Y ACUERDO DEL
CONGRESO
Por Héctor GIULIANO
(14.3.2016) (*)
A los fines de
avanzar en su política de gobernar con
deuda la administración Macri acelera los pasos para obtener la aprobación
de un proyecto de ley (PL) que le
garantice una autorización cuasi irrestricta del Congreso para arreglar
cualquier cosa con los holdouts - los tenedores de bonos que no entraron en el
Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005-2010 - y, esencialmente, para tomar más
deuda pública sin capacidad de repago.
Las torpezas cómplices
del kirchnerismo prepararon el terreno dándole argumentos al nuevo gobierno
Macri para querer justificar con ello su rendición
financiera ante los acreedores.
La administración
Kirchner generó y agravó la cuestión de los holdouts, ocultó el fracaso de su
Megacanje - una operación que fue presentada como supuestamente exitosa tanto por el gobierno como
también por la oposición – y desgastó en forma extrema la posición legal de la
Argentina con su desacato ante el fallo Griesa:
a) El
gobierno K rehusó investigar la legitimidad de la Deuda Pública pese a las fundadas
denuncias existentes y las causas judiciales en curso. Habiendo mantenido
incluso esta posición hasta el final de su gestión, bajo la tardía Comisión
Investigadora de la Ley 26.984 que – por la deliberada inacción del oficialismo
– no investigó nada y dejó caer así la última barrera posible frente al problema
legal y financiero de los holdouts.
b) El
gobierno K aceptó la prórroga de jurisdicción ante tribunales extranjeros e
incluso la prórroga de ejecución de sentencias, aceptando la competencia
extranjera pese a que estaba y está vigente la Ley 25.561 de Emergencia Pública
desde principios del 2002 por vía de sucesivas prórrogas legislativas.
c) El
gobierno Kirchner, como agravante, aceptó la condición de los fondos buitre
(FB) al reconocer el valor nominal de las acreencias y no el valor de compra de
los títulos reclamados, lo que hubiera desarmado su estrategia de especular con
bonos basura.
Con el agravante
adicional que el Megacanje Kirchner fue hecho como oferta voluntaria y no
forzosa a los acreedores de bonos en default; y que tras ello se dictó la Ley
cerrojo 26.017 – prohibiendo la reapertura del canje – lo que dio servido en bandeja el motivo a los
holdouts para que se presentasen ante el juez Griesa invocando que la
Argentina, como país deudor, no cumplía la regla del pari passu o tratamiento igualitario de todos los
acreedores
Frente a estos
gravísimos errores de planteo de la cuestión de los holdouts – que pese a su
importancia y gravedad es sólo un capítulo dentro del problema financiero
insoluble de la deuda pública impagable de la Argentina - ahora el nuevo gobierno
Macri trata de correr de apuro al
Congreso para que éste le delegue facultades cuasi irrestrictas para negociar
lo que quiera, para que le apruebe un cheque
en blanco para endeudarse sin montos especificados por ley y para que lo
habilite con ello a volver al mercado internacional de capitales para tomar
nueva deuda externa en gran escala, deuda sobre la que no existe la más mínima
demostración de capacidad de repago.
El Proyecto de Ley
(PL) del Poder Ejecutivo – al cual ya nos hemos referido en varios trabajos
anteriores (*) – presenta al menos tres falencias básicas insalvables:
- El
PL no constituye una solución final del problema de los holdouts porque no
comprende la totalidad de los mismos, quedando expuesto así nuestro país a
nuevos reclamos tanto por parte de los tenedores que quedaron afuera como
de los tenedores que entraron en el Megacanje Kirchner-Lavagna 2005-2010
(hold-in).
- El
PL no contiene cifras que cuantifiquen los requerimientos de aprobación
por parte del Ejecutivo, no se han suministrado al Congreso informaciones
concretas, documentación de respaldo ni liquidaciones que muestren o
respalden las autorizaciones de pago que se están solicitando por ley, de
modo que la aprobación de la iniciativa equivale exactamente a un cheque en blanco parlamentario; con
el agravante que el proyecto no cumple con las reglas elementales de
Presupuesto que obligan a fijar en forma expresa los importes de las
modificaciones de partidas y sus respectivas relaciones de Gastos/Recursos
y Fuentes/Aplicaciones, con el debido detalle de datos.
- El
Ejecutivo aspira declaradamente a lograr – con este proyecto – vía libre
para encarar una nueva ola de endeudamiento externo en gran escala para
cubrir el elevadísimo déficit fiscal existente (que está en pesos y que no
se contempla reducirlo sustancialmente), para pagar con deuda los reclamos
por deudas de los holdouts (sin que ello ponga un punto final a la
cuestión) y para financiar con préstamos en gran escala y en moneda
extranjera planes de obras públicas e infraestructura que, en su casi
totalidad, se pagan en pesos.
Configura una
maniobra de irresponsabilidad financiera total seguir tomando deuda externa en
estas condiciones – para seguir pagando indefinidamente deuda con deuda – y sin
demostración alguna de capacidad de pago sobre las nuevas obligaciones que se
autorizan.
Así, a la enorme
deuda pública de arrastre heredada de la administración Kirchner, se sumarán
las deudas para pagar a toda esta parte de los holdouts y luego – cumplido este
requisito inicial - se encarará la nueva
gran ola de endeudamiento externo sin la cual el gobierno dice que no puede
gobernar.
Porque, en definitiva,
lo que se pide es una complicidad aprobatoria de los legisladores en esta
cuestión de los holdouts para volver a endeudarse.
Se aduce
hipócritamente el dilema extorsivo de Deuda
o Ajuste – como si el fortísimo ajuste hoy en curso no existiera – para
presionar la aprobación del PL y para engañar a la opinión pública, mientras se
soslaya totalmente hablar de la ilegitimidad de la deuda, de la insolvencia e
iliquidez del Estado para poder cumplir con sus obligaciones y de las
responsabilidades por los delitos y la corrupción del sistema de Deuda Perpetua
en que vive la Argentina.
Es el retorno de la
absurda estrategia de plantear una salida a la crisis financiera insoluble de
la Deuda con más endeudamiento público.
Una vez más – como en
los tiempos de Martínez de Hoz y la década de la convertibilidad menemista – un
gobierno vuelve a la carga con el caballo
de batalla de la política de Crecimiento con Deuda, pese a los resultados
desastrosos que ese tipo de políticas ha tenido para la Argentina; y lo hace repitiendo
el argumento ideológico-dogmático de que fuera
de la Deuda Externa no hay salvación.
El Congreso de la
Nación afronta – a través de su decisión sobre este PL – una grave prueba de alcance
histórico para su clase política porque están en juego inaceptables delegaciones
irrestrictas al Poder Ejecutivo en materia de endeudamiento público y porque, a
la vez, este cheque en blanco
parlamentario conlleva gravísimas consecuencias para los intereses financieros
del Estado Argentino.
(*) Otros trabajos específicos recientes del autor
sobre este tema: a) La rendición a los holdouts (23.2), Acuerdos secretos con
los holdouts (28.2) y c) Informe sobre el proyecto de acuerdo con los holdouts
(en 7 partes o secciones, 5-10.3), todos del corriente año.