versus China, Estados Unidos perdería
Dean Cheng *
El Ojo Digital, 18 de Noviembre de 2018
Dos comisiones gubernamentales distintas dieron a
conocer sendos informes a lo largo de la pasada semana, en donde cada uno de
ellos subrayaba el carácter recurrente de la amenaza consignada por la
República Popular China.
La Comisión Nacional de Estrategias para la Defensa
(National Defense Strategy Commission) consiste de un panel legislativo,
conformado por funcionarios provenientes tanto con del Partido Demócrata como
del Partido Republicano, y lleva consigo la misión de examinar la nueva
estrategia de defensa nacional de los Estados Unidos de América, la cual fue
elaborada durante 2017. La estrategia para la defensa nacional significó una
notoria revisión de la estrategia de los EE.UU., conforme reorientó su foco
desde el combate contra el terrorismo (prioridad desde el 11 de septiembre de
2001) al combate contra Estados revisionistas de magnitud, léase China y Rusia.
El informe no desafió el cambio de foco de la
doctrina, aunque destacó que se precisa implementar cambios y reformas de
magnitud, si acaso la prioridad de las fuerzas armadas estadounidenses será
contrarrestar los esfuerzos de China y Rusia.
Estados Unidos versus ChinaTanto Rusia como China ven
a los Estados Unidos como el obstáculo primario en sus objetivos de dominar sus
respectivas regiones. Para tal fin -concluyó la comisión-, ambos Estados
cuentan con planes de modernización militar que buscará neutralizar las
principales ventajas competitivas estadounidenses. Estos programas involucran
esfuerzos en el desarrollo de 'ataques críticos de índole cinética,
ciberataques o de otra gama' no solo contra las fuerzas de los Estados Unidos,
sino también contra el territorio continental americano. Advierte este informe
que 'Las fuerzas militares estadounidenses podrían padecer un inaceptable
escenario de bajas y de pérdida de activos de importancia, en el próximo
conflicto. Podría tener que esmerarse demasiado para ganar, e incluso resultar perdidoso,
en una guerra contra China o contra Rusia'.
Por su parte, un cuerpo separado, la Comisión de
Revisión sobre Economía y Seguridad de China y EE.UU. (U.S.-China Economic and
Security Review Commission), también dio a conocer un informe durante la
próximo-pasada semana. La comisión fue establecida por el Congreso en el año
2000, y le fue encomendada la tarea de monitorear el estado del comercio y la
relación económica vigente entre Washington y Pekín, así como también ponderar
las implicancias que tal relación comporta para la seguridad nacional.
Proporciona al congreso estadounidense un informe anual, que sintetiza sus
hallazgos.
Este órgano echa mano de una ponderación más
abarcativa sobre la seguridad al comparársela con la Comisión Nacional de Estrategias
para la Defensa, pero también se enfoca de manera más específica en China; el
informe de este año, presentado por la comisión sinoamericana, subraya la
importancia de nuevas amenazas que emergen de las políticas económicas y de
seguridad elaboradas por Pekín. El hallazgo más destacado de esta comisión, por
ejemplo, refiere: 'El modelo económico chino, tutelado por el Estado y
caracterizado por distorsiones del mercado, presenta un desafío para los
intereses económicos y de seguridad nacional de los Estados Unidos de América'.
Las políticas económicas chinas colocan a las firmas extranjeras en franca
desventaja, al toparse aquéllas con el respaldo político y financiero que Pekín
obsequia a sus empresas. En efecto, la influencia del Estado en la economía de
la República Popular no se diluye, sino que está en crecimiento.
Mientras tanto -concluye el informe-, la modernización
del Ejército Popular de Liberación (PLA) de China ha incrementado la capacidad
del país para desafiar a los Estados Unidos en el terreno militar. Tal como la
Comisión Nacional para Estrategias de la Defensa consignara, la Comisión
EE.UU.-China cuestiona la presunción estadounidense de que podría contar con la
supremacía aérea, marítima y en el teatro de operaciones de la información -al
tener lugar un conflicto con la nación asiática. En efecto, éste informe
abiertamente explicita: 'Dados los avances consolidados por la Fuerza Aérea del
PLA, los Estados Unidos y sus aliados ya no podrán presumir que podrán
garantizar la propia superioridad aérea, en un escenario de conflicto en el
cuadrante Indo-Pacífico'.
En tal sentido, el informe concluye que el modo en que
Estados Unidos cada vez más reposa en China para aspectos vinculados a la
información y para la tecnología de comunicaciones, especialmente en lo que
tiene que ver con el 'Internet de las Cosas' [Internet of Things], remite a un
contexto que comporta vulnerabilidades potenciales para la infraestructura
clave de EE.UU. En particular, la escala del respaldo estatal chino en la
creación de redes 5G y tecnología en general, crea 'riesgos enormes desde lo
económico, lo emparentado con la seguridad, la cadena de suministros de la
economía, y riesgos en materia de privacidad de la información, para los
Estados Unidos'.
De manera independiente, estos informes corroboran lo
que el think tank Heritage Foundation (Washington, D.C.) había confirmado por
su cuenta, esto es, que las fuerzas armadas de los Estados Unidos son bastante
más débiles de lo que se cree comúnmente. Conforme lo destaca el Indice de
Fuerza Militar de Estados Unidos, Edición 2019, 'en la instancia actual, las
fuerzas armadas estadounidenses solo cuentan con una capacidad marginal para
hacer frente a las exigencias que sobrevienen con la defensa de los intereses
nacionales vitales del país'.
La totalidad de tales informes, finalmente, concluye
que la inversión insuficiente en investigación y desarrollo, las limitaciones
en la innovación, y el involucramiento sostenido que ha caracterizado a las
fuerzas de EE.UU. en Oriente Medio, ha dejado al país en un estado de
vulnerabilidad mayor al que se cree, especialmente al ponderarse los esfuerzos
recurrentes que China y Rusia llevan adelante para actualizarse.
Estos informes arrojan mayor luz sobre las recientes
conversaciones políticas y económicas que llevan a cabo Washington y Pekín. Las
mismas involucraron al Secretario de Estado Mike Pompeo, y al Secretario de la
Defensa James Mattis, del lado estadounidense; y al Consejero Estatal para
Asuntos Extranjeros, Yang Jiechi y al Ministro de la Defensa Wei Fenghe, por el
lado de la República Popular. Las conversaciones fueron demoradas en su
momento, luego de que Washington anunciara una nueva ronda de comercialización
de armamento a Taiwan. La conferencia de prensa conjunta, llevada a cabo al
cierre, sugiere que ambas partes aún se encuentran muy lejos la una de la otra
en lo que refiere a cuestiones clave sobre seguridad.
Mattis, por ejemplo, reiteró que las fuerzas
estadounidenses volarían sus aeronaves y harían zarpar sus navíos a cualquier
sitio allí donde aplique la legislación internacional. Yang replicó que
'Estados Unidos debería abstenerse de despachar sus navíos y aeronaves hacia
las cercanías del territorio chino en el Mar del Sur de China'. Los comentarios
de Yang se conocieron apenas después de que un destructor de la armada china se
acercó al destructor estadounidense USS Decatur, mientras conducía operaciones
emparentadas con la libertad de navegación, en cercanía de las Islas Spratly.
El esperado cónclave entre el presidente chino Xi
Jinping y su par estadounidense Donald Trump, en la Cumbre de Presidentes del
G20 de Argentina (pautado para fines de este mes), ha cobrado expectativas,
dado el foco de la atención internacional en las diferencias comerciales. Pero el
evento bien podría forzar a que la variable de la seguridad y el tema político
también se conviertan en temas de conversación.
* Analista e Investigador en la Fundación Heritage
(The Heritage Foundation), Washington, D.C., en temas políticos y de seguridad.
Como experto en capacidades militares y espaciales de la República Popular
China, Cheng se ha especializado también en el estudio de la política exterior
y de Defensa chinas, en particular sobre la relación de Pekín con el resto de Asia
y con los Estados Unidos de América.