La Nación, 10 DE AGOSTO DE 2017
Mariano De Vedia
Casi 400 pilotos dejaron la Fuerza Aérea en los
últimos diez años por los bajos salarios y el desaliento por las escasas horas
de vuelo para entrenamiento profesional. Los pronósticos no son alentadores,
frente a las perspectivas de crecimiento que presentan las compañías aéreas de
bajo costo (low cost), que atraen a tripulantes formados y adiestrados por el
Estado.
Por ejemplo, Fly Bondi, una de las primeras low cost
que operará en el país, tiene un plan de incorporación de 120 pilotos hacia
fines de 2018.
Según pudo saber LA NACION, para la formación integral
de los pilotos la Fuerza Aérea invierte $ 93 millones (US$ 5,1 millones)
durante quince años, hasta alcanzar la máxima capacidad en unidades operativas,
por lo que el éxodo en la última década tuvo un costo de $ 35.340 millones (US$
1963 millones), más del doble del presupuesto de la fuerza para todo un año.
El éxodo alcanzó a 380 oficiales, desde el grado de
alférez hasta vicecomodoro, y se produjo especialmente en la franja netamente
operativa, con la deserción de 236 tenientes primeros y 73 capitanes. La proyección
puertas adentro de la Aeronáutica es que las proporciones se profundizarán,
frente a las perspectivas de crecimiento de las low cost. Las compañías aéreas
privadas ofrecen salarios iniciales superiores a $ 50.000, que prácticamente
duplican los haberes de un teniente o capitán en actividad.
Este panorama se da en medio de una grave reducción de
las posibilidades ciertas de volar en la Fuerza Aérea, por las restricciones
presupuestarias y el escaso número de aeronaves en servicio.
"A todos los pilotos nos une la pasión por
volar", confió ayer a LA NACION un oficial retirado el año pasado de la
Fuerza Aérea, que hoy conduce aviones en LAN y pidió mantener en reserva su
identidad.
"El problema viene de arrastre y no es culpa de
las low cost. Pero se acentúa en este período de expansión de la aviación
comercial", explicó una fuente castrense.
En medio del crítico panorama, la conducción de la
Fuerza Aérea recibió muy favorablemente el reciente decreto 595/17, que
autorizó créditos por casi US$ 900 millones para la compra de equipamiento
militar (ver aparte). El presupuesto de la Fuerza Aérea, con un plantel de
13.000 hombres y mujeres, asciende hoy a $ 14.500 millones, y más del 76% se
destina a sueldos.
Para su formación integral, los pilotos cursan cuatro
años en la Escuela de Aviación Militar, en Córdoba, tras lo cual completan una
capacitación básica de aviador militar y otra instrucción especializada
avanzada, como pilotos de caza, transporte y helicóptero. Y sigue el
adiestramiento en unidades operativas, lo que genera un costo de formación de $
93 millones por piloto.
Consultado por LA NACION, el secretario general de la
Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Pablo Biro, negó que el éxodo de
pilotos responda al crecimiento de las low cost. "El desarrollo de estas
empresas de bajo costo es muy incipiente. Los pilotos se van de la Fuerza Aérea
desde hace tiempo porque no tienen horizonte profesional y por sus salarios
relegados", dijo, al comentar su propio caso, ya que él mismo se formó en
la Fuerza Aérea, al igual que su padre, y pasó luego a la aviación comercial.
Para las compañías aéreas resulta una ecuación muy
favorable recurrir a pilotos entrenados y con muy buena formación práctica y
académica. Según datos de Airbus, la flota de aviones del mercado argentino
aumentará de 145 aviones a 318 en los próximos 20 años.
Ante una consulta de LA NACION, en Fly Bondi
explicaron que el proceso de contratación de pilotos es continuo. "Nuestro
plan requiere 120 pilotos hacia fines de 2018, momento en el que tendremos diez
nuevas aeronaves. Priorizamos a los copilotos con más de 3200 horas de vuelo,
para que el año que viene puedan ascender a comandantes. Para los que ya son
comandantes, se exigen 4000 horas", indicó la empresa.
Señal de un mercado en crecimiento, Aerolíneas
Argentinas anunció la semana pasada que en julio alcanzó un récord de
pasajeros: 1.142.054, unos 122.000 más que en el mismo mes del año anterior.
En Aerolíneas se indicó a LA NACION que el pase fuerte
de pilotos militares al sector privado se registró en los años 90 y que no hay
ahora evidencias de que se repita. "En la última búsqueda laboral, hace
pocos meses, ingresaron 30 pilotos y no más de dos casos procedían de las
Fuerzas Armadas", se explicó.
Efectivamente, entre 1993 y 2000, unos 300 oficiales
abandonaron la Fuerza Aérea. Los niveles de deserción disminuyeron luego de la
crisis de 2001. Se estima, de todos modos, que las promociones de tenientes
primeros y capitanes están integradas hoy por el 50% de los efectivos que en su
momento egresaron.
El alcance de la pérdida
380 Pilotos
Es el número de oficiales que abandonaron la Fuerza
Aérea en la última década por los bajos sueldos y el desaliento que genera la
reducción de las horas de vuelo
$ 93 Millones
Es el costo que destina la Fuerza Aérea para la
formación integral de un piloto en un período de 15 años, desde su ingreso en
la Escuela de Aviación Militar hasta el manejo de unidades operativas
$ 35.340 Millones
Es la suma invertida en la formación de los 380
pilotos que se fueron. Constituye más del doble del presupuesto de la fuerza
para todo un año