Infobae, 22 de Septiembre de
2020
Finalmente, tal como lo
habían prometido a principios de año el primer mandatario y su canciller,
Felipe Solá, el 25 de agosto el Poder Ejecutivo promulgó la Ley 27.757 de
Espacios Marítimos aprobada el 4 de ese mes por el Congreso Nacional, con la
que se incorporó como segundo párrafo del artículo 6° de la preexistente Ley
23.968 sobre Espacios Marítimos la indicación de que se demarque “el límite
exterior de la Plataforma Continental Argentina continental e insular de
acuerdo con los puntos de coordenadas geográficas consignados” en un anexo
incorporado a la legislación.
Concretamente, se demarcará
el nuevo límite exterior de la plataforma continental más allá de las 200
millas marinas (cada milla marina equivale a 1,85 kilómetros), tal como lo
autorizó a hacer una comisión de la ONU en 2016 de acuerdo a lo que pudo probar
la Argentina tras años de trabajo científico. Se trata de un hecho por el cual,
si el Estado así se lo propone, se podrán proteger los derechos de soberanía
sobre los recursos del lecho y el subsuelo del mar argentino.
Con la Antártida incorporada
al mapa, la Argentina pasa a ser un país bicontinental y, si se la mira en toda
su extensión, desde La Quiaca al Polo Sur, cambia el centro geográfico:
provincias como Córdoba y Santa Fe estarán ubicadas en el norte, en tanto el
centro del país le corresponde a Tierra del Fuego. El sector sur será,
entonces, el territorio correspondiente a la plataforma continental de la
Antártida.
El proyecto con el nuevo
mapa geográfico incluye su plataforma continental, un logro enmarcado en la
normativa internacional que contempla la Convención de Naciones Unidas sobre
los Derechos del Mar (Convemar).
El proyecto, junto con otras
dos iniciativas que apuntan a fortalecer la soberanía argentina en los espacios
marítimos del Atlántico Sur, había sido presentado al Presidente de la Nación
con motivo del Día de la afirmación de los derechos argentinos sobre las Islas
Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur.
“Trabajaremos
incansablemente para potenciar el legítimo e imprescriptible reclamo por la
soberanía”, había afirmado Fernández en esa oportunidad, y señaló que “para
esta tarea no alcanza el mandato de un presidente, o de un gobierno: exige una
política de Estado, de mediano y largo plazo”.
El canciller Felipé Sola,
que presentó los proyectos en la residencia de Olivos junto al secretario de
Malvinas, Antártida y Atlántico Sur de Cancillería, Daniel Filmus, y al
subsecretario de Pesca, Carlos Liberman, sostuvo que las iniciativas “tienen
como objetivo fortalecer nuestra presencia soberana, nuestra actividad
económica y promover la memoria con hechos concretos, por los héroes de
Malvinas y por otros que dieron la vida en la Antártida”.
Y tras destacar que “cuando
se mira la disputa por Malvinas, se da cuenta de que no se trata solamente de
unas islas, sino de una zona de influencia que es riquísima. El Atlántico Sur
es una zona ictícola, la reserva de pesca más grande y más importante que hay
en el mundo, es una llave a la Antártida y tiene una importancia geopolítica
estratégica”, Filmus informó que su área ya está trabajando, junto al
Ministerio de Educación, en la confección de “miles de mapas con la nueva
demarcación de límites de la Argentina para que lleguen a todas las escuelas
del país y los chicos puedan apropiarse también de esta mirada”, una vez que se
se retome la actividad escolar.