POR LUIS ALVAREZ
PRIMO
La Prensa,
18.06.2023
En Libido
Dominandi: Liberación Sexual y Control Político, el polímata estadounidense
E. Michael Jones arroja luz sobre temas fundamentales de la guerra cultural en
curso contra el orden social cristiano y la obra misma del Creador, es decir,
contra el hombre y su entorno, a través de la revolución sexual, la guerra eugenésica
y la guerra psicológica, cuyas técnicas de dominio y control han alcanzado un
altísimo grado de sofisticación desde las dos grandes guerras mundiales del
siglo XX.
La obra, publicada
en el año 2000 y ahora traducida al español, conserva plena vigencia porque su
trasfondo es la naturaleza humana, que no cambia, aunque sí hay un progreso
evidente en las tecnologías que impactan sobre ella.
El libro ha
servido como disparador de sucesivas investigaciones del autor que se han
concretado en grandes obras como El espíritu revolucionario de los judíos y su
impacto en la Historia Mundial; Metal Estéril: Historia del capitalismo como
conflicto entre la usura y el trabajo; La epifanía del Logos: Historia de la
realidad última y, más recientemente, la lujosa edición de Los peligros de la
belleza. El conflicto entre la mímesis y la concupiscencia en las bellas artes.
Esto sin contar
con una veintena de otros títulos que integran -junto con la publicación
mensual desde hace 40 años de su potente revista Culture Wars- el formidable
corpus literario de E. Michael Jones.
CONVERSIONES
Hace unos días un
joven me llamó para agradecerme la traducción de la obra de Jones, pero más
importante aún para contarme que gracias a la lectura de sus obras y muchas de
sus entrevistas en las redes, él se había convertido al catolicismo. Este es
uno, entre muchos casos, de conversiones sólidas y maduras, que por cierto
incluyen a no pocos judíos, tal como lo testimonian las cartas al editor en la
revista Culture Wars.
Al respecto ha
dicho acertadamente el doctor Antonio Caponnetto: “Es justo y necesario
reconocer el extraordinario mérito de la vocación intelectual de E. Michael
Jones en quien conviven armónicamente el brillo académico de la más alta
escuela, de una erudición apabullante, con una férrea vocación apostólica que
hace que el alma que lo lee, no pudiendo permanecer indiferente, se estremece y
se convierte”.
El tema de Libido
Dominandi es la pasión sexual instrumentada por los dueños del poder, primero
como medio de subversión y “liberación” de la Ley Moral, y luego, como arma de
control político.
Ya el gran san
Agustín de Hipona advirtió en la Ciudad de Dios: “Así, un hombre bueno, aunque
sea esclavo puede ser libre; pero un hombre pervertido, aunque sea rey será
esclavo, pues sirve, no a un hombre solamente sino, peor aún, a tantos amos
como vicios tenga”. El hombre no es esclavo por naturaleza o por la ley, tal
como sostuvo equivocadamente el gran Aristóteles. Su libertad es una función de
su estado moral. Tiene tantos amos como vicios. Y esto se reflejará en sus
obras -el obrar sigue al ser- mal que les pese a los liberales que pretenden
desvincularlos, negando que los actos privados tienen consecuencias públicas.
Esta perspectiva, aunque invertida, es también la base de la forma más
sofisticada de control social que el hombre jamás haya conocido. Desde los
tiempos del marqués de Sade poco antes de la Revolución francesa hasta el
presente es esta la historia definitiva de la revolución sexual, una historia
de la psicología moderna y una historia de la guerra psicológica.
A lo largo de
doscientos años esas técnicas de subversión y control -que incluyen la
semiótica del alma o “selenspionage” o espía del alma de Adam Weishaupt y los
iluminati, la psicoterapia de Sigmund Freud y Wilhelm Reich, la eugenesia, la
anticoncepción y el control demográfico neomalthusiano de Margaret Sanger, los
Rockefeller, la IPPF et al., la “sexología” homosexualista de Magnus Hirschfeld
y Alfred Kinsey, el conductismo de J.B. Watson, la publicidad de Eddie Bernays,
la difamación anticatólica de Theodore Adorno, el funesto entrenamiento de la
sensibilidad de Carl Rogers, la gigantesca industria pornográfica de Play
Boy/Hustler, la promoción sistemática del vicio y la locura por parte del
rey-filósofo de la izquierda, Michel Foucault y aún la homoideología infiltrada
en la Iglesia católica- han alcanzado un ominoso grado de eficacia en la guerra
cultural global de nuestro tiempo y en los procesos de ingeniería social, con
una gravísima secuela de trastornos en la vida de las personas y de las
naciones, permitiendo que el iluminismo, su “fons et origo”, hurgando en el
cristianismo, haya invertido la visión antropológica y moral de Agustín a fin
de someter y controlar al hombre.
Cuando hace unos
años el doctor Jones fue a la presentación de Libido Dominandi en Polonia, los
ideólogos de la corrección política pretendieron descalificarlo como
“antisemita”. Pero el episcopado lo respaldó y la obra significó un decisivo
aporte en la batalla contra la ideología de género en ese país.
Con la acuidad que
lo caracteriza, E. Michael Jones vuelca en esta obra su acendrada erudición
sobre la literatura anglosajona, y utiliza autobiografías y memorias de
diversos personajes para mostrar el trágico derrotero de quienes deciden vivir
contra la Ley Moral, regalándonos así, una vez más, una lectura fascinante y
aleccionadora.