La mayor decepción: Macri recibió a Trimarco
Por Christian Sanz
Tribuna de Periodistas, - 10/04/2018
Susana Trimarco miente. No es una valoración
periodística, ni siquiera una apreciación personal. Es una realidad que surge
del análisis exhaustivo de su propio discurso
Mi último libro habla sobre ello, de las falacias y
contradicciones de su alocución: sus palabras siempre se acomodarán a quien sea
su interlocutor.
En el juicio que se sustanció en torno a la
evaporación de su hija, María de los Ángeles Verón, ello quedó expuesto de
manera elocuente e inequívoca.
[Ver artículo, al final]
Frente a los jueces Trimarco dice una cosa, y luego en
público dice lo contrario. Es una constante.
Esa bruma se percibe también en el manejo de los
millonarios fondos públicos que ha sabido recibir en la última década, sobre la
base de supuestos rescates de víctimas de trata.
Es curioso, porque jamás la mujer ha aceptado mostrar
ese registro —tampoco acepta debatir conmigo—, donde constarían tales rescates.
No he sido el único periodista que se lo ha solicitado.
El dato no es menor, toda vez que los dineros que le
otorga el Estado —ya sea nacional, provincial o municipal— son como
contraprestación de ese trabajo.
Un botón de muestra: Trimarco jura que ha rescatado a
40 mujeres en La Rioja, pero jueces y policías niegan la versión. De hecho, no
existe un solo expediente judicial que registre tal posibilidad (¿No es
sugestivo que ninguna ONG de lucha contra la trata le crea?).
A pesar de lo dicho, recibe millonarios fondos
públicos. Solo en 2015, la mujer percibió más de 23 millones de pesos por parte
de la Nación. Otro tanto le “llovió” por parte de diversas provincias, dinero
que se sumó a lo que recibe regularmente de países como EEUU, Francia, España y
Alemania.
Eso sí, a la hora de rendir cuentas Trimarco se hace
la distraída. Como pruebo en mi libro, la mujer sabe presentar tickets sin
validez fiscal, usualmente de servicios personales que consume, como
peluquería, perfumería y hasta heladería.
Lo aquí referido es información pública, no hay nada
secreto. Si hasta ahora no se sabía nada, es porque los periodistas no han
querido hurgar en esa cuestión. De hecho, he sido el único periodista que ha
leído completo el expediente judicial que investiga la desaparición de Marita
Verón.
Toda esta perorata es para manifestar mi inocultable
enojo ante el ostentoso recibimiento que le endilgó Mauricio Macri este lunes.
No solo tuvo un encuentro con ella, sino que además el
presidente se vanaglorió a través de su página de Facebook de la reunión. ¿Era
necesario?
Me enteré de lo ocurrido por los cientos y cientos de
mensajes que me llegaron contándome sobre el meeting de marras. Todos los que me escribieron, absolutamente
todos, estaban indignados
Ciertamente, intentaré hacerle llegar mi obra al jefe
de Estado, antes de que cometa el grave error de proveerle de más fondos a
Trimarco. Le explicaré lo obvio: no ayudará a luchar contra la trata, solo
contribuirá a hacer más millonaria a la madre de Marita Verón.
…………………………..
Las
sorprendentes lagunas judiciales de Trimarco
Por Christian Sanz
Tribuna de Periodistas, - 03/08/2017
Las declaraciones judiciales de Susana Trimarco son
sorprendentes. Pocos saben que son diametralmente opuestas a lo que dice en
público. Allí abundan los “no sé” y los “no recuerdo”.
Por caso, cuando le preguntaron con qué imputados
relaciona a Patricia Soria, a quien acusa por ser la “entregadora” de su hija a
un grupo de proxenetas, la mujer asevera: “No lo sé”.
Luego la interrogaron para contrastar los dichos de
una de las testigos que vio a su hija: “¿Ropa y calzado coincidía con la que
llevaba el día de la desaparición?”.
Trimarco vuelve a sorprender: “Ya lo aclaré, no le voy
a contestar”.
Incluso en temas triviales escapa Trimarco a la
indagación judicial: “¿Cómo hizo para vender la casa de Gráfico II siendo de
Marita Verón?”, le es preguntado.
¿Su respuesta? “No le voy a responder”.
Estos son algunos otros ejemplos, todos textuales del
expediente judicial, que muestran la poca consistencia del relato de Trimarco:
-¿Usted tiene información cuando Adrián Catalán (el
cuñado de Marita) visitaba a su hija? “Ya lo dije y no lo voy a repetir”.
-¿Usted aporto datos? “No recuerdo”.
-¿En qué bar se encontraban las habitaciones (de la
whiskería Desafío, donde supuestamente estuvo su hija y ella jura que
investigó)? “No recuerdo”.
-¿Usted Sra. participó de los allanamientos? “Sí,
algunos y no recuerdo”.
-¿Tiene conocimiento qué juez la autorizó? “No
recuerdo”.
-¿Quién era el jefe de los procedimientos? “No
recuerdo”.
-¿Cuántos allanamientos más o menos se hicieron? “No
recuerdo, eran muchos”.
-¿Las fechas? ¿El primero y el último? “No recuerdo”.
-¿En qué fecha precisa habría sido llevada
supuestamente Marita de Tucumán a La Rioja? “No lo sé, no le puedo dar (sic)”.
-¿Desde y hasta qué periodo de tiempo permaneció su
hija en La Rioja y en qué lugar? “No sé”.
-¿Brindó contención a otras chicas? “Sí, pero no le
puedo decir más detalles”.
Incluso, al momento de hablar sobre un supuesto episodio
vivido por Marita en un prostíbulo de La Rioja, donde la habrían herido con un
arma blanca, Trimarco hace agua.
“Mi hija con un hijo en los brazos, a mi hija la
golpearon y la puñalada en la espalda, eso me dijo Andrea Romero. En la causa
nula (sic) pueden ver”, sostuvo la mamá de Verón. Sin embargo, cuando le
preguntan precisiones, no tiene respuesta:
-¿En qué fecha?
-No recuerdo precisa (sic).
-¿Qué día del episodio del cuchillo?
-No me lo dijo.
-¿Le contó cuántos puntos le hicieron?
-No.
-¿Usted hizo gestión en el hospital para corroborar
estos datos?
-La policía se encargó.
Como ya se ha dicho, sorprende que nadie haya
contrastado los dichos de Trimarco, sobre todo sus contradicciones y silencios.
Ella misma tendría que haber sido investigada junto a
otros integrantes de su familia e incluso el comisario Jorge Tobar, uno de los
que pergeñó, junto a la mujer, la falaz historia de que a Marita la habían
llevado a La Rioja.
El otrora secretario de la Fiscalía Ernesto Baaclini
lo dijo claramente cuando declaró en 2012: “Nos llamaba la atención, y también
la actitud investigativa de Tobar”.
Ciertamente, hay secretos familiares que persisten en
no ver la luz. Tampoco hay periodistas que se animen a preguntar al respecto.
Por caso, ¿nadie se preguntó por qué Marita, un día
antes de evaporarse, se declaró “soltera” en la ficha de la maternidad donde se
atendió cuando había sendos casilleros que decían “en pareja estable” y
“casada”? El dato aparece en el cuerpo 1 del expediente, a fojas 5.355.
Más aún: ¿Por qué Trimarco jamás pidió que se llame a
declarar al médico Tomás Rojas, el último que vio a su hija antes de
desaparecer de la faz de la Tierra?
Como puede verse, son preguntas sin respuesta.
(*) Extracto del libro "Trimarco SA, mentiras,
negocios millonarios y política K".