El Ojo Digital, 13 de Septiembre de 2017
Luego de que el Huracán Harvey azotó a Texas, no pasó
mucho tiempo antes de que los alarmistas del clima afirmen que ellos supieron
todo el tiempo que esto sucedería. Eric Holthaus, de la web estadounidense
Politico declaró, 'Sabíamos que esto pasaría, desde hace décadas'. Naomi Klein
dijo que 'estos eventos habían sido previstos desde hace mucho por los
climatólogos'. Joe Romm de ThinkProgress escribió, 'el hecho es que Harvey es
exactamente el tipo de huracán sin precedente de los que podemos esperar más
gracias al cambio climático'.
Huracán IrmaDe acuerdo a éste y otros autores, los
crecientes gases de efecto invernadero son, al menos, parcialmente culpables
por la ocurrencia y severidad de Harvey y, probablemente, por el Huracán Irma
también. Pero las adivinanzas realizadas luego de los sucesos no constituyen
ciencia. Si cualquier experto en potencia realmente se hubiese enterado desde
hace tiempo que Harvey estaba por venir, permítasele a él o ella demostrarlo,
prediciendo lo que nos traerá la temporada de huracanes del próximo año.
Perp no ha de tener Usted grandes expectativas;
incluso los mejores meteorólogos del mundo no fueron capaces de predecir el
desarrollo y la ruta del Huracán Harvey, hasta tan solo unos días antes de que
tocara tierra.
Esta es la razón por la cual la idea de la ciencia
climática estando 'establecida' es tan ridícula, al menos cuando se intenta
establecer la conexión entre el calentamiento global y los ciclones tropicales.
Una teoría establecida hace que predicciones específicas puedan, en principio,
ser puestas a prueba en contra de los datos observados. Una teoría que solo
rinde predicciones vagas e inestables es, en el mejor de los casos, un trabajo
en desarrollo.
Los alarmistas del clima ofrecen una vaga predicción:
los huracanes puede o puede que no sucedan en cualquier año determinado pero,
cuando sucedan, serán más intensos de lo que hubiesen sido si los niveles de
gases de efecto invernadero fuesen más bajos. Esto es una predicción muy
conveniente de compartir, por cuanto jamás podrá someterse a prueba. Requiere
que observemos el comportamiento de tormentas imaginarias en un mundo que no
podemos observar. Buena suerte, pues, recolectando esos datos.
Los climatólogos en cambio utilizan modelos de
computadoras para simular el mundo alternativo. Pero los modelos proyectan cientos
de mundos posibles, y predicen cada resultado posible, así que cualquier cosa
que pase, es al menos consistente con un ejercicio del modelo. Luego de que el
Huracán Katrina azotara Nueva Orleans en 2005, algunos modeladores del clima
predijeron que dichas tormentas serían más frecuentes en un mundo más caliente,
mientras que otros predijeron lo opuesto. Otros incluso afirmaron que no podía
consignarse conexión alguna entre calentamiento y huracanes.
Lo que sucedió luego no tiene precedente histórico:
doce años sin que algún huracán importante (de categoría 3 o más) tocase tierra
en territorio continental de Estados Unidos. Hasta Harvey, que ha sido el
catorceavo huracán más intenso desde 1851. Los eventos luego de 2005 fueron
'consistentes con' algunas proyecciones, pero cualquier otra serie de eventos
también lo hubiese sido.
La larga ausencia de un huracán que toque tierra
también señala otro problema que surge cuando los escritores de opinión
conectan los gases de efecto invernadero con el clima extremo. La ciencia
necesita preocuparse no solamente con las cosas evidentes que ocurrieron, sino
también con las cosas que, evidentemente, no sucedieron. Como el famoso perro
en el relato de Sherlock Holmes, el ladrido que no se da es el más importante de
todos.
Es natural considerar a un huracán como un evento
disruptivo que demanda una explicación. Es mucho más difícil percibir al clima
agradable como una disrupción ante el mal clima que de alguna forma nunca se
dio.
Supongamos que un huracán hubiese golpeado el estado
de Florida en agosto de 2009, pero las emisiones de gas de efecto invernadero
la previnieron y el clima fue moderado. El 'evento', un clima agradable, vino y
se fue sin que nadie lo note y nadie sintió la necesidad de explicar por qué sucedió.
Es un error pensar que solamente los malos eventos requieren explicaciones, y
solamente elevar las conjeturas de alarma cuando el mal clima sucede. No
deberíamos asumir que cualquier momento que tenemos clima agradable, lo íbamos
a tener de todas formas, pero una tormenta es inusual y demuestra que los gases
de efecto invernadero controlan el clima.
Uno ha de mostrarse agradecido con los científicos que
trabajan para entender los huracanes y los eventos de tifones, y cuya habilidad
de predecirlos días antes ha salvado innumerables vidas. Pero, cuando los
escritores de opinión asumen de forma tácita que todo el clima bueno es natural
y que los gases de efecto invernadero solamente causan el mal clima, o dicen
ser capaces de predecir todas las tormentas del futuro, solamente luego de que
estas han sucedido, a uno le cabe reservarse el derecho de calificar a su
ciencia como algo no establecido.
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Sobre Ross
McKitrick
McKitrick es académico asociado en el think tank
estadounidense The Cato Institute (Instituto Cato), y Profesor de Economía en
la Universidad Guelph.