es
una amenaza revolucionaria vigente
POR
JORGE P. MONES RUIZ
La
Prensa, 24.01.2020
"El odio como factor de lucha, el
odio intransigente al enemigo, que impulsa más allá de las limitaciones
naturales del ser humano y lo convierte en una eficaz, violenta, selectiva y
fría máquina de matar. Nuestros soldados tienen que ser así: un pueblo sin odio
no puede triunfar sobre un enemigo brutal".
Ernesto
Che Guevara (Mensaje a la Tricontinental, 1967)
Como
consecuencia de la caída del Muro de Berlín en 1989 y del colapso del comunismo
en la ex Unión Soviética, Fidel Castro decidió fundar una transnacional
latinoamericana que le permitiera minimizar el hecho de haber perdido el apoyo,
sobre todo financiero, del bloque oriental que tuvo a lo largo de tres décadas.
Para
ello y con el apoyo del Partido de los Trabajadores (PT) en Brasil, con cierto
poder parlamentario, Fidel Castro convocó en 1990, junto con Luis Ignacio Lula
Da Silva, a varias organizaciones guerrilleras y grupos políticos y sociales de
América latina a una reunión en la ciudad de San Pablo.
En
la misma se destacó la presencia, además del PT y del Partido Comunista de
Cuba, del Ejército de Liberación Nacional y las Fuerzas Armadas Revolucionarias
de Colombia (Raúl Reyes, líder guerrillero colombiano, admitió en una visita a
Venezuela que las FARC forman parte del llamado Foro de San Pablo); el Frente
Sandinista de Liberación Nacional de Nicaragua; la Unión Revolucionaria
Nacional de Guatemala; el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional de El
Salvador y el Partido de la Revolución Democrática de México. En dicha reunión
quedó conformada una organización que se autodenominó el Foro de San Pablo
(FSP).
Varias
decenas más de grupos guerrilleros y partidos de izquierda de la región se han
ido sumando a lo largo de los años, como el Ejército Zapatista de Liberación
Nacional (EZLN) de México en enero de 1994. De la Argentina, doce
organizaciones políticas: el Partido Comunista, Partido Comunista
Revolucionario, Partido Humanista, Partido Intransigente, Movimiento Libres del
Sur, Frente Grande, Partido Socialista, entre otras.
Hugo
Chávez, líder notorio de esta plataforma política-estratégica transnacional, se
sumó al Foro de San Pablo el 30 de mayo de 1995. Esto fue confirmado por Pablo
Beltrán, líder del ELN, en una entrevista realizada por Globovisión el 17 de
noviembre de 1999.
ANTECEDENTES
Un
antecedente de este foro es la Primera Conferencia de Solidaridad de los
Pueblos de Asia, Africa y América Latina (la Tricontinental), reunida el 3 de
enero 1966 en La Habana (Cuba). La conferencia se considera como una respuesta
de los Países del Sur al colonialismo y el imperialismo. En el marco de este
histórico encuentro, se creó la Ospaal (Organización de Solidaridad entre los
Pueblos de Africa, Asia y América Latina).
Entre
los objetivos a alcanzar por la Conferencia estaban la lucha por la liberación
nacional y la consolidación de la independencia y soberanía nacional, el
derecho a la autodeterminación de los pueblos, apoyo a la justa causa del
pueblo de Cuba contra el imperialismo yanqui, contra el apartheid y la
segregación racial, a favor del desarme y la paz mundial.
En
su primera sesión, Ernesto Che Guevara expresó la necesidad de conquistar la
libertad e independencia de los pueblos creando "uno, dos, tres, cuatro
Vietnam".
Otro
antecedente, y como sucedánea de la Tricontinental, surge en agosto del año
siguiente (1967), también en Cuba. Se trata de la Organización Latinoamericana
de Solidaridad (OLAS), compuesta por diversos movimientos revolucionarios y
antiimperialistas de América Latina. En su primera declaración la OLAS realizó
un balance sobre las estrategias aplicadas hasta el momento y apostó claramente
por la lucha armada y la guerra de guerrillas como mecanismo para extender la
revolución a toda Latinoamérica, oficializando la agresión externa a nuestro
país. Curiosa forma de "contribuir al desarme y a la paz mundial",
como sostuvieron un año antes en la Ospaal.
LA
CONDUCCION
El
Foro de San Pablo contó con una orgánica centralizada: un Estado Mayor civil,
dirigido entre otros por Fidel Castro, Lula, Tomás Borge (ex guerrillero
sandinista y ex ministro del Interior durante el gobierno de Daniel Ortega en
Nicaragua) y Frei Betto (sacerdote brasileño y uno de los principales
referentes de la Teología de la Liberación); y un Estado Mayor militar, cuyo
comandante era el propio Fidel Castro, secundado por el líder sandinista Daniel
Ortega.
Integraba
la cúpula militar el conocido terrorista guerrillero argentino Enrique
Gorriarán Merlo, uno de los fundadores del Ejército Revolucionario del Pueblo
(ERP) el 30 de julio de 1970, y posteriormente del Movimiento Todos por la
Patria (MTP) en mayo de 1986.
Fue
quien encabezó el grupo que asesinó a Anastasio Somoza en Asunción, Paraguay,
el 17 de septiembre de 1980. En 1987 aportó un millón de dólares para el
periódico Pagina 12, según reveló su fundador Jorge Lanata. Durante el gobierno
del Dr. Raúl Alfonsín, Gorriarán Merlo fue el conductor del ataque terrorista al
Regimiento 3 de Infantería Mecanizada de La Tablada, en Buenos Aires, ocurrido
el 23 de enero de l989, donde murieron 39 personas.
El
financiamiento del Foro de San Pablo se basó en operaciones delictivas como ser
el secuestro, el abigeato, el cobro de vacuna (peaje), asaltos a bancos, la
piratería, el narcotráfico, y demás actividades ilegales que rutinariamente
practican los grupos guerrilleros en Latinoamérica.
Las
FARC y el ELN de Colombia fueron las principales fuentes de financiamiento del
Foro. Sin dudas, los narcoestados de la región (Venezuela, con el Cartel de los
Soles, y hasta hace pocas semanas Bolivia, con el Cartel del Chapare)
constituyen otros mecenas de la "revolución marxista-bolivariana" en
la región.
LAS
TACTICAS
Habiendo
perdido vigencia el marxismo de los años sesenta y setenta con su estrategia
revolucionaria militarista (foquismo y "acción insurreccional de
masas") el Foro de San Pablo despliega su accionar a través de diferentes
maniobras basadas en supuestas reivindicaciones de neto corte ideológico de
izquierda, ejecutadas por nuevos actores que podemos identificarlos como los
movimientos sociales alternativos; nuevas tendencias ideológicas, culturales y
políticas que enfrentan a los estados naciones, y de las cuales el nuestro no
está exento. Estamos frente al Socialismo del Siglo XXI.
Una
de las maniobras es el indigenismo, o la supuesta lucha por los derechos de los
indígenas para encubrir la formación de grupos guerrilleros y terroristas
(v.g.: el Ejército Zapatista de Liberación Nacional en México o la Coordinadora
Arauco Malleco - CAM de Chile); y también la promoción del separatismo o
segregación territorial, argumentando que los territorios ocupados por los
aborígenes les pertenecen por ser pueblos originarios y que fueron arrebatados
por el Estado Nacional o los blancos desde la conquista (v.g.: Resistencia
Ancestral Mapuche - RAM - en Argentina).
Otra
tendencia o maniobra es la del ecologismo que, so pretexto de la preservación o
protección del medio ambiente, justifica la acción contra el avance del Estado
en la ejecución de obras de infraestructura, como rutas y tendidos eléctricos.
En este contexto, la maniobra cultural de fundamental relevancia abarcó otros
ámbitos para el logro de los fines propuestos.
Y
finalmente, una tendencia se da en el factor religioso. Es la llamada Teología
de la Liberación (Gustavo Gutiérrez, Frei Betto, Leonardo Boff -hoy, teólogo de
la Ecología-, Evaristo Arns, etc.), que desarrolla su accionar con el objetivo
de dividir la Iglesia Católica propugnando iglesias locales autónomas de Roma y
justificar la violencia con argumentos presuntamente cristianos. Varias de sus
consignas están alejadas de la Tradición y el Magisterio de la Iglesia.
El
Foro San Pablo tuvo gran influencia en la elección del ex presidente y ex
dirigente cocalero boliviano Evo Morales (jefe del Cartel del Chapare,
proveedor al Cartel de Sinaloa de México). Dicho apoyo se llevó a cabo a través
de Chávez de Venezuela, Kirchner de Argentina y Lula de Brasil para aumentar el
eje de centroizquierda regional en lo cultural y aceptando todas las
imposiciones de los organismos financieros internacionales, como por ejemplo
las políticas sobre control de la natalidad y educación impulsadas por el Banco
Mundial, que condiciona sus créditos en este sentido.
EL
DESPRESTIGIO
La
ideología de los derechos humanos es el arma para acorralar y destruir a las
Fuerzas Armadas que pueden hacerles frente. Lo que acontece en la Argentina y
otros países en este sentido es una prueba palmaria de ello.
La
Iglesia Católica es desprestigiada, ridiculizada, hostigada permanentemente,
cuando no perseguida, inventando o potenciando denuncias por "escándalos
sexuales", reales o falsas. La acusación de ser retrógrada e insensible es
una constante entre las diatribas lanzadas por los blasfemos y oportunistas de
la política. Los empresarios, a su vez, fueron y van a seguir siendo acusados
de corruptos y los dirigentes sindicales de acomodaticios y burócratas,
aprovechando hechos ciertos, aumentándolos o inventando otros. Sobre estas
grandes líneas de acción se desarrolla la llamada Guerra Social para alcanzar
la toma del poder.
George
Soros, el multimillonario empresario internacional, es uno de los principales
sostenedores del FSP y con ello busca consolidar una izquierda que domine el
negocio de la droga para lo cual aboga por la despenalización de su consumo, lo
mismo que el aborto, ya que tiene intereses en cadenas de clínicas abortistas
en varias partes del mundo. En Argentina, varios grupos mediáticos y
empresarios, conscientes o no, forman parte de la avanzada de esta estrategia
neomarxista financiada por grupos bien capitalistas.
En
la segunda parte de este artículo analizaremos algunos hechos, los más
significativos, en forma cronológica que precisan lo mencionado hasta acá y que
refieren las políticas, objetivos y maniobras de esta organización
transnacional que afecta a nuestros países, en especial al nuestro.
*
El autor es Licenciado en Estrategia y Organización y ex Mayor del Ejército
Argentino.