Guillermo
Cherashny
La presidente acusó
numerosas veces a Fernando de la Rúa de tomarse el helicóptero y dejar un
infierno a sus sucesores, lo que indicaría que éste no es el destino que ella
pensaría para sí misma. Claro está que la realidad se le estaría haciendo en
algunos aspectos insoportable.
El jueves pasado, a Olivos habrían llegado
encuestas en las cuales Sergio Massa alcanzaría el 45% de los votos contra el
29% de Martín Insaurralde. El caso es que la extrema tensión a la que está
sometida la presidente en las últimas semanas habría acentuado los trastornos
que padece por el Síndrome de Pick, llamado también demencia fronto-temporal,
que provoca histrionismo y desinhibición.
Síntomas que coexisten con su
trastorno bipolar, la misma afección que sufría la afroamericana que días atrás
escapó con su auto a un control frente al Capitolio y fue abatida a tiros.
Volviendo a Cristina, alegan los médicos que, por una cefalea que tuvo estos
días, ayer en el instituto Favaloro le diagnosticaron una colección subdural
por la cual le recomendaron reposo. Anoche, fuentes médicas deslizaban que en
realidad le estarían inventando una historia clínica para que no aparezca en
público hasta el 5 de noviembre, cuando haya pasado el impacto de la segura
derrota del gobierno el 27 de octubre.
Amenazas y exilio
Esta “historia
clínica” fabricada ad hoc podría ser también el primer paso hacia su abandono
del poder, aunque en este caso sin subirse al helicóptero presidencial sino
como una decisión política extrema ante la imposibilidad de continuar gobernado
con la suma del poder.
Coincidentemente se conoció otra versión que señalaba
que la presidente se mudaría a Ecuador, donde el presidente Rafael Correa está
firme y con una gran popularidad. Estaría descartada, en cambio, Venezuela,
debido a que las relaciones de CFK con el presidente Nicolás Maduro son
francamente malas. La amenaza de retirarse a Ecuador se la habría hecho ella a
varios de sus allegados, aclarando que no le importaría que le confisquen sus
bienes en el país.
Es dudoso, por otra parte, que el plan de Ecuador la ponga a
salvo de un futuro pedido de extradición. Para prevenir un bloqueo de sus
cuentas en el exterior, el círculo presidencial contaría con sus reservas en
euros, que se popularizaron con las denuncias del caso Báez. Con su ánimo en el
peor momento, la presidente también estaría repitiéndoles a sus íntimos que
jamás se rebajaría a negociar su impunidad con Massa o Daniel Scioli, que ya
dio todo lo que tenía que dar y que descreía de cualquier defensa a ultranza de
su gobierno.
Sin duda alguna, Cristina no soporta la idea de tener que afrontar
la derrota que la acecha el 27 de octubre y encontró, para empezar, la
escapatoria de una licencia por un mes. De lo que no hay dudas es de que ni
Amado Boudou ni la vicepresidente provisional del Senado, Beatriz Rojkés de
Alperovich, podrían estar a cargo de la presidencia más que un período muy
breve.
Distinto es el caso del que sigue en el orden sucesorio, el presidente
de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, quien hasta podría ser confirmado
por la asamblea legislativa que debería elegir presidente hasta el 2015, si es
que se llega a la renuncia presidencial. Daniel Scioli también contaría con
buenas chances para un interinato, aunque su aspiración es ser electo por el
voto popular.
InformadorPúblico,
6-10-13