Se confirma la
primicia de IP sobre el pacto entre el PRO y el cristinismo.
Guillermo Cherashny
InformadorPúblico,
18-7-14
El 30 de junio y el 3
de julio pasado escribimos que la
Sala I de la Cámara Federal , integrada por los vocales Jorge
Ballesteros, Eduardo Farah y Eduardo Freiler, excluiría a Mauricio Macri del
juicio oral en la causa por la red de escuchas ilegales montada por Ciro James.
Curiosamente dos años atrás, al confirmar esa misma sala el procesamiento
dictado en su oportunidad por el juez federal Norberto Oyarbide, resolvió en
los siguientes términos: “Mauricio Macri conoció y prestó su conocimiento para
instalar una red de escuchas prohibidas en el ámbito del gobierno porteño”.
Pero unos meses más tarde, el consejero de la Magistratura Alejandro
Fargosi, entonces vinculado al PRO, se abrió de la postura opositora en una
reunión clave del Consejo de la
Magistratura y votó junto al cristinismo la designación como
juez federal del secretario de la
Sala I de la Cámara Federal Sebastián Casanello. Esta
designación, dados los vínculos del nombrado con el gobierno, fue rechazada por
los consejeros radicales.
Cómo funcionó la
secuencia
Casanello se hizo
cargo del Juzgado Federal Número 7, en el cual Norberto Oyarbide actuaba como
subrogante y, como ya sabemos, cajoneó el expediente de la causa en la que se
investiga a Lázaro Báez por lavado de dinero y que complicaba a Cristina
Fernández y su hijo Máximo Kirchner por el falso alquiler de las habitaciones
del hotel familiar Alto Calafate. Y un tiempo después, decidió que no había
motivos para enviar a juicio oral a Mauricio Macri, decisión apelada por el
fiscal Jorge di Lello. Como ya señalamos, la misma sala, que dos años
responsabilizó a Macri por la red de escuchas ilegales, ayer dijo que no hay
pruebas para que éste sea convocado a juicio oral como imputado. Como los
argumentos jurídicos para esto lucen escasos, suponemos que lo que estaría
inclinando la balanza sería la probabilidad de la fórmula presidencial Mauricio
Macri-Ernesto Sanz, bendecida por Elisa Carrió, que podría sumar más de
4.500.000 votos en las próximas PASO. Un argumento definitorio para que los
camaristas terminaran eximiendo al jefe del macrismo del juicio oral. A esto
debemos sumarle que el voto de un representante del PRO fue decisivo para que
Casanello se convirtiera en juez federal y a su vez éste mandó al freezer la
causa de lavado que afecta a la presidente. Este conjunto demuestra
palmariamente la existencia de un pacto político entre CFK y el jefe de
gobierno porteño. La segunda parte de este pacto sería mandar a otro freezer la
causa Boudou-Ciccone, para que la presidente termine más tranquila su gestión
el 10 de diciembre del 2015. O quizás se trate de otras casualidades de las que
siempre habla el procesado Boudou. Esta misma Sala I, por esas raras
coincidencias, acaba de confirmar el sobreseimiento de Julio de Vido por
enriquecimiento ilícito, después que la Cámara de Casación abriera la investigación de
nuevo y enviara el expediente a aquella para que busque más pruebas. Esto no lo
hizo y sí desestimó a la
Fiscalía de Investigaciones Administrativas como querellante
y zafó así a De Vido y su señora, Alessandra Minnicelli. Está claro entonces
que Macri, Boudou y De Vido son parte de un mismo paquete político-judicial.