Los negocios de las aseguradoras que
involucran al ministro de Economía Luis “Toto” Caputo
Leandro Rosso
STDP, septiembre
15, 2024
Una red de
negocios de todo tipo involucra al actual ministro de Economía, Luis “Toto”
Caputo. Uno de sus eslabones principales estaría en la cadena de fluir fondos
que son las compañías aseguradoras. Sí, un escándalo con eco a lo que involucra
al ex presidente Alberto Fernández. En este caso, se trata de las sospechas de
que el máximo mandatario habría recurrido a un tal Héctor Horacio Martínez
Sosa, bróker y marido de su secretaria privada, como testaferro para el negocio
de los seguros contratados por organismos estatales.
Pero la diferencia
acá es que es mucho más compleja, pero para nada sorpresiva, viniendo del
“Messi de las finanzas”. Lo que se expondrá a continuación es una red de
funcionarios-empresarios amigos del ministro, con conexiones a oficinas de
Estados Unidos, tanto de Washington como de Miami, que conforman un negocio
oculto, avalado por la propia administración pública.
Y para entender
esta trama, hay dos figuras hiper centrales: Mariano Federici y Alberto Juan
Pazo.
Mariano Federici
trabajó en el Fondo Monetario Internacional (FMI). Desde la sede central en
Washington, se desempeñó en el Departamento Jurídico del organismo, para luego
pasar a ser el Asesor Regional del Grupo de Integridad Financiera del Fondo
para Latinoamérica y el Caribe. Con esa experiencia, fue contratado por el
presidente Mauricio Macri para ejercer la titularidad de la Unidad de
Información Financiera (UIF), durante toda su gestión (2015-2019).
Actualmente, es el
director general de una consultora estadounidense llamada K2 Integrity,
nuevamente en Washington, aunque en paralelo maneja una filial de Miami, donde
también se desempeña. Según su página web, K2 se presenta como “una firma líder
en asesoramiento sobre delitos financieros, riesgos y normativas”, enfocado “en
la gestión de riesgos de delitos financieros, investigaciones, monitoreo,
ciberseguridad y asesoramiento sobre activos virtuales”. A Federici se lo
describe como alguien que “asesora a clientes, incluidos gobiernos e
instituciones financieras, en materia de sanciones complejas, cumplimiento
normativo, investigación de fraude y gestión de riesgos”.
Mientras que Juan
Alberto Pazo, oriundo de Gualeguaychú, es el actual secretario de Planeamiento
y Gestión para el Desarrollo Productivo y de la Bioeconomía del presidente
Javier Milei. No hay que confundirlo con la Secretaría de Bioeconomía, que en
el organigrama del ministerio de Caputo, figuran como separados y en paralelo.
Lo curioso es que esa área está a cargo de Sergio Iraeta, quien es concuñado de
Pazo, ya que su hermano Domingo está casado con Dolores Helguera, hermana de la
esposa del entrerriano.
Pero Pazo no solo
que también fue funcionario macrista, sino que también estuvo en la UIF de
Federici. En 2016 y 2017, estuvo a cargo de la Dirección de Comunicación
Institucional en la gestión de Macri y Federici. Después, fue elegido para
ejercer la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN), área clave en el
manejo regulatorio de los negocios privados de los seguros.
Según una crónica
de Francisco Basualdo para Letra P, desde ese cargo, Pazo “empezó a trabar
relaciones con las principales aseguradoras y a entender las posibilidades de
negocio de un mercado con gran liquidez y escasas operaciones financieras”. Un
personaje clave es Martín Voss, quien fue su gerente de Coordinación General en
el último tramo de su gestión.
No solo eso:
Ignacio Federici, hermano de Mariano, fue contratado por la SSN como asesor y
auditor interno entre julio 2017 hasta la caída macrista (Resolución 35/2018).
Otro dato a tener presente: Ignacio habría trabajado también para la
constructora IECSA entre los años 2009 y 2012, de la familia Macri.
Presuntamente la
relación entre Federici y Pazo ocurrió en el 2013, cuando el próspero
superintendente le compró al especialista en finanzas las acciones de una firma
entrerriana llamada Caracú Quemado SRL. Por otra parte, Pazo es socio de la
esposa de Federici, la psicóloga María Eugenia Oliver, quienes manejan la
empresa Las Blondas SA, que comercializa la marca de ropa Rapsodia.
Las Blondas
integra el holding Alas, creado en 1999 por parte de renombradas figuras
empresariales, como el frustrado político Francisco “Alica alicate” De Narváez,
Soledad Acuña, y Josefina Helguera Zuberbülher, ésta última esposa de Juan
Pazo. Rapsodia tiene filiales offshore, bajo el nombre de “Rapsodia Paraguay
Inversora SA”, “Rapsodia Chile Inversora S.A”, y “Rapsodia México Inversora
S.A”; todas, radicadas en Panamá, a pesar de tener nombres de países
sudamericanos.
Sin embargo, hay
otra empresa de Federici y Pazo que no solo conectan el agro con la timba, sino
que además pone en la lupa la labor del mismísimo Toto Caputo.
Invernea SRL fue
creada en el año 2020, en la Ciudad de Buenos Aires. Fue impulsada por Pazo y
Voss, luego del fracaso macrista. Se presenta como un equipo que operan y
gestionan proyectos de inversión para buscar “maneras innovadoras de potenciar
los sectores productivos, resguardando el valor y generando rentabilidad en las
inversiones”. Básicamente, se dedican a manejar cinco fondos de inversión
directa (FID), que funcionan como una suerte de fideicomisos, para obtener
inversiones que se destinen a actividades productivas, en este caso ganaderas.
Un dato no menor:
según su cuenta desactualizada de Linkedin, el actual presidente del Banco
Central, Santiago Bausili, informa haber trabajado como asesor de Invernea desde
que se creó. Bausili también laburaba con Caputo en la consultora Anker, que
luego prácticamente se “estatizó” de la mano de Milei. Cuando todos sus
integrantes pasaron a detentar altos cargos público, secundando a Caputo en el
ministerio de Economía, y a Bausili en la presidencia de la Banca Central.
Lo cual no era
precisamente una novedad, al haberse desempeñado Bausili bajo las órdenes de
Toto durante la presidencia de Macri, primero como subsecretario de
Financiamiento, y luego como secretarios de Finanzas. Siendo en consecuencia
ambos los responsables del enorme endeudamiento público externo que perpetró
ese gobierno. Que finalmente ante la imposibilidad de hacerle frente, trajo
nuevamente al FMI a Argentina.
Retomando el
artículo de Basualdo, el surgimiento de Invernea ocurrió gracias a que “el
aporte inicial fue desembolsado por las principales aseguradoras del país, a
las que Pazo y Voss regularon de 2017 a 2019. En rigor, un poco más acá
también, ya que el ladero de Caputo [Pazo, desde su rol como secretario de
Bioeconomía] colocó este año [2024] a Guillermo Plate al frente de la
Superintendencia del sector. No obstante, hay versiones que señalan que Pazo y
Plate están distanciados luego del intento del funcionario de eliminar la
cobertura de grúas de remolque de las pólizas de seguros para automotores”.
Precisamente, si
nos fijamos en su página web, aparentemente quienes se aferran a apostar por
estos instrumentos que ofrece esta compañía prácticamente son renombradas
aseguradoras de todo tipo y con mucha presencia masiva: Sancor Seguros, La
Caja, San Cristóbal, La Segunda, Zurich, entre otros.
Para hacerlo más
sospechoso aún, cuando se parió Invernea, era una SRL. Y llegó a convertirse en
Sociedad Anónima hace muy poco tiempo: el 28 de marzo del año 2024. En ese
entonces, Juan Pazo seguía siendo el principal accionista y presidente.
Al revisar el
actual organigrama de Invernea, vemos que aparece Nicolás Caputo. Que no es el
“Nicky” Caputo que maneja distintas empresas y es primo del actual ministro,
sino que es uno de los hijos del Toto. Nicolacito Caputo es el Director de
Administración y Finanzas de Invernea. Por otra parte, también aparece
Estanislao Iraeta, quien es el hijo del actual secretario de Bioeconomía de
Javier Milei. Finalmente, en la Gerencia de Asuntos Legales, aparece Ignacio
Federici, hermano del bróker Mariano. Todo queda en familia.
Es decir: Invernea
está manejada por los hijos de los que manejan la Economía y en particular las
actividades agropecuarias del país. Y que encima, en materia de derecho, está a
cargo del hermano de quien dirigió la UIF del país, con oficinas propias en
Washington y Miami. Y creado nada menos que quien fue el encargado de
supervisar las aseguradoras del país, desde su rol como funcionario público, y
ahora las detenta como sus principales clientes.
Esta información
roza el Código Penal. Porque en los hechos, implicaría la utilización de la
“plata-forma” del Estado, para luego de concluir la función pública,
capitalizar esa “plata” con intereses usurarios.
Problemas de DDJJ
Tanto Federici
como Pazo, han incurrido en irregularidades en sus declaraciones patrimoniales
ante la Oficina Anticorrupción, tanto en la época de Macri el primero, como en
la de Milei el segundo.
En julio pasado,
Juan Pazo publicó su declaración jurada con detalles bastante irrisorios.
Primero, anotó como única vivienda una casa de un solo metro cuadrado de
superficie. Después, declaró tener un Volkswagen Golf y una moto BMW pero sin
poner sus respectivos valores; sí declaró un Ford F-150 a $ 40 millones.
Finalmente, detalló que tiene una embarcación a valor de… “$ 0,1”. Errores no
típicos proviniendo de un economista.
En el caso de
Federici, en 2017, declaró tener un fondo llamado “Castlerigg International
Limited”, con sede en la calle Kaya Flamboyan 9 en la isla de Curazao. Durante
el desempeño de su cargo en la UIF, archivó un sumario contra el banco HSBC
Argentina SA, investigado por no haber computado operaciones sospechadas de
lavado de dinero narco.
Según recordó la
colega Emilia Delfino, para el portal eldiarioAR, se retiró de la función
pública en 2019 con un patrimonio nueve veces mayor a la que ingresó. Sus
activos se los llevó a Miami, donde adquirió un condominio dentro del Two Tower
Club Condo, ubicado en Key Biscayne. Lo curioso es que lo obtuvo con un
préstamo hipotecario del HSBC Bank USA.
El periodista
Carlos Pagni señala que la gestión de Milei funciona como una suerte de
Caputocracia, en el sentido en que es una familia que no solo ocupa áreas de
Economía e Inteligencia en el Estado, sino que además tiene su pata en ciertos
negocios, como es la protección impositiva en Tierra del Fuego. Ahora podemos
decir que también, imitando al ex presidente Fernández con su amigo Martínez
Sosa, se le suma este otro, ligado a las aseguradoras.-