)
Real Democracy Movement
Social Credit Party (New Zealand)
New Zealand Social Credit Association (Inc)
Islas Salomon
Partido del Crédito Social
de las Islas Salomón (activo)
Reino Unido
Social Credit Party of Great Britain and Northern
Ireland