Por @lazarollorens – 9/4/2018
Striptease del
Poder
Marta Alicia Alanís de Cuenca es fundadora y titular
de la ONG “Asociación Civil Por el Derecho a Decidir” -nombre legal-, que ella
misma renombró provocativamente, sin el aval de la Iglesia Católica ni de la
ONU, como “Católicas por Derecho a Decidir” Argentina (CDD).
Esta ONG, financiada, según información exclusiva
obtenida por STDP, por fundaciones internacionales ultracapitalistas como la
Fundación Ford o la Planned Parenthood
Federación de América (IPPF), declara ser “un movimiento autónomo de personas
católicas”, cuyo objetivo principal es la legalización del aborto en Argentina.
Por esta razón, Alanís, de aparente perfil de
izquierda, opositora al actual gobierno de Cambiemos, en estos días cobró gran
notoriedad pública a raíz del debate sobre la despenalización del aborto que
impulsa el gobierno de Mauricio Macri. Y que ella y su organización defienden
en la calle, medios de comunicación y el congreso.
“Las mujeres católicas abortan en la misma proporción
que las no creyentes o las de otras religiones. Lo que va en contra del aborto
es el lobby que hacen los sectores derechistas y ultraderechistas en nombre de
la Iglesia Católica y de otras religiones, no las mujeres” sostiene Alanís,
soslayando que sus financistas son fundación ultraderechistas, incluso algunos
señaladas de ser tapaderas de la CIA, y que este proyecto de despenalización
del aborto lo impulsa un gobierno que considera de derecha ( Macri).
Marta Alanis
“La gorda Marta”
¿Pero quién es realmente Marta Alanís? ¿Cuál es su
trayectoria política? ¿Cuáles son sus antecedentes y como terminó siendo la
fundadora y líder de “Católicas por el Derecho a Decidir”? Y lo más importante
¿quiénes son los financistas de su organización?
Sobre el pasado, en una entrevista realizada el 18 de
marzo pasado por el diario Página 12, con muchos baches y eufemismos, la
titular de CCD contó: “el tema mío fue la militancia social y política en los
70. Eso me llevó a tener que salir del país en el año 77. Antes yo estaba en
Córdoba. En el 76 vinimos a Buenos Aires, nos radicamos en Avellaneda porque no
podíamos estar más en Córdoba (…) Yo trabajaba, participaba en una comisión del
barrio, era muy joven, era madre de tres hijos chiquitos. Y participábamos con
gente vinculada a las comunidades eclesiales de base, al movimiento de curas de
la Teología de la liberación, y muy vinculada a los movimientos populares de
esa época”
Sin embargo esta no es la verdad. O es una pequeña
parte de ella. En realidad en los 70
Marta Alanis, más conocida como “la gorda Marta” y su marido Julio Luis
Aguirre Reinaudi, “el gordo Luis”, eran miembros Partido Revolucionario de los
Trabajadores (PRT) de tendencia marxista-leninista que nada tenía que ver con
la iglesia o la religión católica. Por el contrario, la rechazaban por
considerarlo un engranaje más del capitalismo. Esta organización, a su vez
tenía como brazo armado al Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
Marta y su esposo Luis
Estando dentro del PRT-ERP “los gordos” Marta y Luis
conocieron al siniestro líder del ERP Enrique Gorriarán Merlo. Un ex
guerrillero señalado por muchos de ser un agente doble controlado por la CIA,
que luego pasó a ser líder del Movimiento Todos por la Patria (MTP). Caracterizado por realizar operaciones
militares donde sus principales compañeros morían, y cuyos resultados políticos
siempre beneficiaban al enemigo. Habiendo sido el encargado de negociar en 1974
el multimillonario rescate de Victor Samuelson, Gerente General de Esso, por el
cual se pagaron según el propio Gorriarán, 14 millones de dólares en billetes
de 20, 40 y 100 dólares.
“Nica”
De la mano de Gorriarán y sus dólares, Luis Aguirre y
Marta Alanis, mientras muchos de sus
compañeros y familiares del PRT-ERP eran diezmados por la dictadura militar, se
exiliaron en 1977 a Bolivia. De allí a Europa (Francia) donde el PRT-ERP
comenzó a sufrir una gran división interna. Y de Europa, a Nicaragua en
momentos en que estaba ocurriendo la revolución sandinista.
En Nicaragua, “Nica” como solía decirle Alanís,
Gorriarán Merlo asumió como encargado de operaciones de Seguridad del Estado.
También asumió el control total del PRT-ERP, expulsando del país a todos los
que no estaban de acuerdo con sus arbitrarias decisiones acusándolos de
“agentes”, no obstante Marta y Luis se quedaron.
En este país, Gorriarán, jefe político de Alanís,
trabajó y fue amigo del conocido
comandante sandinista Roger Miranda Bengoechea, Por entonces Jefe de
Gabinete del Ministro de Defensa, que 1987 se hizo conocido por desertar del sandinismo
con un montón de información secreta, para a ponerse a las órdenes Estados
Unidos y la CIA. “Éramos más corruptos que Somoza”, se justificó tiempo después
Miranda, para justificar esta conversión política.
Quien trataba a Gorriarán Merlo de “Enrique”, el que a
su vez se ganó definitivamente su confianza después que asesinó al ex dictador
nicaragüense Anastasio Somoza en 1980 en Paraguay. De quien se decía que era un hombre que sabía
demasiado, y por eso la CIA lo quería eliminar.
El pelotón de ERP en Nicaragua
En 1982, durante la dictadura, los entonces PRT –
Sandinistas Marta Alanís y su marido Luis Aguirre decidieron regresar a
Argentina. En esa ocasión, el 15 de octubre de 1982, el Director General de
Seguridad Interior Coronel Carlos Alberto Tepedino, emitió un informe
“Reservado” con “los antecedentes para el otorgamiento de pasaportes del señor
Julio Luis Aguirre Reinaudi y su familia”
En el mismo, formulado a partir de un informe
“estrictamente confidencial y secreto” de la Policía Federal, curiosamente se
destaca que el señor “Julio Luis Aguirre Reinaudi identificado con el Legajo de
Identidad Serie C.I. N.8.004.154 no registra antecedentes policiales ni
judiciales”. Y que por “iguales nombres y apellidos…registra con fecha del
25-5-74, detenido por personal policial, conjuntamente con otra persona, en
momentos en que se hallaba pegando afiches murales del Partido Revolucionario
de los Trabajadores, Regional Córdoba”.
En cuanto a los
“integrantes de su familia Marta Alicia Alanis de Cuenca de Reinaudi; Leandro David Aguirre, Carlos Federico
Aguirre, y María Laura Aguirre no se encuentran registrados patronímicamente en
los archivos de la superintendencia Técnica”.
Con lo cual, la familia Aguirre Alanís, encontró la puerta abierta para
poder regresar.
MTP
Tras el regreso de la democracia Alanís y su marido se
establecieron en Córdoba. Por su parte Gorriarán Merlo, que no podía regresar
al país porque el ex presidente Raúl Alfonsín por decreto había ordenado
enjuiciar a las cúpulas guerrilleras del ERP y Montoneros, en 1986 fundó en
Nicaragua, junto a otros ex PRT-ERP, el Movimiento Todos Por la Patria (MTP).
Un partido político de izquierda, cuyo objetivo mediato era participar en las
elecciones legislativas de 1987, que también lo integraban Jorge Baños, “Quito”
Burgos, el ex sacerdote Rubén Dri, y Fray Antonio Puigjané entre otros.
De inmediato, el flamante MTP, contando con generosos
dólares que venían de la mano de Gorriarán Merlo, invirtió en tres conocidos y
costosos medios gráficos. El Periodista, donde Gorriarán aseguró haber aportado
medio millón de dólares. Página 12, cuyo staff estaba integrado por algunos ex
PRT y dirigido por Jorge Lanata, actual periodista estrella del Grupo Clarín,
donde según el propio Gorriarán, aportó un millón de dólares.
Y la revista “Entre Todos”, dirigida en Córdoba por
Alberto “Quito” Burgos, muerto en el ataque al cuartel de La Tablada, quién
estaba secundado por los “gordos” Aguirre y Alanís. Donde escribió, entre
otros, Alfredo Leuco, otro periodista estrella de Clarín. Y desde cuyas páginas
la cúpula del MTP interpelaba de manera directa a su propia tropa militante.
Tapa de la revista Entre Todos
Los “gordos” Aguirre y Alanís se instalaron en 1986 en la localidad serrana Río Ceballos ubicada a 20 minutos de
la ciudad de Córdoba. Desde allí desplegaron su trabajo de militantes rentados
del MTP, dedicándose exclusivamente a administrar la bolsa de dólares que les
suministraba Gorriarán. En tiempos en que pocos argentinos podían tener un
billete del Tío Sam en sus bolsillos. Y que ellos decían que provenían de una
“ONG alemana”.
Con esos billetes, los anticapitalistas Marta Alanís y
Luis Aguirre, en poco tiempo armaron una estructura política en Córdoba. Además
de sueldos para militantes, disponían de vehículos, voluminosas impresiones
gráficas, alquiler de inmuebles, con una sede en barrio San Martín, además de
costosos avisos publicitarios en la TV,
como el que se puede ver en el siguiente video.
Ver más:
Era una estructura que por entonces no tenían ningún
partido en Córdoba. Salvo el radicalismo que gobernaba la provincia. Y que
políticamente de nada sirvió, porque en las elecciones legislativas de 1987, a
pesar de los cuantiosos recursos
invertidos, el MTP no obtuvo ni un solo representante en todo el país.
En cuanto el final del MTP de Alanís y su jefe
Gorriarán es por todos conocido. Dos años después, en la madrugada del 23 de
enero de 1989, liderados por Gorriarán Merlo y motivados desde el diario Página
12 de Lanata, unos 70 miembros del MTP tomaron el cuartel de La Tablada en
Provincia de Buenos Aires, con la supuesta intención de abortar un golpe
militar que no sucedió.
En este nuevo y último operativo de Gorriarán Merlo,
que nunca entró al cuartel sino que se quedó afuera, según él esperando señales
para marchar a Plaza de Mayo con los tanques capturados al ejército y para
convocar una gran movilización popular, arrojó 32 militantes del MTP, 9
militares y 2 policías muertos. Entre estos Baños y Burgos, fundadores del MTP.
Cuatro desparecidos. Entre ellos Francisco “Pancho” Provenzano, ex PRT,
fundador del Página 12 junto a Lanata.
Baños, uno de los fundadores del MTP
Casualmente, mientras el líder del MTP desde afuera
del cuartel dirigía el campamiento, al que tampoco se sumó Alanís ni su esposo
Luis, en el edificio Libertador, sede del Ejercito Argentino, estaba su amigo
nicaragüense Roger Miranda Bengoechea, ya converso agente de la CIA. Lo cual
según algunos analistas, era el reaseguro que tenía “Enrique”, alias “Ricardo”
o “El Pelado” para salir enteramente
indemne en la operación. Cosa que así
fue.
Porque una vez más, mientras sus compañeros eran
acribillados, abatidos, incinerados, e incluso desaparecidos, como un crudo
remedo de la “guerra sucia”, “El Pelado” pudo escapar junto con su familia. Al
respecto el cura Puigjané, que soportó largos años de prisión como consecuencia
de ese ataque, declaró: “Gorriarán era un tipo macanudo, pero había cosas de él
que no se entendían. Por ejemplo, fue rara su actitud cuando estuvo prófugo. Se
movía por el país como si estuviese en su casa. También me pregunto cómo
después pudo irse tranquilamente del país con su mujer e hijas.”
En cuanto a los resultados políticos de La Tablada,
nuevamente estos fueron todo lo contrario a lo planeado. La toma del cuartel,
trasmitidas en vivo por la TV las 24 horas, con un país que miraba atónito y no
entendía nada, revivió la teoría de los dos demonios y la “guerra sucia” en la
peor de sus facetas. Y cosechó el rechazo unánime de todos los sectores.
Esto permitió, que al año siguiente, en diciembre de
1990, el presidente Carlos Menem por decreto, para lograr la “reconciliación
definitiva entre los argentinos”, firmara los indultos de Jorge Rafael Videla,
Emilio Massera, Orlando Ramón Agosti, Roberto Viola, Ramón Camps, Mario
Firmenich y al ex-ministro de economía José “Joe” Martínez de Hoz. Este último
representante del Grupo Rockefeller en Argentina. El mismo que había pagado 14
millones de dólares a Gorriarán en 1974,
por el rescate de Samuelson, de quien se decía que era un hijo natural
de los Rockefeller.
Mientras tanto en Córdoba, al igual que en el resto
del país, como una bomba neutrónica, la Tablada significó la inmediata
extinción del MTP y su estructura política. Sus máximos dirigentes, militantes,
y simpatizantes huyeron despavoridos a refugiarse a cualquier lado. Como un
“deja vu” de los años de plomo. En el caso los “gordos” Marta Alanís y Luis
Aguirre, los tesoreros de Gorriarán Merlo, sin dar explicación absolutamente a
nadie, desaparecieron de Río Ceballos y de la faz de la tierra, y nadie por un
tiempo los volvió a ver.
CCD
Después de la luctuosa catástrofe de La Tablada, con
su líder guerrillero fugado en el exterior, “los Gordos” Aguirre y Alanís se
refugiaron en Villa Azalais. Un humilde barrio ubicado en nordeste de la ciudad
de Córdoba. Allí, Alanís abandonó la militancia política, y 1991 comenzó a
trabajar para la Arquidiócesis de Córdoba, en Caritas.
Tras ese indispensable baño eclesial indispensable
para su nueva misión como promotora del aborto, dos años después la ex ladera
de Gorriaran Merlo devenida a católica, se separó de la Iglesia, y fundó la ONG
“Asociación Civil Por el Derecho a Decidir”. Que ella misma renombró
informalmente, sin ningún tipo de aval de la Iglesia, como “Católicas por
Derecho a Decidir”. Y cuyo sitio web es
Portal “Católicas por el Derechos a Decidir” de
Alanís.
Este falso nombre no es casual. Semánticamente, ante
el imaginario popular, se presenta como una grieta dentro de la Iglesia
Católica. Principalmente en el tema del aborto, donde históricamente la Iglesia
ha tenido un posición común en rechazo a esta iniciativa.
De hecho, si uno repasa los “objetivos” de la ONG de
Alanis, se ve que casi todos ellos están enfocados a una sola cuestión:
legalizar el aborto. Como si toda la teología católica pasara sólo por esta
cuestión. Uno de ellos, por ejemplo, propone “concienciar (sic) a la sociedad
sobre la responsabilidad y el derecho de las mujeres a una maternidad escogida
y deseada, con un intento de disminuir la incidencia del aborto y la mortalidad
materna”.
Objetivos de “Católicas por Derecho a Decidir”
Sobre la falsedad o uso tramposo de su nombre no hay
dudas. En el 2012, luego de una larga disputa, el comité de evaluación de
organizaciones no gubernamentales del Consejo Económico y Social de la ONU
(ECOSOC) le negó a “Católicas Por Derecho a Decidir” de Alanís, el “status
consultivo” -ser una entidad de consulta de la ONU- por utilizar públicamente
un nombre distinto con el que está legalmente inscripto, y no tener el aval de
la Iglesia para usar la palabra “católicas”.
FORD
Por último, y quizás lo más importante ¿quién financia
esta ONG de la ex PRT – SANDINISTA-MTP, devenida a católica abortista Marta
Alanís?
Fundaciones internacionales absolutamente
capitalistas, algunas señaladas incluso de tener vínculos con la CIA, como la
Fundación Ford, Planned Parenthood Federación de América (IPPF), o HIVOS, las
que en estos años aportaron miles de dólares a la ONG de Alanís. Son todas
fundaciones que promueven el control demográfico en los llamados países del
“tercer mundo”, para evitar la “implosión demográfica” promoviendo el aborto.
Así lo acredita documentación exclusiva a la que
accedió STDP nunca antes publicada. Sobre la Fundación Ford, el 13 de
septiembre del 2.000, la “Asociación Civil por el Derecho a Decidir” presidida
por Alanís recibió un giro de 333.049 dólares -6.660.000 de pesos actuales- de
“The Ford Fundatión New York”, en su Caja de Ahorro cuenta 213-504784/4.
La historia de esta fundación norteamericana, públicamente
pro-aborto, es harto conocida. Fue creada el 15 de enero de 1936 por el hijo de
Henry Ford, Edsel para realizar actividades filantrópicas (https://www.fordfoundation.org)
y en poco tiempo se convirtió en la organización anticomunista predilecta del
gobierno de los EE.UU durante la llamada “guerra fría”. A punto tal que en
1976, una investigación del congreso de EE.UU, dio cuenta que el 50% de las 700
subvenciones otorgadas a la Fundación Ford fueron financiadas por la CIA.
Escándalo que motivó el inmediato alejamiento de la familia Ford de esa
fundación en ese mismo año.
Otra fundación internacional pro-aborto que financia a
Alanis es la holandesa HIVOS. Que a su vez es financiada, según figura en sus propios
balances, por la Fundación Ford, Hewlett Foundation, The Global Fund, e
Inter-American Development Bank entre otros, como se puede ver en su balance de
2016-2017 reproducido seguidamente.
Financiamiento de la Fundación HIVOS 2016-2017
Esta fundación holandesa, el 9 de enero del 2001, le
hizo un aporte a la ex MTP Alanís de 121.000 euros -3,1 millones de pesos
actuales-. Su propósito era financiar, “un proyecto para expansión de Católicas
por Derecho a Decidir en América Latina” según documentación de dicha ONG
firmada por Marta Alanís, la ex ladera de Gorriaran Merlo, que se expone abajo.
Estos aportes de la Fundación HIVOS se realizaron en 5 tramos de 24 mil euros
cada uno, desde septiembre de 2001 hasta septiembre de 2003.
Extracto del proyecto financiado por la Fundación
HIVOS
Pero además de estos aportes de la Fundación Ford e
HIVOS, según un reporte presentado por la misma Alanís ante la ONU en el año
2010, “Católicas por Derecho a Decidir” recibió otros 331.465 dólares –unos 6,8
millones de pesos actuales- de 10 fundaciones internacionales pro-aborto, que a
su vez son sostenidas por grandes corporaciones mundiales. En su mayoría
radicadas en Estados Unidos.
Entre ellas está IPPF, la ONG abortista número uno a
nivel mundial desde hace un siglo, financiada por el gobierno de Estados Unidos
y la Fundación Rockefeller entre otros, que aportó a la ex PRT Alanís 89.530
dólares. HIVOS, otros 70.205 dólares.
UNIFEM, 61.582 dólares. Global Fund for Women (GFW) 31.127 dólares. Catholics
For Choice (CFC) 28.821 dólares. El Fondo de Población de las Naciones Unidas
(UNFPA) cuya directora ejecutiva actual es Natalia Kanem, ex directiva de la
Fundación Ford, 22.105 dólares, etc. Figurando también la IWHC, ONG financiada
por la fundaciones Ford, Hewlett, MacArthur, Packard, Rockefeller, y Bill &
Melinda Gates, con 2.683 dólares
Balances de Católicas por Derecho a Decidir
Estas cifras muestran, tal como se lo dijo al autor de
esta nota un conocido de Alanís que interfirió para que ella no se publicara,
que el aborto es un lucrativo “currito”. Donde hay generosas ONG
multinacionales dispuestas a suministrar abundantes dineros, con vistas a que
la población deje de expandirse haciendo inviable al sistema capitalista. Y
desaprensivos aventureros y aventureras, dispuestos como mercenarios a
aprovecharse de ello.
Por supuesto que nada de esto insinúa en las extensas
entrevistas que hoy concede Marta Alanís. En las que tampoco sincera su pasado
como tesorera de Gorriarán Merlo, ni del financiamiento que actualmente goza.
Todo lo oculta. Y así tampoco aceptó tener una entrevista personal con el autor
de esta nota, para explicar su conversión desde el PRT marxista, a “Católicas
por el Derecho a Decidir” y el
financiamiento que la nutre.-