Si
no se producen cambios políticos significativos, el kirchnerismo y sus aliados
se encaminan a aprobar el próximo miércoles el proyecto de Presupuesto 2014 en
la Cámara de Diputados de la Nación. Un trámite expreso similar se espera en el
Senado.
El
oficialismo no oculta su premura en aprobar esta iniciativa, ante el temor de
que las elecciones de octubre cambien la relación de fuerzas en el Congreso y,
de ese modo, ese polémico cálculo de gastos y recursos tenga dificultades para
ser validado.
Un
cuestionamiento central es la irrealidad de sus proyecciones, que aluden a un
crecimiento superior al 6 por ciento y una inflación anual del 9,9 por ciento.
En contraste, los últimos datos revelan un estancamiento de la actividad
productiva, por lo que será difícil alcanzar la expansión estimada. Las
consultoras privadas, a su vez, anticipan una suba de precios de 25 a 29 por
ciento, que triplicaría la proyección oficial.
Otro
punto cuestionado radica en la prórroga de la emergencia económica por dos
años, lo que significa que el Congreso cede al Poder Ejecutivo facultades
extraordinarias en el uso de los recursos, pese a que el propio kirchnerismo se
jacta de la “década ganada”.
El
oficialismo también apoya la prórroga del Impuesto a los Créditos y Débitos
Bancarios, llamado comúnmente “impuesto al cheque”, manteniendo la actual
distribución, por la cual las provincias reciben sólo el 15 por ciento de una
recaudación que rondará este año los 70 mil millones de pesos.
Esta
discriminación general se extiende a la reciente rebaja del Impuesto a las
Ganancias para los asalariados, lo que implica que el interior resignará
ingresos por 1.853 millones en el último cuatrimestre del año, en función de
que se trata de un tributo coparticipable.
Los
dos impuestos aprobados para suplir ese bache fiscal –a la compraventa de
acciones y a la distribución de dividendos– apenas aportarían para las 24
jurisdicciones unos 294 millones, con lo cual la pérdida neta ascendería a
1.560 millones, según el Ieral-Fundación Mediterránea.
A
esta detracción general, se sumarán discriminaciones particulares para algunas
provincias, como Córdoba, que –pese a ser una de las jurisdicciones de mayores
aportes al Tesoro nacional en materia impositiva– no tendrá aseguradas las
partidas para subsidiar el déficit de la Caja de Jubilaciones ni mejoras
importantes en sus rutas nacionales, como son los casos de las irrealizadas
autovías en la 19 y la 36.
El
kirchnerismo oculta bajo falsos argumentos políticos la discriminación que
sufren las provincias en general y, en particular, ciertas administraciones,
que no avalan el discurso de que este gobierno nacional es el que más respetó
el federalismo. Los números muestran a las claras que ese relato no se condice
con la realidad.
La
Voz del Interior, Editorial, 21-9-13