El massismo sumó a un
senador complicado en el caso de la efedrina
Por Emilia Delfino / Rodrigo Alegre
Una de las últimas
incorporaciones del massismo, el senador provincial Osvaldo Goicoechea, quedó
complicado al conocerse la declaración de su hija Marina ante la Justicia , en la causa por
el triple crimen de General Rodríguez. Por primera vez PERFIL accedió a la
declaración testimonial de la hija del senador –ex kirchnerista y ex sciolista–
ante el fiscal Juan Ignacio Bidone (fue en 2011), que investiga los homicidios
de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina.
Marina Goicoechea
admitió haber hecho los trámites para comprar e importar efedrina para Martín
Lanatta, condenado por el triple crimen, y para Esteban Pérez Corradi, prófugo
de la Justicia
y acusado de ser el supuesto autor intelectual de las ejecuciones de los
empresarios involucrados en la compraventa de efedrina a los narcos mexicanos.
La hija del senador, que fue jefe del kirchnerismo en el Senado provincial,
luego líder de La Juan
Domingo de Daniel Scioli y ahora flamante aliado de Sergio
Massa, reconoció vínculos con tres de los condenados por el triple homicidio,
intentó despegar a su padre y admitió llamados telefónicos a esos tres
acusados.
Marina es contadora y
tuvo un rol central en los negocios de efedrina de los acusados. Hizo los
trámites para comprar esa sustancia, materia prima de las metanfetaminas, a
nombre de un indigente: Jorge Alberto Ochoa. La Justicia cree que era un
testaferro de Pérez Corradi. Esos trámites para el supuesto Ochoa le
permitieron al testaferro comprar a una droguería 400 kilos de efedrina entre
abril y julio de 2008. Ante el organismo de control, la Sedronar , declararon que
Ochoa había vendido la efedrina a otras seis droguerías. El organismo luego
constató que nunca existieron esas transacciones. La efedrina se perdió en el
mercado negro. En su declaración, Marina confirmó que Ochoa y Lanatta y Pérez
Corradi eran lo mismo. “Yo pensaba pasarle los honorarios a Martín” por ambas
gestiones, dijo. “Después del triple crimen, le dije que se olvidara del
trámite”, agregó.
“A Lanatta lo vi dos
veces en mi vida porque alquilaba una casa en General Lavalle. Entonces yo ya
vivía en La Plata ”,
dijo el senador Goicoechea a este diario. “Se dedicaba a la pesca, tenía una
lancha, y cazaba ciervos en algunos campos de la zona. Nunca trabajó
políticamente para mí. A mi hija la contrató para hacer los trámites porque
ella es del único estudio contable de Lavalle”, aclaró. Lo que despierta la
sospecha de la Justicia
es por qué Lanatta, que en 2008 vivía en Quilmes, fue hasta General Lavalle a
buscar una contadora para hacer los trámites.
El 5 de agosto de
2008, dos días antes del triple crimen, Marina se presentó ante la Sedronar. Para
entonces ya había hecho los trámites por Ochoa. Dijo ser asesora del senador,
luego aclaró que era su hija y dejó su tarjeta personal y dos teléfonos de su
padre. Uno de ellos fue usado por PERFIL para contactar al senador. Marina dijo
ese día ante un funcionario de la
Sedronar que quería habilitar la empresa Elvesta SA para
importar efedrina. La empresa está a nombre de Lanatta y Pérez Corradi.
Buscaban el salto: ya no querían comprar la efedrina a otras droguerías sino
importarla ellos mismos. El volumen del negocio crecía considerablemente.
Perfil, 8-9-13