Presentó su posición programática
Quiero presentar y perfeccionar junto a ustedes un programa de gobierno que sea una bisagra en la historia argentina. Que termine con la destrucción de la economía privada y logre potenciar las iniciativas, multiplicar empresas y proyectos que llenen de oportunidades al país ya cada uno de sus habitantes. Un programa que se desprenda de un sistema asistencial que estanca a millones en la miseria y lo reemplace por un sistema que promueva el trabajo, que permita que cada ciudadano sienta que su vida tiene sentido y que su futuro no es durar, sino crecer, y dejar de marchar toda la vida para lograr que algún funcionario -al que no cabe sino calificar como demagogo- le dé un plan social a cambio de que renuncie a la dignidad de un proyecto de vida para él y sus hijos.
Quiero que los políticos y los sindicalistas vivamos de nuestro sueldo y cuidemos el dinero de cada argentino. Que pongamos fin a la corrupción y dejemos de resignarnos a la idea de que ella siempre existió y, por ende, siempre existirá. Quiero que nos rebelemos contra esta mentira que, a fuerza de ser repetida, pasa por ser una verdad.
Quiero que cualquier ciudadano pueda llegar a ser funcionario del Estado, si así lo desea. Y no que sólo acceda a un cargo en él mediante la recomendación de algún político; que sólo el mérito sea la vara. Que el sueldo no sea para pagar impuestos y que los impuestos no ahoguen la producción. Que los sindicatos no destruyan el empleo y que, finalmente, den oportunidades a quien trabaja. Que las leyes existan para proteger al ciudadano y no para amparar a los delincuentes. Que no dé lo mismo cumplir la ley que no hacerlo. Que la vida valga, porque es algo sagrado, y que no se vea amenazada en cada esquina. Que la Justicia comprenda al ciudadano y no le dé la espalda a la Ley. Que nos animemos a destruir las mafias que quieren terminar con nosotros; las burocracias que quieren paralizarnos en la esterilidad; la narcopolítica, que nos convierte en esclavos; la acumulación de poder en provincias que redactan constituciones y promueven regímenes electorales que feudalizan los estados federales.
Frente a esta degradación de los valores republicanos ya la intención perversa de que vivamos sometidos a un modelo de poder asentado en un partido único, donde la política se convierte en una corporación indiferente a la sociedad, mi decisión hoy es poner mi convicción, mi fuerza y mi preparación intelectual para llenar la Argentina de proyectos de vida, de unicornios, de profesionales con trabajo, de negocios con clientes, de movimiento turístico, de jóvenes emprendedores decididos a permanecer en nuestro país, de iniciativas creadas en minería, en agropecuaria, en industria. Es indispensable poblar a la Nación de servicios, de nuevas tecnologías, de escuelas sin días perdidos y con una dinámica pedagógica innovadora en la que abunden las ideas y que provea herramientas para que el conocimiento y la libertad sean sinónimos.