Por Héctor GIULIANO
(27.3.2018)
El Informe Trimestral sobre Deuda Pública del Estado
Central que edita el Ministerio de Finanzas (MF) trae siempre – en su hoja
final – una serie de Indicadores que llama de Sostenibilidad de la Deuda.
La mayoría de estos indicadores – que son 10 – tienen
poca relevancia efectiva a los efectos de mostrar la verdadera vulnerabilidad
del endeudamiento del Estado y mezclan parámetros económico-comerciales que no
se compatibilizan con los parámetros financieros respectivos.
Tres indicadores clave pueden servir como ejemplo de
lo que decimos: Deuda/PBI, Deuda/Exportaciones y Deuda/Ingresos Corrientes.
En todos los casos, existen probadas insuficiencias en
materia de metodología, fuentes de datos y/o tiempos de efectivización o
liquidez.
DEUDA/PRODUCTO
La relación Deuda/PBI es la más usada universalmente
pero a la vez la más discutible porque mezcla un numerador (la Deuda) que es
una magnitud financiera cierta con un denominador (el Producto Bruto Interno)
que es una magnitud económica estimada.
Se trata de un índice potencial que significa poco
desde el punto de vista financiero del Sector Público porque sólo
indirectamente – contando con una eventual mayor recaudación derivada del
crecimiento económico - podría tener cierta representatividad.
Además, los datos con que este índice ha sido
calculado varían en el curso del tiempo: por ejemplo, la administración
Kirchner no incluía en el monto de la Deuda los juicios de los Holdouts ni los
cupones PBI (y hoy tampoco se toman estos últimos).
Pero igualmente importante es el hecho que se está
tomando para el cálculo sólo la Deuda del Estado Central – es decir, sin
Provincias, Municipios, Empresas del Estado, Organismos Nacionales, Fondos
Fiduciarios, BCRA ni Juicios contra el Estado con sentencia – contra el PBI,
que es una cifra nacional: lo correcto y elemental es que si se compara contra
el PBI, que es nacional, se lo haga con la Deuda Pública también Nacional, cosa
que ningún gobierno hace.
El ratio oficial Deuda/PBI es actualmente del 53.4 %
(al 30.9.2017) y se mantiene en este orden desde el 2015. Bajo el Kirchnerismo
– datos incompletos mediante – estaba entre el 40 y el 45 % (2010-2014).
Pero en uno u otro caso este indicador no dice nada
porque su real gravedad no depende de las cifras absolutas sino del perfil de
vencimientos: al momento de la crisis del 2001 el ratio Deuda/PBI era del 53.7
% y la Argentina entró en Default.
DEUDA/EXPORTACIONES
Otro indicador, tan financieramente impreciso y
engañoso como el de Deuda/PBI, es el ratio Deuda/Exportaciones, considerando
aquí sólo la Deuda en Moneda Extranjera.
Al 30.9.2017 – que es la última información disponible
del MF – este coeficiente es de 293.1 % (equivalente a tres años de
exportaciones). Era de 212.6 % al fin de 2015 y venía aumentando de 119.1 % a
175.8 % durante el período 2010-2014.
El indicador muestra obviamente una evolución
preocupante pero el cuadro es todavía peor si se tiene en cuenta que estas
exportaciones contra las que se compara la Deuda no tienen obligación de
liquidar las divisas en forma inmediata sino que los agentes – según las
modificaciones introducidas por la administración Macri - pueden hacerlo hasta
los 5 años. De modo que no existe garantía de disponibilidad inmediata de tales
divisas.
DEUDA/RECURSOS TRIBUTARIOS
Este ratio, que tendría mayor coherencia desde el
punto de vista financiero, compara los Servicios de Deuda pagados contra los
Ingresos Tributarios corrientes.
Más no está claro el contenido de las cifras que se
usan para calcular este índice porque si se toman los Intereses Pagados da hoy
10.4 % de los Recursos, pero ocurre que un tercio de estos intereses no se
pagan sino que se capitalizan por anatocismo, lo que distorsiona su
interpretación.
De la misma manera, si se toman los Servicios Totales
Pagados – que se supone integran los Intereses más los vencimientos de Capital
(que no se pagan sino que se refinancian en su totalidad, hasta el último
centavo) – da 61.6 %, lo que implicaría que el Estado Central tendría que
aplicar más de la mitad de sus recursos corrientes al pago de la Deuda, cosa
que igualmente es irreal y no representativa ya que en la lógica y el accionar
de los gobiernos (el actual y todos los anteriores) los vencimientos se
refinancian totalmente y además se toma más Deuda Nueva.
De todas maneras, este ratio Deuda/Recursos es
fuertemente creciente en los últimos años en ambas versiones: el coeficiente
Intereses/Recursos pasó de 5.4 % a 7.9 % en el período kirchnerista 2010-2015
(hoy es del 10.4 %), y el de Servicios Totales/Recursos (hoy 61.6 %) pasó de
32.7 % a 38.9 % en el mismo período K 2010-2015.
En uno y otro caso – pese a las reservas metodológicas
y prácticas en torno a la forma de cálculo – ambos índices son preocupantes.
Hasta aquí el breve comentario sobre los últimos
Indicadores – llamados de Sostenibilidad de la Deuda Pública – editados por el
Ministerio de Finanzas, que dirige Luis Caputo.