Los artículos que se reproducen, aportan datos concretos que desmitifican el alarmismo difundido por la ideología ecologista.
El
mundo es más verde ahora que hace 30 años, según un estudio internacional
EFE, Madrid, 25 abr. 2016
Aunque parezca mentira, la Tierra es hoy más verde de
lo que era hace poco más de tres décadas, y todo gracias al aumento de los
niveles de dióxido de carbono (CO2) atmosféricos, que han actuado como 'fertilizante'
para las plantas.
Así lo detalla un estudio internacional publicado hoy
en la revista científica Nature Climate Change, y en el que
ha participado el investigador del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas (CSIC) en el CREAF Josep Peñuelas.
La
investigación concluye que, entre 1982 y 2015, se ha producido un ascenso
significativo de la cantidad de biomasa verde -las hojas- en casi la mitad de
las regiones del mundo (el 40 por ciento), mientras que únicamente en un cuatro por ciento del
planeta se ha detectado una pérdida significativa de vegetación.
"Con este estudio, hemos podido atribuir el
reverdecimiento del planeta al aumento de los niveles de CO2 atmosféricos
provocado por el consumo de combustibles fósiles", asegura Peñuelas.
Y es que al haber más dióxido de carbono, las plantas
han podido generar más hojas capturando este gas de la atmósfera durante la
fotosíntesis, gracias a lo cual, el aumento de la concentración de este gas de
efecto invernadero se ha visto frenado, precisa el estudio.
Además, esta gran adición de verde "puede tener
la capacidad de cambiar los ciclos del agua y del carbono a nivel global",
añade Josep Peñuelas.
Otros estudios ya habían detectado antes que las
plantas eran capaces de almacenar cada vez más carbono desde 1980, lo que
concuerda totalmente con la idea de reverdecimiento ('greening', en inglés)
planetario que defiende este estudio.
El
mundo más verde del carbono
Según
Elliot Campbell de la Universidad de California en Merced y sus colegas, al analizar el hielo de la Antártida,
descubrieron que en el último siglo, las plantas crecieron a un ritmo mucho más
rápido que en cualquier otro momento en los últimos 54 mil años.
En
un artículo de la revista Nature, reportan que las plantas
ahora convierten un 31 por ciento más dióxido de carbono en materia orgánica
que antes de la Revolución Industrial.
El
aumento se debe al dióxido de carbono que los humanos introducen a la
atmósfera, lo que fertiliza las plantas, dijo Campell. Desde 1850, la
concentración de dióxido de carbono ha aumentado más de un 40 por ciento.
A
mediados de la década de 2000, los científicos descubrieron un nuevo método de
medir el crecimiento de las plantas: estudiando una molécula llamada sulfuro de
carbonillo, que está presente sólo en algunas centésimas de billón en
la atmósfera, una concentración alrededor de un millón de veces menor que la
del dióxido de carbono. Las plantas absorben el sulfuro de carbonillo junto con
el dióxido de carbono. Al entrar a sus tejidos, lo destruyen. Luego el nivel de
sulfuro de carbonillo en el aire baja al crecer las plantas.
El
descubrimiento llevó a los científicos a la Antártida. El aire que llega al
Polo Sur está tan bien mezclado que su nivel de sulfuro de carbonillo refleja
el crecimiento de las plantas en el mundo.
Con
más dióxido de carbono entrando en las plantas, ha habido menos en el aire para
contribuir al calentamiento global. El planeta se ha calentado 0,8 grados
centígrados desde 1880, pero podría ser más caluroso si no fuera por el
reverdecimiento de la Tierra.
(Fuente: Carl Zimmer,
The New York Times – Clarín, 29-4-17)