Julio Algañaraz
Clarín, 15-8-16
La mafia calabresa, la ndrangheta, se ha convertido en la mayor organización criminal del mundo, desplazando a La Cosa Nostra siciliana y a otras grandes mafias de otras naciones, según la convicción de los mayores especialistas en el tema y las mismas autoridades italianas.
Ante todo ha desarrollado una especialidad cada vez más dominante en el tráfico internacional de cocaína, una droga que consumen 260 millones de habitantes del planeta, con una facturación superior a los 300 mil millones de dólares anuales, de los cuales la ndrangheta obtiene ganancias netas por más de 60 mil millones.
Los calabreses de la ndrangheta (palabra de origen griego que quiere decir “hombre bello” o valiente) actúan en 49 países por lo menos y en una parte consistente del mapa del globo se han instalado con “ndrinas”, que son las estructuras a partir de familias mafiosas que gobiernan la organización nacida al parecer en el siglo XIX.
En Argentina la ndrangheta prospera con varias ndrinas y tiene una voz respetada en la organización con centro en Calabria.
La leyenda, que los mafiosos cultivan en las ceremonias de iniciación y en el manejo de los ritos de la ndrangheta, sostiene la conocida versión de los tres caballeros españoles de la Garruña de Toledo, que debieron huir a Italia en 1412 tras defender el honor de su hermana y matar a su novio. Cada uno fundó en Italia una “gran familia” inspirados en la Garruña toledana. Osso creó La Cosa Nostra en Sicilia, Mastrosso la ndrangheta calabresa y Carcagnosso la Camorra en Nápoles.
Es solo leyenda, pero los mafiosos creen que es auténtica historia y sus ritos hay que respetarlos.
La ndrangheta funciona con una componente de familiarismo que la hace más impenetrable que La Cosa Nostra siciliana. Lo que no se sabía hasta hace unos años es que además existe una poderosa relación con la masonería. En una interceptación de la Justicia, un “capocrimine” comentó que de 32 organizaciones masónicas en Calabria, 28 estaban controladas por la mafia.
Las actividades ilegales comprenden no solo los secuestros, el contrabando de armas, el tráfico de drogas a niveles industriales y también el de seres humanos.
La corrupción en el mundo político y de gobierno para obtener contratos de obras públicas en todos los niveles (municipal, regional y nacional), ha favorecido la extensión formidable de la ndrangheta en las regiones industriales del rico norte italiano.
Hace diez días, tras una investigación bautizada por los magistrados “Mammasantíssima”, uno de los nombres que reciben las mafias italianas, casi medio centenar de personajes de alto nivel fueron arrestados y se pudo saber que, por primera vez, una de las organizaciones criminales en el país había creado hace un cuarto de siglo una llamada “Cúpula de los Invisibles”.
La cúpula mafiosa-masónica actuó cubierta por la omnipotencia y el secreto durante tanto tiempo, preparando y abasteciendo de técnicos y políticos a la administración pública. El personaje más elocuente es el senador Stefano Caridi, arrestado después de que la Cámara Alta concedió la autorización. Pero en la larga investigación judicial, que contó con 540 mil interceptaciones telefónicas, se descubrió que las mentes pensantes de la sociedad secreta a disposición de la ndrangheta son los abogados Paolo Romero y Giorgio Di Stefano. Ellos hasta lograron comprarse personajes del Parlamento Europeo para conseguir fondos regionales de la Unión.
Ambos fueron arrestados en varias ocasiones por sus actividades, pero ahora se sabe que son las mentes estratégicas para orientar en el mundo político y empresario a los “capocrimine” que eligen las “santas” (las ndrinas) en largos y secretísimos procesos electorales. Esa cúpula sigue siendo impenetrable.
Gobernadores de Calabria, alcaldes de las ciudades más importantes, que estaban bajo la lupa de la justicia, eran objetivos conseguidos por los “invisibles”. Ahora se sabe. Todos están acusados de asociación mafiosa. Pero además los magistrados, que cuentan con el sustento de un poderoso bagaje de acción de las fuerzas policiales y de los servicios secretos, con respaldo técnico del FBI, han puesto bajo la luz de las candilejas a otros sujetos de “interés investigativo”. Ambos son de origen neofascista. Uno es el vicepresidente del Senado Maurizio Gasparri y el otro el ex alcalde de Roma, Gianni Alemano. Ambos niegan indignados, pero en el ámbito judicial sostienen que hay interterceptaciones telefónicas implacables sobre su complicidad con los “invisibles”.