CERCA DE 4000 BARCOS PESQUEROS CHINOS
OPERAN EN LA MILLA 201
Seprin, 16 MAR, 2016
César Augusto Lerena, ex Secretario de Estado de
Argentina y experto en la industria pesquera, explicó que entre dos mil y cuatro mil de estos
buques chinos pescan calamares –algunos bajo licencia inglesa- en la “milla
201” al norte de las Islas Malvinas y también dentro de territorio argentino,
ya que casi no hay controles. Estos calamares, según la Convención de Naciones
Unidas sobre el Derecho del Mar, se consideran recursos pesqueros argentinos,
ya que son capturados en la zona adyacente durante su migración desde
territorio argentino, antes de su retorno al mismo.
UN CUENTO CHINO.
Los sucesivos gobiernos nos tienen acostumbrados a
negociar en una debilidad extrema con las Grandes Potencias. El ex Canciller
Caputo promovió los llamados “Acuerdo Marco” que permitían el ingreso de 18
buques pesqueros al Atlántico Sur y pescaron 200 buques mellizos rusos porque
la Argentina carecía de todo control. Cavallo con el apoyo de Felipe Solá
ratificó esos acuerdos y promovió los Acuerdos con la Unión Europea que habría
de significar la mayor depredación de la historia pesquera. Con ello, se
inauguró en la Argentina, el desempleo y el subsidio al ex ocupado pesquero, al
que se le agregarían los millones de desempleados subsidiados.
El 16 de noviembre de 2004, Néstor Kirchner y Hu
Jintao firmaron convenios, en una supuesta sociedad estratégica, que permitiría
a nuestro país recibir inversiones por unos 20.000 millones de dólares en los
próximos 10 años; miles de millones que no llegaron a la Argentina, sino que,
por el contrario, embarcaciones extranjeras, en su gran mayoría asiáticas, pero
también españolas, con o sin licencias ilegales del invasor británico en
Malvinas extraen todos los años 1 millón de toneladas de pescados y calamares
del Atlántico Sur, lo que equivale en el comercio final internacional una suma
del orden de los 14 mil millones de dólares anuales. Mientras esto ocurre la
Argentina desembarca 800 mil toneladas/año y exporta por valor de U$S 1.500
millones/año.
La Argentina no tiene una política de comercialización
nacional e internacional del pescado y por ello cientos de miles argentinos no
acceden al empleo.
El 18 de enero de 2010, a poco más de cinco años de
aquella promesa incumplida, el entonces Ministro de Agricultura argentino
Julián Dominguez firmó la Resolución 5/10 que autorizó a suscribir un “Acuerdo
de Cooperación sobre Pesca” con el Ministerio de Agricultura de China.
En base a ello y a posteriores resoluciones de la
Subsecretaría de Pesca -además de los cientos de barcos que pescan ilegalmente-
20 buques pesqueros chinos fueron autorizados a pescar en el mar argentino
asociados a empresas pesqueras chinas radicadas en la Argentina; a condición de
que procesen en tierra el 10% de las capturas. Porqué 10% de las capturas y no
el 100% de las capturas? Porque los chinos a las capturas en el mar argentino
las consideran chinas y no pagan ningún arancel de ingreso a China, contrario a
lo que ocurre con los productos argentinos que deben pagar aranceles de
importación a China. Un verdadero negocio chino.
No hay “intereses comunes con China en el desarrollo
de la pesca, de beneficio recíproco”. El Estado argentino, es el propietario
del recurso, tiene un desarrollo tecnológico excelente en la investigación,
captura, conservación e industrialización pesquera; mientras que China, sólo
importa el 6% de materia prima pesquera Argentina, con un bajísimo valor
agregado (U$S 1.300/tonelada), mientras que los principales importadores de
pescado argentino compran a valores equivalentes a los U$S 2.700 la tonelada
(Brasil), U$S 3.300 (España) o U$S 4.300 (Italia), etc. Un dato elocuente que
demuestra que los chinos vienen por nuestras materias primas, no agregan valor
ni generan empleo.
Estos Acuerdos se firman en base a supuestos
“…principios de igualdad y beneficios mutuos…”, y en verdad se trata de la
entrega de nuestros recursos naturales, hasta que se hayan agotado y con ello
se genere el cierre de las empresas nacionales, el desempleo, la despoblación
de todos los puertos del litoral marítimo y la desocupación de las áreas
estratégicas de la nación, como el territorio Patagónico, el Atlántico Sur, las
Islas Malvinas, el canal del Beagle y la Antártida Argentina.
China con 51,5 millones de toneladas anuales es el
primer productor y exportador mundial de productos pesqueros; es decir, produce 50 veces más que Argentina. Por lo
tanto será un mercado menos de Argentina. Las capturas chinas en el mar
argentino no sólo habrán impactar directamente en lo económico-comercial, sino
que éstas capturas habrán de actuar sobre el equilibro biológico de las
especies en el mar argentino y con ello, este impacto negativo alcanzará sobre
estas y otras especies que capturan las empresas nacionales.
Hay unos 95.000 buques pesqueros en el mundo, de los
cuales 40 mil son Chinos, la mayoría ubicados en el área austral; deberíamos
estar muy preocupados por este desequilibrio, donde la Argentina tiene sólo
unos 500 buques pesqueros, que siendo un número sobredimensionado para el
recurso máximo sostenible, no alcanza para ocupar todo el mar argentino, cuyo
control está limitado a tres buques de la Prefectura Naval.
La política de este gobierno (Kirchner), instrumentada por el
entonces Secretario Moreno, de exigirles a los importadores que exporten lleva
también a concentrar el negocio en unos pocos, al igual que lo que ocurre en
materia de granos y con ello a la pérdida de rentabilidad del industrial
argentino.
El gigante asiático está en condiciones de quedarse
con toda la actividad pesquera argentina.
Si la Argentina tuviese vocación o capacidad de
controlar el mar, que no la tiene. Si la Argentina tuviese una situación
política, económica y soberana de fortaleza, que no la tiene, otro podría ser
el escenario, y seguramente no firmaría este Acuerdo claudicante.
Como con los Acuerdos de entonces con la URSS se
acordará el ingreso de algunos buques pesqueros chinos y pescarán cientos de
buques mellizos sin control alguno o con un supuesto control que encubra la
corrupción. Derogar los acuerdos con la URSS, que se prolongaron por años, fue
una difícil batalla política, de intereses económicos y una clara demostración
de la debilidad negociadora de Argentina. Derogar los Acuerdos con China, en
una Argentina soja-dependiente, será un misión imposible, con un país colonizado,
sin empleo argentino y devaluados y depredados sus recursos naturales. Será mar
arrasado.
En un país soberano y serio no hay excedentes
pesqueros para entregar a terceros: toda la proteína la obtiene racionalmente
el Estado Nacional para alimentar bien a su pueblo; y más aún si en su
población hay altos índices de pobreza”. El acceso al recurso pesquero es un
derecho de tercera generación.
Este no es un Acuerdo Chino. Este es un verdadero
cuento chino, donde el pez grande se come al chico.
(Dr. Cesar Augusto Lerena 24-02-2015).
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El detalle de la Noticia del hundimiento de un
pesquero chino , ni siquiera afecta al “robo desde hace años se efectúa en
nuestro País “
Pero al no tener buques , ni aviones ni equipamiento ,
no es posible defender las fronteras , ni nuestros mares.
Cualquiera que vaya de pesca a cualquier costa del
País, sabrá que “no hay peces” cada vez cuesta mas pescar y las lanchas
“pesqueras “ cada vez mas tienen que pasar las 12 millas para encontrar algo de
pesca.
La triste realidad es esto que desde hace tiempo ,
sumado a los funcionarios corruptos que se hicieron millonarios con permisos
pesqueros para depredar el mar a cambio de “grandes coimas