Y
OTRA EL EXHIBICIONISMO
Por
Carlos ALVAREZ COZZI
Uruguay,
25-9-20
En
el día previo al de la marcha LGBTIQ en Montevideo, la juventud del partido de
gobierno, en la sede histórica del mismo en Ciudad Vieja, puso los listones con
los colores de esa facción.
Lamentablemente
no es la primera vez que sucede aunque antes fue menos ostentosa. Pusieron
solamente una bandera pequeña.
Estaba
presente en la sede del Partido Nacional la vicepresidente de la República, Beatriz
Argimón, amiga de esos grupos minoritarios y que de tolerantes pasaron a ser
dictatoriales. Quiere ser tan “políticamente correcta” que termina contrariando
el sentir mayoritario no sólo de los votantes del partido de gobierno sino de
la población.
Por
eso nuestro comentario en las redes sociales ante la foto: “pobre Saravia,
pobre Wilson”, por mencionar a dos grandes caudillos del Partido Nacional. Y
también preguntábamos ante la nota: que dirían los afiliados a cualquier
partido político en Uruguay sin se colocaran escudos de Peñarol y de Nacional,
equipos de fútbol. No corresponde a ningún partido enarbolar más que los
pabellones patrios y la bandera propia del partido, Y ningún otro símbolo!.
Nos
preguntamos: de qué derechos conquistados habla Argimón? Reiteramos que siempre
las minorías sexuales en Uruguay tuvieron los mismos derechos civiles que las
mayorías. Se dirá que el “matrimonio” no. Es que el matrimonio por imperio del
orden natural solo debe ser entre mujer y varón. Las demás uniones deben
recibir otro nombre por razón de orden y de justicia.
En
efecto, en Uruguay ha cambiado el signo político del gobierno el 1 de marzo de
este año pero la ideología de género sigue lo más campante. El propio MIDES,
dirigido por el ministro Pablo Bartol, numerario del Opus Dei, continúa sin que
se le mueva un pelo con las políticas de género al son de Argimón, Mónica
Bottero desde INMUJERES y otras jerarcas que no comprenden que el Estado no
debe impulsar oficialmente ideologías porque está violando la laicidad. Sobre
esto hemos escrito abundantemente pero sin que nadie del gobierno haya acusado
el golpe (https://www.forumlibertas.com/en-uruguay-cambiara-el-gobierno-pero-no-el-marxismo-cultural-reinante/)
Parece
que en primer lugar no advierten que la verdadera inclusión no es
exhibicionista. En segundo término, en Uruguay siempre los homosexuales
tuvieron los derechos civiles de los heterosexuales. Y finalmente, sin fueran
realmente inclusivos, se preocuparían de la inclusión real total, legislarían
sobre las enfermedades raras, se preocuparían de los que necesitan medicamente
caros, y no solamente alentarían el show mediático de alabar conductas privadas
que no le corresponde el Estado entrometerse, como es el caso de las marchas
LGBTIQ, que terminan siempre atacando el frente de tempos católicos y la rotura
de escaparates de locales comerciales en la Avenida 18 de Julio.
Por
eso lo del título: una cosa es la inclusión social y otra es alentar el show
mediático como le gusta que suceda a Soros y al Nuevo Orden Mundial. Ante ello
decimos no al “colonialismo cultural” del que nos habla Francisco.