“Argentina va a tener récord de destrucción de
su economía gracias a las decisiones de Alberto Fernández"
Por Fernando Morales
Infobae, 15 de Septiembre de
2020
-¿Qué es el peronismo hoy y
quienes son sus referentes?
-Está claro que hoy el
peronismo está en ebullición y esa ebullición no se resolvió en las últimas
elecciones. Naturalmente Alberto Fernández no tiene los atributos para ser el
jefe del peronismo y no vamos a resolver el tema con una interna del partido
justicialista. En este momento el partido tiene que acompañar a Alberto porque
la única vez que un partido no acompañó a un Presidente de la Nación de su
signo fue durante el gobierno de Fernando De la Rúa y ya sabemos cómo terminó.
Nosotros podemos opinar y hablar pero eso no implica generar hechos que hagan
caer al país en un desgobierno. Si el partido justicialista va a seguir
respaldando a Alberto y Alberto no es justicialista, ¿dónde vamos los
peronistas? Tenemos que conformar otra herramienta electoral y eso es lo que vamos
a hacer el año que viene como una alternativa dentro del justicialismo. El
partido justicialista apoyó y permitió llegar al poder con votos justicialistas
a alguien que reiteradamente ha declarado ser socialdemócrata.
-¿Carlos Menem, Néstor
Kirchner y Cristina Kirchner fueron referentes del justicialismo?
-Sin ninguna duda que Menem
fue un líder indiscutido. Fue Presidente de la Nación y además conductor del
partido de la misma manera en que lo fue Néstor. En el caso de Cristina me
parece que tomó distancia tanto del partido como de los miembros de su
conducción. Mientras fue Presidente lógicamente fue la jefa de la
administración pero su salida del gobierno coincide con una derrota electoral y
es allí donde el peronismo entra en eso que llamo ebullición y que sigue hasta
el día de hoy.
-¿Cómo vivieron los
peronistas que Cristina Kirchner haya elegido a Alberto Fernández para
encabezar la fórmula presidencial?
-En lo personal he sido muy
claro, en el mismo momento y públicamente dije que Cristina se había
equivocado. De todos los candidatos que tenía a su alcance para elegir eligió
al peor. Muchos me dijeron que no importaba, que igual Alberto sería manejado
por ella, pero solo el que no conoce a Fernández puede pensar que no va a tomar
decisiones por sí mismo. Él es un hombre que gusta de tomar decisiones y ese es
el problema: que las toma, no que no las toma.
-¿Estamos en presencia del
mismo Alberto Fernández que se manifestaba hace años a favor de achicar el
Estado?
-Es exactamente el mismo, un
muchacho socialdemócrata que en términos económicos es un neoliberal como
Cavallo. Hay que entender que son discípulos de la escuela austríaca de la que
deriva el neoliberalismo. Suele creerse que esta corriente es una versión
aggiornada del liberalismo pero no tienen nada que ver. Es más, en términos
económicos los neoliberales coinciden con los socialdemócratas, por eso Cavallo
pudo ser tanto ministro de economía de Menem y de Fernando De la Rúa. En
síntesis, el Alberto Fernández que conociste en los 90 es el mismo que el que
nos gobierna en 2020.
-¿Cuál es su posición sobre
el decreto que declaró a los servicios de telefonía celular, internet y
televisión por cable como servicios públicos?
-Nos vendieron un decreto
como algo más bien de izquierda pero fue muy bien pensado con el hemisferio
derecho del cerebro de Alberto. Bajo la excusa de presentar a los servicios
involucrados en la medida como nuevos servicios públicos, lo que se ha hecho en
realidad es dejarlos fuera de la ley de defensa de la competencia con todo lo
que ello implica. Vamos a ver qué pasa ahora cuando los grandes capitales
mexicanos comiencen a presionar a todas las cooperativas o pequeñas empresas de
cable del interior para quedarse con el monopolio de la actividad. Hay algo muy
evidente además, están tratando de resolver el conflicto desde los negocios y
no desde la política. Esta decisión tiene claramente una dirección que
beneficia a los grandes operadores del sistema y que queda muy a la vista.
-¿El Frente de Todos es una
coalición política o un rejunte de personalidades dispares que se contradicen?
-El propio Fernández dijo
que es un gobierno de coalición y que no era un gobierno peronista, eso quiere
decir que los peronistas estamos afuera. Cuando sostuvo esto, desde el
peronismo le recordamos que un gobierno sin doctrina es como un cuerpo sin
alma, yo respeto a todos los ministerios y a sus ministros aunque yo no
gobernaría con más de ocho. Así las cosas el fracaso o el posible fracaso del
gobierno de Fernández si no cambia en su esencia la política económica, de
seguridad y de relaciones exteriores, en ningún modo podrá ser considerado como
un fracaso del peronismo. Todos los ministerios que tiene Fernández son
importantes, pero yo humildemente gobernaría con no más de ocho. Es la primera
vez en la historia que estamos peleados con Brasil, Paraguay, Bolivia y Chile
al mismo tiempo. ¡Hay que pelearse con los paraguayos y los bolivianos! Hay que
hacer las cosas muy mal para que algo así ocurra. Está claro que si este
gobierno no cambia fracasa.
-¿Ese fracaso sería solo de
Alberto o la arrastraría también a Cristina?
-Sería de Alberto
exclusivamente porque el Poder Ejecutivo es unipersonal. ¿Que podría hacer
Cristina? ¿Acaso decir lo que estoy diciendo yo ahora? No, evidentemente no puede
pero me parece no obstante que Cristina correrá la misma suerte que Alberto
Fernández. Son las decisiones que ha tomado, es lo que decidió aquel sábado.
Ahora a lo hecho, pecho.
-¿Cómo evalúa la gestión del
Gobierno en el combate contra la pandemia?
-Mire, en las conferencias
de prensa dijo cosas muy extrañas. En primer lugar dijo que sus decisiones se
basaban en las recomendaciones que le daba un grupo de expertos, ahora tres
conferencias después sostuvo que del coronavirus es más lo que no se sabe que
lo que se sabe... Conclusión: el grupo de expertos no era tal. Podemos asumir
que tal vez eran las mejores mentes preparadas para analizar una situación como
esta, pero dejó de lado aspectos que hacen a la problemática psicológica,
sociológica y espiritual. Fernández debería haber entendido que el hombre no es
solo materia y cometió además un error garrafal al creer que sin condiciones
económicas propicias hay posibilidad de tener salud. Desde el agua potable
hasta el uniforme de protección adecuado pasa por la economía. Fernández no lo
vio así y ahora tenemos mala salud y mala economía. Argentina va a tener el
récord de destrucción de su economía gracias a las decisiones de Alberto
Fernández.
-¿Cómo percibe el humor de
la sociedad argentina?
-Creo que hay una percepción
generalizada de que si el Gobierno no cambia, fracasa. La gente está viviendo
muy mal y era obvio que iba a pasar. De las 18 millones de personas que estaban
trabajando en marzo quedaron activas poco más de 4 millones a partir de la cuarentena,
cómo no esperar que la economía se cayera como un piano. Ahora resulta
interesante ver cómo es posible que Cristina hubiera dejado una pobreza del 30%
-tal como dicen- si luego del desastre de Macri más el desastre de Alberto
ahora tengamos proyectada una pobreza del 55%, los números si los analizamos
bien no cierran. Este debate sobre la pobreza en nuestro gobierno está saldado.
Si nosotros dejamos el 30% ahora deberíamos estar en un 70%.
-Los economistas peronistas
le presentaron un plan económico al Presidente, ¿cuál fue la respuesta?
-La idea de presentar un
plan surgió a partir de las inquietudes de varios sectores de la sociedad luego
de que Ricardo Alfonsín dijera que el plan económico del gobierno era un plan
radical. Muchos fueron los que nos plantearon inquietud en este sentido ya que
temían que terminara mal. Así fue que con un grupo de economistas presentamos
un plan conforme a nuestra doctrina, se lo entregamos al Presidente, al
presidente del BCRA y al ministro de Economía, nunca nos contestaron y la
política económica no cambió así que está todo dicho.
-¿Cómo percibe la relación
del Gobierno con el resto de los actores sociales?
-Esto lo podría responder un
pescador: la superficie está tranquila pero hay mucho mar de fondo, una cosa es
la opinión publicada y otra lo que se piensa en realidad. En la Argentina
privada, en lo que se dice fuera de los medios hay mucho malestar, el partido
peronista es contrario a la gestión de gobierno y obviamente la oposición tiene
todo el derecho a estar en contra.
-Usted se refirió a la
seguridad como uno de los tres pilares de la gestión. El Gobierno tiene a Berni
y a Frederic, ¿por dónde pasa la política de seguridad?
-Respeto mucho a Berni y
también lo valoro, tiene mucho futuro. Sería un excelente ministro de Salud ya
que está formado en una cultura militar y se sabe que una cosa es el combate
contra un ejército enemigo y otra muy distinta el combate diario con la
delincuencia urbana. Ahora, en mi opinión la seguridad debería ser una cuestión
que dependa directamente del Presidente de la Nación, cada jefe policial
provincial debería reportar al primer mandatario al menos mientras dure la
emergencia en seguridad. El Presidente es el único que puede juntar en una mesa
a las fuerzas de seguridad, a los fiscales y hasta al presidente de la Suprema
Corte. Pero me parece que Alberto no le da importancia al tema, no hay duda de
eso.
-Respecto a la Justicia,
¿cree que es momento de encarar la reforma del Poder Judicial?
-No hay ningún argentino que
no acuerde con la necesidad de reformar la justicia, el problema es que esto
que están haciendo no es una reforma. La primera cuestión que habría que
abordar es replantear el hecho de que el Poder Judicial deba estar
exclusivamente en manos de abogados. En mi opinión no necesariamente para ser
un buen juez hay que ser abogado. Primero tenés que ser buena persona, luego
tenés que estar muy formado, hay que saber no solo de leyes también de
teología, de física, de filosofía, de medicina, etc. Si me pregunta cómo se
hace, la respuesta es muy sencilla: hay que crear la carrera de juez, no basta
con ser abogado.
-¿Qué opina de Axel
Kicillof? ¿Lo considera peronista?
-Él dice que sí. Antes
cuando nos juntábamos me decía siempre “ustedes los peronistas”, pero el peronismo
enamora así que digamos que sí lo es. Al que nunca le escuché decir que era
peronista, salvo una vez, es a Alberto Fernández.
-¿Qué le diría al
Presidente?
-Le diría: Mirá Alberto, si
no cambiás, si no te compenetrás en la doctrina y no modificás las políticas
relativas a la economía, la seguridad y las relaciones exteriores, fracasás.