promueve la pedofilia: «Es un derecho»
Brújula cotidiana,
23-09-2022
“Los niños deben
tener derecho a tener relaciones sexuales con quien les dé la gana, siempre que
lo consientan”. La aberración de
la legitimación de la pedofilia se escenificó en el Congreso de España y es la
primera vez que sucede. Pero lo que es aún más desconcertante es que quien haya
dicho estas palabras sea una ministra del gobierno en funciones: se trata de
Irene Montero, ministra de Igualdad del gobierno del socialista Sánchez,
formado por el Psoe y Podemos. Ocurrió el miércoles durante una audiencia en la
que expuso la ley trans y la ley del aborto que su ministerio está impulsando.
Hasta ahora, el
tema de la apertura política a la pedofilia había sido un tabú, a excepción del
partido pedófilo holandés, que luego se disolvió. Pero las palabras de Montero,
apasionada de la izquierda más radical, marcan, por así decirlo, un paso
adelante hacia el abismo de la pedofilia de Estado.
He aquí las
palabras textuales de la pareja de Pablo Iglesias, fundador de Podemos: “Para
hablar de educación sexual, por ejemplo, que es un derecho de los niños y
niñas, independientemente de quiénes sean sus familias; porque todos los niños
y las niñas de este país tienen derecho a conocer su propio cuerpo, a saber,
que ningún adulto puede tocar su cuerpo si ellos no quieren y que eso es una
forma de violencia. Tienen derecho a conocer que pueden amar o tener relaciones
sexuales con quien les dé la gana, basadas eso si en el consentimiento y esos
son derechos que tienen reconocidos y que a ustedes no les gustan (refiriéndose
al PP y Vox, N. del A.), no pasa nada, reconózcanlo abiertamente, si es que no
les gustan los derechos. A ustedes les gustan otros modelos de sociedades que
no se basan en los derechos”.
Es un paso
decisivo hacia la apertura a la pederastia. El reconocer que los niños tienen
derecho a la sexualidad según sus “gustos” significa llevar al extremo esa
hipersexualización de los niños que comenzó con la revolución sexual y continuó
con una cultura sexo maníaca que se ha valido de películas aparentemente
inofensivas (ver Little Miss Sunshine) y programas de televisión.
Un niño no puede
albergar ningún tipo de gusto sexual si a éste no se le inculca a la fuerza, ni
puede probar el concepto de consentimiento ya que su voluntad es extremadamente
maleable. El consentimiento y las preferencias sexuales son simplemente
conceptos inexistentes en la cabeza de un niño porque no están disponibles para
él. Cualquier psicóloga sabe estas cosas, raro que la única psicóloga que las
ignora sea la ministra de una democracia europea como la española, además madre
de tres hijos. Pero, al fin y al cabo, a partir de la ley del aborto, que rige
plenamente la vida de un niño, la llegada de la pederastia no es más que la
última etapa del plan que se inició con la matanza de los fetos en el útero.
Las palabras de
Montero se enmarcan en el debate que existe en España sobre la rebaja del
consentimiento que actualmente se sitúa en 16 años, en el marco de una
discutida ley que entrará en vigor el próximo 7 de octubre y que regula el
llamado consentimiento en casos de violencia. La idea del gobierno es bajar el
consentimiento a 12 años, de esta forma se allanaría el camino a los pedófilos.
Las palabras de la
ministra no cayeron en saco roto en el país ibérico. Vox presentó una moción de
amonestación de la ministra y una denuncia penal por sus palabras que fueron
vistas por Santiago Abascal como una promoción de la pederastia. “Es un escándalo
internacional que esta persona siga siendo hoy ministro, es una amenaza directa
para nuestros niños”, dijo el líder del partido.
Pero estas
expresiones son solo la gota que colmó el vaso. El partido de derecha ha pedido
de hecho el cierre inmediato del ministerio de Igualdad, “un ministerio que no
ha hecho más que daños a los niños, a las niñas y a las mujeres en España”,
dijo Iván Espinosa de Montero, portavoz de Vox, anunciando que sus estudios
jurídicos están analizando la posibilidad de emprender acciones legales “ante
el tremendo daño que está causando esta ministra. Jamás habíamos oído algo
parecido así en España”. Además, el ministerio que dirige Montero también es el
que permitió a los menores cambiar de sexo incluso en ausencia de un diagnóstico
de disforia de género.
Y no solo Vox. En
pocas horas el hashtag #monteropederastia se ha convertido en tendencia en
Twitter, mientras han sido muchas las reacciones de disgusto por las palabras
de Montero. Entre tantas, la del padre Francisco Javier “Patxi” Bronchalo,
sacerdote de la diócesis de Getafe que calificó de “terrible, triste y
asqueroso” el discurso de la ministra, acusando a la exponente de la extrema
izquierda de apología a la pederastia.
Sí, la izquierda.
Desde hace años Podemos y el binomio Montero-Iglesias han sido tomados como
modelo por muchos miembros de la izquierda de nuestra casa (Italia), por los
radical chic (como los italianos llaman a los burgueses de izquierda), las
redacciones, las feministas y por los círculos LGBT.
Pero es la propia
izquierda la que, entre el Partido Democrático de Letta y la Izquierda italiana
de Fratoianni, se está cuidando de condenar las palabras de la ministra y de
protestar contra el gobierno amigo de Sánchez. Entre camaradas no se hacen
estos desaires, es mejor dirigir sus flechas contra las políticas pro-natalidad
de Orban en Hungría, considerado el mal absoluto ya que es aliado de Meloni.
A propósito de
Orbán. Silencio también por parte de la Unión Europea y el Parlamento Europeo,
en donde España también se sienta con diputados y representantes. Es seguro
apostar a que nadie se permitirá decir que España no es una democracia como en
cambio se hizo con Hungría tras la ley sobre el latido del feto en clave
antiaborto.
Obviamente hay
derechos y derechos: de este lado el “derecho” del niño a tener relaciones
sexuales con quien quiera, del otro lado el derecho del niño a nacer. ¿Cuál de
los dos derechos es más importante por los siniestros paladines de la igualdad
de oportunidades?