Por Héctor GIULIANO (5.6.2021)
Durante
sus cuatro años de gestión el ex presidente Macri aumentó el stock de la Deuda
Pública en 82.000 Millones de Dólares, pero colocó deuda nueva por el doble:
167.000.
Conforme los datos oficiales del Ministerio de
Economía (MECON) durante la administración Macri (2015-2019) la Deuda Pública
del Estado Central habría aumentado unos 82.000 MD.[1]
Este importe surge por diferencia de saldos
entre el stock de Deuda final que dejó el Macrismo a fines de 2019 – 336.000 MD
– y el saldo inicial que recibió de la administración de Cristina Fernández de Kirchner (CFK) en Diciembre de 2015, que era
de 254.000 MD.[2]
Pero esta cifra no es la misma que surge de la
sumatoria anual de los cuadros de Flujos y Variaciones de la Deuda - que están
en los Informes trimestrales del MECON - donde se muestran los importes de
endeudamiento colocado y el consiguiente aumento del stock de deuda año por año.
Este Cuadro muestra las nuevas deudas
contraídas o renovadas durante cada período - identificadas como rubro Financiación -
restándole las Amortizaciones y/o Cancelaciones en el mismo lapso de tiempo,
más/menos otros conceptos (que, como vamos a ver, devienen muy relevantes para
el resultado final).
Dentro de Amortizaciones se computan tanto los
pagos realizados que cumplen y extinguen obligaciones financieras como las
Cancelaciones o renovaciones vía novaciones de Deuda (efectuadas con los mismos
acreedores o con terceros).
La diferencia entre ambos rubros – Financiación
y Amortización/Cancelación - da el endeudamiento neto del período.[3]
Aunque este dato – como todos los de la Deuda
expresados en valores absolutos – es en realidad engañoso porque en la práctica,
dada la iliquidez e insolvencia estructural de la Argentina para hacer frente a
los servicios de la Deuda, los vencimientos de Capital nunca se pagan sino que
se renuevan o refinancian sistemáticamente, hasta el último centavo.
Cosa que explicamos a continuación.
EL MECANISMO DE ENDEUDAMIENTO CONTÍNUO
El saldo del endeudamiento de un período
(trimestral y/o anual) – siempre dentro del Cuadro de Flujos y Variaciones –
enmascara una realidad permanente de Deuda Perpetua porque la mayor parte de
las Amortizaciones se cubre con Financiación.
Esto es así porque siempre hay algunos pagos a determinados
acreedores que deciden retirar su dinero al vencimiento – aunque serían los
menos y están metidos dentro del rubro Amortizaciones (comprendiendo Capital e
Intereses) – pero éstos son íntegramente reemplazados por nuevos acreedores que
cubren tales reducciones de deuda, de modo que el stock del endeudamiento no
baja.
Y, por el contrario, el monto aumenta siempre por
la toma de Deudas Nuevas relevantes, que se incorporan al stock pese a que las
autoridades nacionales y los prestamistas acreedores conocen la probada
iliquidez e insolvencia fiscal antes
citada.
Justamente, las crisis financieras periódicas
que sufre el Estado Argentino (y también el BCRA) se dan por culpa de esta
situación de incapacidad de pago estructural cuando se producen los inexorables
descalces de cobertura en tales obligaciones, esto es, cuando no se llega a
cubrir a tiempo el juego de renovación de los compromisos.
Todo esto, en lo tocante al sub-rubro
Amortizaciones del Cuadro de Flujos y Variaciones de Deuda.
Las Cancelaciones, en cambio – el segundo grupo
dentro de Financiación - corresponderían prácticamente todas a esas
renovaciones directas de vencimientos vía novaciones con los mismos tenedores
de deuda o con terceros a las que ya hicimos referencia.
Dicho en términos más simples: que la totalidad
de los vencimientos de la Deuda Pública se cubre en forma continua con
refinanciación de las deudas existentes y que la diferencia entre Financiación
y Amortizaciones es la que representa el aumento real del endeudamiento del
período.
Se trata de la diferencia entre la Deuda
colocada en el período (Financiación) y las Amortizaciones/Cancelaciones, lo
que da una diferencia primaria de aumento o reducción del stock del
endeudamiento, un saldo que - salvo muy raras excepciones - desde hace 40 años –
es siempre positivo, es decir, de incremento del stock deudor.
Empero, este saldo primario del stock de Deuda
está sujeto a importantes Ajustes de Valuación que normalmente se producen en
el período respectivo (sobre todo cuando son medidos por año calendario y no
sólo en forma trimestral).
Y aquí es donde aparece el problema de los
ajustes por valuación, esencialmente ligados a la devaluación de nuestra moneda
local, el peso frente al dólar.
Ocurre que – por Metodología Internacional –
las Cuentas Públicas de la Deuda y otros conceptos se llevan en Dólares, por lo
que las cifras en Pesos quedan expuestas a las variaciones por Tipo de Cambio y
otros coeficientes de Ajuste, que actúan como factores indexatorios de los
importes de deuda que se exponen en valores absolutos (como es el caso de la
deuda indexada por CER-Coeficiente de Estabilización de Referencia, por ejemplo,
que es la más notoria).
Dadas las sucesivas e importantes devaluaciones
producidas en la Argentina los Ajustes de Valuación por Tipo de Cambio –
básicamente actualizaciones según cotización del Dólar – tienden por lógica a
licuar el valor de la Deuda en Pesos expresada en la divisa norteamericana.
Este hecho es relevante porque neutraliza en
gran medida el aumento real de la Deuda producido en el período dado que la
mayoría de la Deuda – Externa y también Interna – está en dólares y otras
monedas extranjeras.
En efecto, al 31.12.2020 (última información
oficial disponible) el 76.45 % de la Deuda Pública Argentina está en Moneda
Extranjera y sólo el 23.55 % está en Pesos.
Como vamos a ver en el acápite siguiente, estas
variaciones por Ajustes de Valuación se convierten en factores distorsionantes
a la hora de mostrar resultados en valores absolutos.[4]
EL AUMENTO DE LA DEUDA MACRI
Tomando como base los datos de los Informes de
Deuda Pública del MECON - y dentro de los mismos los cuadros de Flujos y
Variaciones anuales de la Deuda del Estado Central[5]
- es posible reconstruir los montos reales del endeudamiento bajo la
administración Macri, que en la realidad habrían sino mucho mayores que los 82.000
MD consignados oficialmente.
Para ello vamos a mostrar a continuación un
cuadro en que resumimos tales variaciones sobre la base, repetimos, de las
propias informaciones oficiales.
VARIACIÓN DE LA DEUDA MACRI 2015-2019
AÑO |
SALDO
INICIAL |
FINANC
DEL AÑO |
AMORT
DEL AÑO |
DIF
(+/-) |
AJU
VAL |
AJU
TOT |
SALDO
FINAL |
SALDO
OFICIAL |
2016 |
240.700 |
94.700 |
44.300 |
50.400 |
8.500 |
34.800 |
275.400 |
288.400 |
2017 |
275.400 |
139.500 |
83.700 |
55.800 |
9.500 |
45.500 |
320.900 |
334.700 |
2018 |
320.900 |
131.300 |
75.400 |
55.900 |
51.800 |
11.300 |
332.200 |
345.400 |
2019 |
332.200 |
98.600 |
93.200 |
5.400 |
13.700 |
9.100- |
323.100 |
336.000 |
TOT[6] |
82.400 |
464.100 |
296.600 |
167.500 |
83.500 |
82.500 |
47.700 |
82.000 |
OBSERVACIONES Y COMENTARIOS SOBRE EL CUADRO:
a) Todas las cifras están tomadas al 31.12 de
cada año y se expresan en millones de dólares (MD), según datos oficiales del
MECON.
b) La columna Saldo Inicial corresponde
lógicamente al del año anterior, aunque con las reservas consignadas en la nota
6 del presente trabajo. De allí que en algunos casos estos saldos iníciales
puedan no coincidir con los finales del año precedente.
c) Las columnas de Financiamiento y
Amortizaciones del Año corresponden a los rubros Financiación y Amortizaciones/Cancelaciones
respectivamente.
d) La columna Diferencia corresponde a la resta
entre las dos anteriores y refleja por lo tanto la variación real producida en
el período, que prácticamente siempre es de aumento.
Los importes de estas diferencias entre Deuda
Colocada y Amortizada/Cancelada, en efecto – salvo casos muy excepcionales -
tienen siempre signo positivo, que por ello aquí se omiten (sólo se exhiben los
signos negativos) y son los que muestran así el aumento real de la Deuda
durante el período.
e) La columna de Ajustes de Valuación es la
clave de este cuadro y corresponde básicamente a las diferencias producidas por
Tipo de Cambio y también por CER. Esto implica que todos los años las
devaluaciones del peso argentino llevan a una merma o licuación relevante de
las variaciones por este concepto – medidas en dólares - que neutralizan gran
parte del aumento registrado en la columna anterior (el Saldo por aumento de la
Deuda).
O dicho de otro modo: que el aumento real de la
Deuda por toma de nuevas obligaciones queda parcialmente compensado con la
depreciación de la Deuda en Pesos expresada en Dólares.[7]
f) La columna de Ajuste Total - que da el saldo
final del cuadro de Flujos y Variaciones – es el producto de la anterior
menos/más las variaciones totales de ajuste, es decir, la diferencia principal
producida por los movimientos de Deuda compensados con la reducción por el
efecto de las valuaciones.
Se trataría, en definitiva, de ajustes
contables por Tipo de Cambio que afectan fundamentalmente a la Deuda en Pesos,
ya que las posibles variaciones entre terceras monedas casi nunca es relevante,
salvo casos puntuales.
Ergo, el cuadro pone de relieve no sólo el gran
aumento directo de la Deuda Macri en algunos años – casos 2018 y 2019 – sino
también el enmascaramiento del también alto endeudamiento del bienio 2016-2017,
en que los aumentos de deuda son neutralizados por las devaluaciones, lo mismo
que gran parte del 2018.
g) La columna Saldo Final tiene por fuente el
Cuadro de Flujos y Variaciones - según el desagregado de los conceptos
explicados – y su total a fines de 2019 coincide aproximativamente con los
82.000 MD del Stock de la Deuda Total Oficial de los Informes Anuales.
h) Las columnas de Saldos – Inicial, Final y
Oficial – en la última línea (de Totales) muestran las diferencias entre puntas
(2015-2019).
El total del endeudamiento del cuadrienio
medido según Flujos y Variaciones da así 82.400 MD, que es resultado de la
diferencia entre el Saldo Final de 2019 y el inicial de 2016 (323.100 – 240.700),
responde a la sumatoria de los Ajustes Totales que determinan tal diferencia y
es también coincidente con la diferencia de totales generales de saldos de los
cuatro períodos (los 82.000 MD citados al comienzo de este trabajo.
En síntesis: que según surge de los resultados
del Cuadro, durante su gobierno Macri colocó Deuda por 464.100 MD y Amortizó
(pagó) o Canceló (renovó) obligaciones por 296.600 MD, lo que implicó un
aumento del endeudamiento total de 167.500 MD; pero como sus devaluaciones licuaron
parte de la Deuda en Pesos (al ser traducida a Dólares) – con otros rubros
menores por 1.500 MD – el Saldo Final de la Deuda Pública al fin de su mandato
resultó (contablemente hablando) de 82.500 MD, cifra prácticamente igual a los
82.000 MD resultante de la diferencia de stocks totales del cuadrienio (336.000
MD al 31.12.2019 – 254.000 MD al 31.12.2015).
CONCLUSIONES
Dicho todo esto, cabe dejar planteado el
interrogante de cuál es el verdadero monto de aumento del endeudamiento
argentino frente a este tratamiento de datos bi-monetarios, dada la importancia
de este caso en particular pero igualmente en general (ya que este problema de
los datos que muestra el Cuadro de Flujos y Variaciones de la Deuda Pública no
es nuevo en la Argentina).
Y en lo tocante específicamente a la Deuda
Macri – la tercera gran Ola de Endeudamiento después de la del Proceso Militar
1976-1983 y de la Convertibilidad Menem-Cavallo de la década del ´90 –
corresponde determinar en consecuencia el vero quantum de tal endeudamiento
porque la “licuación” de la Deuda en Pesos expresada en dólares no evita que
los mecanismos indexatorios (con el tipo de cambio a la cabeza) restituyan en
mayor o menor medida el valor de ese monto de deuda efectivamente contraído.
Con lo que la Deuda a pagar al vencimiento
futuro será siempre mayor a la que hoy se muestra en los cuadros.
Dicho esto en otros términos: Macri tomó deuda
– sin capacidad de repago – por valor de 167.500 MD pero por efecto de las
sucesivas devaluaciones del peso durante su mandato esto produjo una importante
licuación de la Deuda contraída en Moneda Local.
Esto habría actuado en la práctica como una
suerte de enmascaramiento de gran parte de este incremento del monto de la
Deuda y lo hizo en forma ambivalente porque por un lado dañaba financieramente
a los tenedores de letras y bonos del Tesoro (que serían en su mayoría Entes
Oficiales) mientras que por otro garantizaba el mantenimiento de su valor para
aquéllos títulos indexados, especialmente según cláusula Dólar (que en su mayoría
estarían en manos privadas).[8]
Como las autoridades actuales – siguiendo una tradición
permanente en la materia – mantienen el anonimato de los Acreedores Financieros
del Estado (Tesoro y también Banco Central) no puede saberse quiénes y en cuánto
se beneficiaron o perjudicaron con esta depreciación de la Deuda en Pesos
medida en dólares.
Pero lo que sí puede afirmarse es que este
mecanismo de manipulación de los valores de la Deuda Pública no sólo acrecienta
la incertidumbre sobre el verdadero monto total de la misma sino que fundamenta
en particular el interrogante de que Macri aumentó la Deuda bajo su gestión en
82.000 MD pero colocó deuda real por el doble: 167.500 MD; que al ser traducida
a dólares quedó reducida merced a un ajuste por devaluaciones del orden de los
83.500 MD a la mitad del aumento de ese pasivo.
Ésta es la explicación por la que en sus cuatro
años de gobierno Macri aumentó la Deuda Pública en 82.000 MD pero había
colocado Deudas – en Letras/Bonos del Estado y Préstamos recibidos – por el
doble (167.500 MD).-
Lic. Héctor L. GIULIANO
Buenos Aires, 5.6.2021
Archivo: GIULIANO ARTICULO 2021 06 05 DEUDA
MACRI
[1] Las abreviaturas MD/M$ y B$
significan Millones de Dólares/Pesos y Billones de $ respectivamente y se
expresan siempre con redondeo, de modo que pueden darse mínimas diferencias
entre totales y sumatoria de términos.
En
algunos casos, los importes se pueden mostrar con equivalencia de monedas (≡).
[2] La reconstrucción de las
cifras exactas de la deuda heredada del Kirchnerismo es difícil debido a que en
su momento el gobierno CFK declaraba una deuda en firme menor que la real:
222.700 MD. Pero si a este importe se le sumaban los Cupones PBI - VLPBI, por
13.300 MD - y lo adeudado a los Holdouts - 11.500 MD: 6.100 por Capital y 5.400
por Intereses acumulados (que luego resultaron ser más del doble por concepto
de intereses compensatorios o punitorios) - el monto se iba a 247.000 MD, sin
contar la parte proporcional de los servicios impagos que se seguían generando.
De
modo que el saldo de arrastre de los 254.000 MD al 31.12.2015 - que hoy figura
en el Cuadro de evolución anual del Informe de Deuda del MECON - deviene
consistente con esa cifre.
El
problema era que la administración Kirchner (K) consideraba los VLPBI y los
Juicios perdidos por el Estado con los Fondos Buitre como “Deuda contingente” y
no Deuda en firme, pese a que ambas eran obligaciones confirmadas.
Por
otra parte, el Macrismo nunca dio a conocer después información global ni
desagregada sobre el monto final acordado con los Acreedores en 2016 – por la
mediación Pollack, habilitada por el juez Griesa - donde se habría reconocido
un total a pagar de 18.400 MD entre Capital e Intereses (6.200 por Capital,
5.500 por Intereses Moratorios y 6.700 por Intereses Compensatorios).
De
modo que el importe de los Intereses pagados a los Fondos Buitre no sólo se
habría duplicado así contra las estimaciones K (5.400 MD / 12.200 MD) sino que
también la relación Capital-Intereses culminaría siendo 2 a 1 (6.200 MD /
12.200 MD), es decir, que se terminó pagando por Intereses el doble del Capital
original.
[3] Las denominaciones exactas
con que estos conceptos aparecen hoy en el cuadro de Flujos y Variaciones son
respectivamente: 1. Financiamiento, Canjes y Comisiones, 2. Amortizaciones, Canjes
y Cancelaciones, y 3. Operaciones Netas del Período (diferencia entre 1 y 2).
[4] Esta observación acerca de
la distorsión de cifras es importante porque corresponde fundamentalmente a un
problema que no se refleja en los números oficiales de la Deuda: el hecho que
como la mayor parte de la Deuda en Pesos está indexada los importes futuros
reales a pagar – por base ajustada de Capital y consiguientemente por Intereses
que se abonan sobre dicha base – serán siempre superiores a los montos
consignados en la actualidad a valor nominal.
Al
31.12.2020 la Deuda del Tesoro en Moneda Local equivalía a 79.000 MD pero gran parte de la misma está sujeta a
indexación por distintas variables – principalmente por CER y por Tipo de
Cambio) – lo que corrobora este aserto.
En
tal importe se incluye la deuda emitida en dólares pero cuyo pago de Capital e
Intereses se realiza en pesos.
[5] Cabe recordar que todas las
cifras volcadas en el presente trabajo se refieren sólo a la Deuda del Estado Central y no a la Deuda Pública
Nacional ya que aquí no se consideran – ni se tienen datos completos como para
hacerlo – los importes del endeudamiento de Provincias y Municipios, Empresas
Oficiales, Organismos Nacionales y Fondos Fiduciarios, Banco Central (BCRA) y
Juicios perdidos por el Estado con sentencia en firme.
[6] Los saldos de Deuda de cada
año (tanto según Flujo/Variaciones como según Total Oficial) se muestran aquí
solamente a título informativo o de referencia – sin entrar a discutirlos -
porque si bien los importes resultan cercanos, no son comparables porque es discutible
poder conciliar los saldos oficiales de cada año con los que surgen de los
Flujos y Variaciones.
Esto
se produce por varias razones: a) Los saldos oficiales a fin de cada año
siempre son “provisorios” y los importes exactos normalmente sufren ajustes en
los períodos siguientes, b) Los números de Flujos y Variaciones no incluyen los
VLPBI, que implican una diferencia cuasi-constante entre 13 y 13.500 MD, c)
Tampoco incluyen las deudas pendientes de reestructuración, y d) Los ajustes de
variaciones incluyen rubros menores especiales.
[7] La contracara de esta
“ventaja” obtenida por el Tesoro – siempre medida en dólares - es que la “pérdida”
producida por Devaluación a los tenedores de títulos públicos que castiga el valor de la Deuda en Pesos
corresponde a Deudas que en su gran mayoría son parte de la Deuda Intra-Estado
(con la del FGS-Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES a la cabeza y
varios de los grandes Bancos Oficiales, que serían los principales poseedores
de esos títulos en pesos) de modo que la ganancia del Fisco la terminan
perdiendo los Organismos Oficiales que compraron dichos títulos para sostener
el endeudamiento del Estado.
Aunque
de todas maneras cabe observar – en
línea con lo ya mencionado en la Nota 6 de este Artículo – que esta “perdida”
también es relativa para los tenedores – públicos y privados – porque la mayor
parte de la Deuda en Pesos hoy está cubierta por cláusulas de indexación y,
entre ellas, no sólo por Inflación sino también por Tipo de Cambio.
[8] En la actualidad el 40 % de
la Deuda Pública del Estado Central es Deuda Intra-Sector Público y se entiende
que la mayoría está en Pesos (salvo las Letras Intransferibles en poder del
BCRA) – el 37 % está en manos del Sector Privado y el 23 % restante a cargo de
Organismos Internacionales (con el FMI a la cabeza) y Oficiales (como los
Países del Club de París).
La
combinación que se da en la composición de la Deuda por Tipo de Moneda y Tipo
de Acreedor constituye un factor clave en el cambio de la carga y los
vencimientos de las obligaciones financieras del Estado.