por Alfredo Nobre Leite
Informador Público, 25-3-17
Con un relato de ficción y para incautos o
inadvertidos, el juez federal, Marcelo Martínez de Giorgi se dejó convencer por
Estela Barnes de Carlotto y procesó al matrimonio de Olavarría, Clemente
Hurban, de 69 años, y Juana Rodríguez, de 66, por supuestos delitos de
"falsedad ideológica" y "alteración del estado civil de un
menor", basado en el cuento chino de que Carlos Francisco Aguilar, ya
fallecido, que "era dueño del campo y patrón del matrimonio
Hurban-Rodríguez", les comentó que conocía una madre que no quería criar a
su hijo y que quería entregarlo en adopción", y les dijo que "el bebé
había nacido y que tenían que ir a buscarlo a la Ciudad de La Plata, sitio
adonde viajaron los tres presuntamente el día 2 de junio de 1978".
La realidad incontrastable, según la conferencia de
prensa que dio el 5 de agosto de 2014, con bombos y platillos, que había
encontrado un nuevo nieto de 36 años de edad, natural de Olavarría, y que esa
persona sería hijo su hija Laura -que era estéril- de modo que no es abuela de
plaza de Mayo, como pregona.
Al respecto la historia verídica, y menos lo que
Carlotto expresa, diciendo que se había demostrado por el examen de ADN que voluntariamente
ofreció a realizar el supuesto hijo de Laura, que fue montonera. En este
sentido, el diario "El Argentino" de Chascomús, el 28 de octubre de
2003, trascribe el siguiente relato del "Diario de Río Negro", del 11
de junio de 2000, a saber: "ENRIQUETA ESTELA BARNES DE CARLOTTO, nacida
den 1931, L.C. 3.102.995, docente jubilada, presidenta del grupo de activistas
"Abuelas", compañera de una hermana del General Bignone, en la Junta
de Calificación, docente de las escuelas Láinez de la Provincia de Buenos
Aires. En 1977 se entrevistó con Bignone (entonces Secretario General del
Ejército), en la casa militar de Castelar. La mujer dijo saber entonces
"perfectamente" que sus hijas militaban clandestinamente en las filas
del terrorismo, y que había asumido resignadamente tal problema"...
"Irónicamente, y pese a su postura activista,
existe la casi certeza de que no pudo ser nunca abuela: a mediados de los 70,
llegó a un cumpleaños de la hermana de Bignone, sumamente compungida porque
"su hija casada no podía tener familia".
Se refería a su hija Laura
(el hoy ex marido de esa hija (Montoya) así tuvo hijos con su nueva pareja). A
fines de 1977 denuncia la desaparición de Laura Estela Carlotto (nombre de
guerra Rita), sin mencionar ningún estado de embarazo. (Esto consta en el
Legajo CONADEP, caso número 2085, incorporado formalmente al expediente de la
Causa Judicial del Dr. Bagnasco). En agosto del 78 le fue entregado el cadáver
de su hija.
En declaraciones muy posteriores a la CONADEP comenta una "información
anónima" recibida en abril de 1978, según la cual su hija estaba
embarazada. Lo confirma con este científico comentario: "Yo vi a Laura. Vi
los huesitos de Laura. Por los huesitos de la pelvis, supe que había sido
mamá". Sin embargo, según sus dichos, la entrega del cuerpo fue "algo
inusual: lo entregaron al mismo día de su muerte". ¿Qué huesos puede haber
visto si, además, NUNCA se hizo autopsia? (esta mujer parece adepta a hacer
comentarios con ese grado de cientificidad. A David Blaustein -director de la
película propagandística Botín de Guerra- le dijo: "los apropiadores del
Ejército elegían a los varones y los policías a las nenas. los milicos, querían
la continuidad de la raza, los policías a las nenas...). ("Diario Río
Negro", 11/6/2000).
"La realidad, que consta en la causa ante el Dr.
Bagnasco, es que en el caso Carlotto no hay testimonios ni evidencias sobre
embarazo, parto y sustracción de menor, no haya cuerpo del delito y no se
aplica inversión de la prueba. Dos testigos sólo afirman haber visto a la
mujer, luego de un presunto parto que no les consta. La juez Servini de Cubría,
quedó a cargo del caso Carlotto, ya que Bagnasco lleva la parte del presunto
plan sistemático, intentó demostrar que el hijo de un general era "el
nieto de Carlotto".
"Pese a las críticas de la presunta
"abuela", el director de la clínica que hizo el ADN mantuvo su
dictamen favorable al general (sin perder de vista que la supuesta abuela de
Plaza de Mayo trataba de manipular los exámenes de ADN en el hospital Durand, de
modo que el nuevo suceso es dudoso, con una coincidencia del 99,9%). Nunca se
habló más del asunto, pese a la espectacular difusión inicial: como en el caso
de Mar del Plata en el 2000: sensacionales denuncias, personal de la Armada
detenido; y luego un manto de silencio cuando el ADN probó que eran hijos
verdaderos de los marinos.
"Debe recordarse que esa misma causa, y pese a
los esfuerzos mediáticos de insertar en la sociedad la mentira de "500
niños desaparecidos" (aunque sólo existen 230 denuncias), comenzó
procesando 194 casos de chicos supuestamente apropiados, que la Cámara de
Apelaciones anuló todo lo actuado, por lo cual Bagnasco procesó nuevamente,
pero sólo 34 casos, que la Cámara redujo -por falta de pruebas- a los 22 casos
actuales (bajo proceso). VEINTIDOS, sobre los QUINIENTOS que Carlotto alega.
"Abuelas" ya recibió U$S 600.000 de subsidios del gobierno argentino,
¿para esto? Al no ganar el premio Nobel de la Paz, Carlotto comentó:
"Quizá se lo dieron a Koffi Anan por el rol que se espera cumpla la en
esta guerra injusta..." ("La Razón", 19/11/01), calificando así
de "injusta" a la guerra contra el terrorismo.
"Hoy pretende dar clase de ética y moral desde su
posición de afligida víctima y abuela. Y ES UNA DE LAS PERSONAS DE CONFIANZA
DEL PRESIDENTE VOTADO SOLO 21 DE CADA 100 ARGENTINOS"; concluye el
artículo de "El Argentino", de Chascomús, del 28/10/2003. ¡Nada de lo
que diga Carlotto es creíble por ser mitómana!
Como conclusión llama la atención la candidez o
incredulidad del juez federal Marcelo Martínez de Giorgi, quedando -como
siempre- muy mal parada la justicia federal, y presunta cómplice de una
mitómana.