POR ISMAEL BERMÚDEZ
Las provincias
seguirán perdiendo recursos a manos del Gobierno Nacional. Es lo que surge del
Presupuesto 2014 que fija que el año próximo recibirán por la coparticipación
de impuestos apenas el 26% del total de los ingresos, mientras que el gobierno
nacional se quedará con el restante 74%.
Si se computan los
ingresos del Fondo Sojero la participación provincial sube al 27%, pero aun así
su porción de la torta está en los niveles más bajos de la década.
Esto acentúa la
discrecionalidad de la Casa Rosada con el fin de ejercer influencia política
con el reparto de transferencias no automáticas de fondos –vinculadas en gran
parte a infraestructura y programas sociales– y de los envíos directos a los
municipios. Esas transferencias vuelven a crecer.
“Las provincias
apenas logran detener la caída de su participación en la torta de recursos
federales. Incluyendo el Fondo Sojero, en 2014 apenas concentrarían el 27% de
la renta federal, cuando a principios de siglo dicho ratio se ubicaba próximo
al 35% ”, dice la consultora Economía & Regiones.
También el CIPPEC
(Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el
Crecimiento) opina que “en materia de transferencias, el Presupuesto 2014 prevé
que la coparticipación a las provincias alcance un monto de $ 277.055 millones,
un aumento de casi el 25% respecto a lo que se coparticipará en 2013”.
Sobre $ 1.097.000
millones de ingresos previstos, esa porción representa un 26%. Pero las demás
transferencias corrientes aumentan sólo el 0,2% y las de capital el 12,3%.
“Dados los niveles de
inflación, ambos porcentajes representan disminuciones reales de las
transferencias”, aclara el informe.
Además de los
recursos coparticipables de distribución automática, la Nación gira recursos a
las provincias para obras públicas y programas sociales.
La consultora E &
R dice que esas transferencias se mantienen en los mismos niveles que se prevé
ejecutar este año, “pero con una fuerte caída en términos reales. Situación
contraria ocurriría con las transferencias discrecionales hacia los municipios,
tanto en partidas corrientes como de capital, que crecerían un 34% y 21%,
respectivamente”.
El grueso de esos
gastos de capital se administra a través del Ministerio de Planificación. Y de
las planillas incluidas en el proyecto de Presupuesto surge que la provincia de
Buenos Aires, Santa Cruz, Chaco, Jujuy o Formosa aparecen con participaciones
importantes, por encima de distritos más grandes, como Córdoba o Santa Fe.
El CIPPEC agrega que
el Presupuesto “prorroga la vigencia de la afectación específica de recursos
coparticipables prevista en el artículo 7 de la Ley de Financiamiento
Educativo, y asegura la distribución automática de estos recursos a los
municipios, para gastos vinculados con la educación. Esto disminuye en esa
proporción los recursos a provincias”.
Las provincias ceden
el 15% de la coparticipación a la ANSeS, que vuelven a la población a través de
distintos programas sociales. Sin embargo, esa distribución es muy desigual.
Por ejemplo, la Asignación Universal por Hijo (AUH) en un 36% se destina a la
provincia de Buenos Aires, mientras que a distritos opositores como Córdoba le
corresponde un 7,9% y a Santa Fe el 7,2%.
De todas maneras,
como el Presupuesto subestima los ingresos que recaudará el Fisco en 2014, se
considera que el Ejecutivo conservará un alto grado de discrecionalidad para
distribuir esos recursos adicionales a través de Decretos de Necesidad y
Urgencia (DNU) o de Decisiones Administrativas del Jefe de Gabinete”.
A partir de estos
datos, la conclusión de Economía & Regiones es que “la alta concentración
de recursos en manos del Gobierno Nacional y de la ANSeS pone en blanco sobre
negro que las provincias continúan siendo las claras perdedoras en el esquema
de distribución de recursos tributarios, ya que dicha división no condice con
el alto grado de descentralización que presenta la estructura de gastos donde
las provincias financian cerca del 50% del gasto primario global”.
Clarín, 22-10-13