Hernán Caballero
La Nación, carta lector, 19-8-17
La UBA registra un récord de inscriptos de países
vecinos para 2018, unos 60.000, entre ellos gran cantidad de brasileños y
chilenos, pero también colombianos, peruanos, venezolanos y paraguayos.
Como
argentino y como egresado de la UBA, me reconforta la elección de tantos
jóvenes latinoamericanos, pero como contribuyente me alarma y me preocupa
porque no es la UBA la que solventa con generosidad este esfuerzo sino que
somos nosotros, los ya sobrecargados contribuyentes argentinos, quienes estamos
haciendo posible lo que los contribuyentes de esos países vecinos se niegan a
hacer. Esto no es justo.
La Argentina
aplica una carga fiscal desmesurada sobre sus ciudadanos, y éste es un gasto
que no nos corresponde. La Argentina y la UBA deben encontrar la forma de
facturar este esfuerzo intelectual y físico a los respectivos Estados
colombiano, venezolano, chileno, brasileño, peruano o paraguayo, transformando
así un gesto generoso incomprensible en exportación de conocimiento argentino a
la región, como hoy Australia exporta a Asia, albergando a miles y miles de
asiáticos en las universidades de Sidney, Melbourne y otras ciudades,
recibiendo a cambio casi 2000 millones de dólares.