DE LOCURA MUNDIAL: EL
"CORONAVIRUS"
La Botella al Mar, 11 de
marzo del año 2020
El mundo entero parece haber
enloquecido. La causa aparente es el "coronavirus". En mi larga vida he visto algunos fenómenos
similares, como cuando apareció el SIDA, causado o propagado especialmente por
los homosexuales y su degradante "vida sexual" contra natura, aunque
esto nadie lo decía por temor a ser denunciado como un discriminador digno de
la horca. Pero lo que está pasando ahora supera con creces el caso del SIDA y
todo otro que recuerde.
Todos los gobiernos del
mundo se han rendido ante las exigencias de un poder anónimo que cabalga sobre
una opinión pública universal y dictan órdenes tiránicas con la excusa de
impedir la propagación del execrando virus. Y sin embargo, fuera de la ola
gigantesca creada de insinuaciones informativas claramente exageradas y, por
ende, de consecuencias sobredimensionadas,
la realidad no autoriza semejante despliegue de cauterización social:
las misas se suspenden en toda Italia, el Congreso Mariano Nacional que se iba
a realizar en Catamarca, fue cancelado
el gobierno de ese país estudia decretar una cuarentena nacional, los
vuelos entre ciertos países se ha suspendido, los eventos deportivos se
realizan sin público, se estudia la cancelación de los transportes públicos y,
para colmo, el "gobierno" argentino ha "recomendado" el
"aislamiento" de todos los mayores de 65 años, o sea, su prisión
domiciliaria. En Italia ya rige esa prisión en todo el país y quien la viole
puede ser multado y hasta encarcelado ("La Nación", 11/3/2020, pags.
1 y 4). Sin relación clara entre causa y efecto, las Bolsas de valores de todo
el mundo caen y amenaza una recesión económica mundial.
Todo esto empezó por una
supuesta epidemia ocurrida en una región remota y desconocida de la China,
Wuhan, y basándose en la "palabra" del gobierno comunista chino que
miente por definición ideológica y por sistema político permanente. Lo cierto
es que en el resto del planeta hasta ahora no ha causado más que algunos pocos
miles de contagios en un mundo de siete mil millones de habitantes y de esos, la
mayoría se ha curado y han muerto sólo algunos cientos, varios de ellos
complicados por otras enfermedades.
O sea, en concreto no hay
hechos suficientes que justifiquen esta "pandemia" de locura ni estas
medidas que ni la KGB ni la Gestapo se atrevieron a adoptar. Pero nadie parece
sospechar que hay algo “podrido” detrás de esta demencia colectiva. Por eso me
veo obligado a escribir estas líneas para alertar a los lectores que es casi
cierto que estamos siendo manipulados por una poderosa fuerza mundial (la misma
que ha impuesto la "agenda" de la revolución moral feminista,
homosexualista, abortista y de amor libre) y que dejarse embaucar por ella es
una manera que mostrar que la humanidad está al borde de caer en la credulidad
culpable que será el clima psicológico y moral en el que el anticristo será
aceptado sin admitir réplica. Previendo la credulidad culpable de los hombres
en el anticristo, dijo Nuestro Señor. "Yo vine en nombre de mi Padre y no
me recibís; si otro viniere de su propia autoridad, a aquel le recibiréis"
(S.Juan 5, 43).
Por lo tanto, estimado
lector, manténgase al margen de esta idiotización colectiva y cuide su alma,
conserve la libertad de su inteligencia y de su voluntad y espere que este
"globo" se desinfle, como esperemos que ocurrirá porque no creo que
hayan llegado ya los tiempos del anticristo, aunque estamos más cerca que
antes.
Cosme Beccar Varela