Reflexiones
sobre las Responsabilidades Políticas de los Cristianos
Sacerdotes
por la vida
(Texto
sintetizado)
El plan pastoral de los Obispos Americanos y
otras exhortaciones
El Plan Pastoral de
los Obispos de Estados Unidos para las actividades Pro-vida (Revisión 2001, Una
campaña en apoyo a la vida) contiene, como parte integral de su estructura, una
sección de políticas publicas. Los Obispos dicen,
"Proteger y
promover los derechos inviolables de las personas es la responsabilidad más
solemne de las autoridades civiles. Como Americanos y como líderes religiosos,
estamos comprometidos a gobernar por medio de un sistema de ley que proteja los
derechos humanos y mantenga un bien común.
Recordemos que La Iglesia debe estar siempre
comprometida con la tarea de educar y apoyar a los laicos que están
involucrados en la fabricación de leyes, en la gobernabilidad y la
administración de la justicia, para que la legislación refleje siempre los
principios y valores morales que estén en conformidad con una antropología y
avance del bien común" (La
Iglesia en América, no. 19, citando el Sínodo de América,
propuesta 72.)
" Mantenemos
estas verdades como evidencia, de que todos somos creados en igualdad, que a
todos se nos han dado, por el Creador, ciertos derechos inviolables que son la Vida , la Libertad , y la búsqueda
de la Felicidad ".
Hoy en día vemos las tensiones escalar entre estos principios fundamentales y
la realidad política en que vivimos. Nunca antes se había visto mayor esfuerzo
de ignorar el derecho de vida de los niños que aun no han nacido, la
legalización de la eutanasia y el suicidio asistido, como lo vemos ahora.
Cada cuatro años,
cuando nuestra nación se enfrenta con los comicios de las elecciones
nacionales, la junta administrativa de los Obispos de Estados Unidos, emiten un
comunicado sobre la responsabilidad política de los Cristianos. En su
comunicado de 1995, Responsabilidad Política, los Obispos declararon que,
"En la tradición Católica, el civismo es una virtud; la participación en
el proceso político es una obligación. No somos una secta que se escapa del
mundo, sino una comunidad de fe llamada a renovar la tierra." No estamos
en este mundo por accidente. Tampoco estamos aquí para dejarlo tal como esta.
Estamos aquí en este mundo para cambiar el mundo en uno mejor.
En su comunicado de
1999, los Obispos reiteraron este tema con las siguientes palabras:
"Algunas veces
unos pocos candidatos y no los partidos enteros, reflejan nuestros valores. Sin
embargo no podemos retroceder. El nuevo milenio debe ser una oportunidad para
una participación renovadora. Debemos retar a todos los partidos y a cada
candidato a defender la vida humana y la dignidad, a buscar mayor justicia y
paz, a promover la vida familiar, y a avanzar hacia un bien común." (Junta
Administrativa de los Obispos, Responsabilidad Cívica, 1999, p5)
"Para los
Católicos, la virtud pública es tan importante como la privada en la
reconstrucción del bien común. En la tradición Católica, el civismo responsable
es una virtud; la participación en el proceso político es una obligación moral.
Todo creyente está llamado a formar parte de una ciudadanía responsable, a ser
un participante informado, activo y serio en el proceso político." (p9)
Todos los votos
cuentan
Los Obispos que se
reunieron para el Concilio Vaticano II, explícitamente enseñaron en el
documento Gaudium et Spes, que tenemos la obligación de votar.
Si un sacerdote dice
que se debe hacer algo, se toma con seriedad. Si un Obispo lo dice, se tiene
que tomar con mayor prioridad. Ahora, ¿qué pasa si miles de Obispos los dicen?
Precisamente ese es el caso aquí.
No decimos por quien
votar, no deberíamos, no es nuestro trabajo, lo que sí es nuestro trabajo, como
ministros del Evangelio, es formar a la gente en los principios y animarlos,
según sus habilidades, a evaluar la situación que enfrentan con cada elección.
Algunas personas
sienten que sus votos no cuentan, que no harían una gran diferencia.
Preguntémonos ¿cuántas personas piensan de la misma manera? ¿Cuántas personas
que piensan de esa manera son demasiadas? Si hay demasiadas personas que
piensan de la misma manera, lo mejor es comenzar a cambiar la manera de pensar.
Otro documento que es
central para estas consideraciones es el comunicado de 1998 de los Obispos de
Estados Unidos "Vivir el Evangelio de la Vida : Reto a los Católicos de Estados
Unidos"
Los Obispos nos
exhortan "Animamos a todos los ciudadanos, especialmente a los Católicos,
que consideren su civismo, no solo como un deber y un privilegio, sino como una
oportunidad para participar con gran sentido en la edificación de la cultura de
la vida. Todas las voces cuentan en el foro público. Todos los votos cuentan.
Todos los actos de civismo responsable son un ejercicio de gran valor
individual. Debemos ejercer ese poder de manera que defienda la vida humana,
especialmente la de los hijos de Dios que aún no han nacido, que son
minusválidos o indefensos" (Obispos de los Estados Unidos, Vivir El
Evangelio de la Vida ,
1998, N.34)
Esta nación es un experimento de
auto-gobernación. Si este experimento tiene éxito o falla depende de nuestra
fidelidad a este principio. La gente no se puede gobernar a sí misma si han
perdido el sentido de qué es bueno o malo. Si nos hacemos exentos del
desafiante proceso de gobernar un país, entonces permitimos que alguien nos
gobierne.
Algunos llaman
nuestras enseñanzas en el derecho a la vida "divisiva". Nuestra
nación fue fundada sobre la base del reconocimiento de ciertos principios
morales básicos, entre los que se encuentra que el derecho a la vida es
innegable, es dado por El Creador, y debe ser protegido por el gobierno. La
misma grandeza de América depende del poder aferrarse o no a esta verdad. ¿Cómo
pues, puede uno considerar "divisivo" el mismo principio en el cual
nuestra unidad se sostiene como nación?
Algunos hablan de una
"sociedad pluralista". Hay muchas formas de pluralismo en nuestra
sociedad: hay variedades de culturas, de arte, de razas, de escuelas de
pensamientos. Sin embargo, la misma frase "sociedad pluralista"
indica que es una sola. La palabra pluralista utilizada aquí, denota un
sustantivo singular. ¿Qué es lo que mantiene unida a esta "sociedad
pluralista" evitando que se convierta en un caos desconectado? Para que
sobreviva como sociedad, deben adherirse a ciertos principios básicos y fundamentales.
El derecho a la vida es el primero de entre ellos.
La confusión que
existe con respecto a la relación entre religión, política, y el derecho a la
vida, es evidente en las muchas discusiones que he tenido con los que hacen
abortos. Cuando comienzo a hablarles sobre la ciencia, ellos me hablan de la
fe.
Esto comienza cuando
yo pregunto "¿el aborto destruye a la vida humana?" La respuesta que
escucho es "yo no sé cuando el niño recibe el alma." En un santiamén,
el tema de discusión cambia de un procedimiento científico y verificable a un
tema espiritual en invisible: ¿cuándo reciben los niños el alma?
El cambio en la
discusión no se limita para los que proveen abortos. También les sucede a
muchos de los que favorecen la legalización del aborto. Después de todo, ellos
argumentan que ya que tenemos libertad en este país, la gente debe ser
permitida a creer lo que quieren con respecto a cuando el alma comienza a
existir. Seria malo imponer por ley una religión particular o una posición
teológica sobre este asunto.
La verdad es que el
movimiento pro-vida no busca imponer por ley ninguna religión o creencia
teológica, ya sea sobre el alma o de cualquier cosa. Dicho esfuerzo es tanto
innecesario como equivocado.
Supongamos por
ejemplo que yo no creo que tengas alma. ¿Me da esto el derecho de asesinarte?
No. Tu vida es protegida por la ley, sin importar mis creencias. ¿Acaso, la ley
que protege tu vida me exige a creer que tu tienes el alma? No. Ni siquiera me
pide que crea que el alma existe. Lo que sí me exige es que cualquier cosa que
yo crea, no se debe tomar la vida de otro. La ley protege tanto al derecho de
creer como a la vida del creyente.
Eso es lo que el
movimiento pro-vida desea. Simplemente deseamos la protección de todos los
seres humanos.
Si alguien no cree
que el niño en el vientre de la madre tiene alma, es su prerrogativa. Pero
decir que no cree que tenga alma a decir que debe ser legal el asesinato de ese
niño, es tan injusto como decir que porque yo no creo que tu tienes alma, que
debería ser legal asesinarte. A la ley no le interesan las creencias, sino que
regula las acciones.
El criterio de la ley
en cuanto a quién recibe protección debería ser por medio de evidencia
producida por ciencia y debe ser verificable. No basándose en el criterio
subjetivo de creencias religiosas. Existe lo que es verdad religiosa. Pero si
un bebé vive o muere no debe depender en que toda la sociedad haya reconocido
esa verdad. La vida humana necesita ser protegida ahora. La libertad de
"no creer" nunca debe ser confundida con la libertad de destruir a
otros.
Persona con tema
único
Si uno comienza a
trabajar en contra del aborto, en poco tiempo es catalogado como una persona de
tema único. Lo que esta frase significa no se sabe exactamente. Las personas a
favor de la vida, definitivamente tienen otros temas además del aborto y de
hecho la mayoría de personas a favor de la vida, se involucran activamente con
otros temas. Exactamente ¿por qué existen otros temas y cual es su importancia?
Existen porque la gente existe. Si no existiera la gente, no habrían otros
temas y nadie quien los discutiera. En otras palabras, asi es la vida. Todos
los temas son importantes porque la vida es importante. ¿Porqué nos debe
importar el nivel de desempleo? Porque la gente tiene el derecho a vivir. ¿Por
qué la pobreza nos interesa tanto? Porque la gente tiene derecho a alimentarse,
a vestirse y a tener un techo sobre sus cabezas. ¿Por qué tienen derecho a
estas cosas? Porque tienen derecho a vivir. En resumen, todo llega a lo mismo,
la vida. Es por ello que el aborto es el tema principal.