Liliana Iglesias
LA NACION, 22 DE JUNIO DE 2017
Hacia 2040, el puerto de Bahía Blanca podría
convertirse en un puerto clase mundial. Su ubicación estratégica, sus aguas
profundas que permiten el ingreso de buques de gran porte sumado a un canal de
acceso de 92 km de longitud que recorre 25 km sobre la costa norte de la ría,
son ventajas singulares que le ofrecen un enorme potencial.
Pero sus bondades no terminan ahí. La actual
administración del Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca (Cgpbb) con
su presidente Pablo Pussetto a la cabeza propone nuevos desafíos que van desde
la modificación de la infraestructura portuaria orientada al crecimiento del
comercio internacional, la mayor capacidad de almacenamiento, la interacción
con la zona de Vaca Muerta como facilitador de las necesidades de las empresas
radicadas en el lugar, las acciones de ahorro energético por medio de
aerogeneradores y molinos eólicos, la realización de acciones sustentables y
cuidado del medio ambiente hasta la integración del puerto con la comunidad a
través del aprovechamiento del espacio y actividades conjuntas como actividades
náuticas, turismo, y talleres de capacitación.
Para este mega proyecto innovador en la Argentina que
busca incluir de manera proactiva la participación de todos los actores para
elaborar una visión a largo plazo, el consorcio convocó al equipo de ingenieros
de Port Consultants Rotterdam (PCR), consultora que proyectó el puerto de
Róterdam, para que, junto con un equipo argentino realicen el diagnóstico para
la puesta en marcha del plan estratégico del puerto.
Durante una charla con la nacion, Pussetto explicó que
"hoy, la perspectiva es establecer una visión para el puerto de Bahía
Blanca, de cara a 2040 con las oportunidades y desafíos que se presenten y de
esta manera, administrar sus oportunidades de crecimiento y desarrollo".
El directivo, que asumió su cargo el año pasado,
identificó que los cambios producidos en la Argentina en los últimos tiempos
impulsan una actualización del último planeamiento del puerto realizado en
2008.
En este sentido, expresó: "La Argentina tiene la
perspectiva de insertarse en el mundo de mejor manera, especialmente, a través
del comercio internacional", y continuó que "considerando que el
puerto de Rotterdam es uno de los más importantes a nivel mundial, decidimos
consultar a sus hacedores porque con su experiencia, ellos podrán aportar
herramientas de gestión y las mejores prácticas de desarrollo a escala
mundial".
Pussetto estimó además que "el grupo de trabajo
holando-argentino puede lograr el equilibrio justo entre los conocimientos y
las prácticas internacionales sin perder la perspectiva de la cultura
argentina".
La transformación portuaria fue un camino recorrido a
través de 60 reuniones entre todos los actores directos e indirectos
involucrados, como las empresas radicadas en la zona del puerto, la Bolsa de
Cereales, la municipalidad de Bahía Blanca, la Cámara Portuaria, el Concejo
Deliberante, diferentes ONG ambientalistas y demás actores. Así, "a lo
largo de este proceso participativo tratamos de responder la pregunta de cómo
nos imaginamos el puerto de aquí a 20 años", relató el presidente del Consorcio
de Gestión del Puerto de Bahía Blanca.
Paso a paso
Según Pedja Zivojnovic, Port Consultants
Rotterdam-PCR, el plan estratégico "consiste en dibujar el futuro del
puerto en conjunto con otros actores y tener una visión a largo plazo" y
agregó que cree que este último aspecto es bastante innovador para la
Argentina.
En los Países Bajos "es tradición planificar todo
a largo plazo porque es un país estable, donde se puede planificar y
cumplir", detalló.
Todo el proyecto se divide en etapas y el plan
estratégico en tres fases: la primera corresponde al diagnóstico de la
situación actual del puerto (el punto de partida). La segunda, en la
elaboración de la visión portuaria Bahía Blanca 2040 (de ordenamiento
territorial). Y la tercera es el plan de acción.
Según el especialista holandés, "este será un
proyecto flexible, el futuro es incierto, tenemos varios escenarios para
desarrollar a futuro y tenemos que preparar al puerto para los próximos 20
años", aclaró.
Por su parte, Pablo Arecco (Port Consultants Rotterdam-PCR-)
agregó que "el objetivo primero del planeamiento estratégico es generar
empleo, mejorar la calidad de vida de la población, agregar valor en el proceso
industrializado de la Argentina, optimizar las condiciones del entorno, mejorar
la competitividad de nuestro país y, a su vez, potenciar las conexiones hacia
el interior de la Argentina y su área de influencia".
Sobre el desarrollo del trabajo, el ingeniero francés
Vincent Besson (PCR) dijo que "cada uno aporta su experiencia y
conocimientos, en mi caso, estoy colaborando y ayudando con todo el proyecto,
desarrollando talleres, soy parte, junto con el equipo, de la columna vertebral
del proyecto, empujando el trabajo diario y procesando datos".
Costo-beneficio
El costo de inversión total del plan estratégico de
las obras es una incógnita que será revelada cuando el plan maestro esté a
punto de finalizar.
Consultado sobre el tema, Pussetto dijo que el costo
del proyecto no es 100% inversión portuaria, porque "en principio, tenemos
que identificar inversiones relacionadas con las necesidades logísticas de los
actores privados y esperamos tener un diagnóstico más claro de las
oportunidades y del nivel de inversión que cada uno de los sectores va a
requerir cuando lleguemos a la finalización de este trabajo", aclaró.
Alineado con los tiempos del presidente del Consorcio
de Gestión del Puerto de Bahía Blanca , Eric van Drunen, economista marítimo
(PCR), expresó que hacia fines de la concreción del plan maestro (en la segunda
etapa del plan estratégico), se podrá tener una idea sobre el desarrollo del
puerto a futuro en cuanto a movimiento de cargas y "según ese potencial
con pronóstico a futuro, podremos tener una idea del costo de la
infraestructura del puerto y estimar los ingresos para hacer un análisis de
factibilidad financiera".
Según su perspectiva, la economía argentina o de la
región compite (en mayor medida) con actividades de valor agregado
especialmente, "por las actividades que se podrían generar relacionadas
con la zona de Vaca Muerta", acotó.
Multimodalismo
El puerto es un nodo de transportes que lo trasciende
completamente. En este sentido, "la red de transporte de Bahía Blanca es
fundamental para el funcionamiento del puerto, porque si bien, el lado marítimo
no tiene problema alguno, el resto de los modos sí lo tiene y es en ése sentido
que habría que accionar en cuanto a la conexión de las redes ferroviarias o
camineras" aclaró Ricardo Schwarz, planificador portuario (argentino).
Sobre el tema, Pussetto dijo que el multimodalismo es
el camino hacia el futuro y, un ejemplo de la importancia del transporte
multimodal es el transporte de los insumos para Vaca Muerta, porque "una
oportunidad concreta está relacionada con el transporte de las arenas para
tecnología de fracking (para explotación de petróleo y gas), el tránsito
fluvial marítimo (donde se encuentran las canteras con estas arenas), el
trasvaso en ferrocarril hacia la zona de Bahía Blanca y posteriormente, hacia
la zona donde se encuentran los pozos petroleros", explicó.
Y sostuvo que "con toda esta transformación, las
empresas del polo petroquímico tienen una gran expectativa en relación al
equipamiento que necesitan para las perforaciones de gas y petróleo por lo
tanto, "el puerto de Bahía Blanca, y también la ciudad tendrán un rol
protagónico por su interconexión con cada uno de estos sectores", detalló
el directivo . Y con vistas a que la Argentina pueda incrementar el mercado de
granos en los próximos años "Vialidad Nacional está planteando inversiones
para lograr este objetivo", subrayó el presidente del consorcio.
Valor agregado
El puerto tiene actividades relacionadas con la
industria petroquímica: importación de productos inflamables, gas licuado,
entre otros.
Hoy Bahía Blanca tiene el polo petroquímico más grande
de la Argentina asociado a la posibilidad del desarrollo de Vaca Muerta, que en
un primer momento va a generar un tráfico inbow importante en el futuro
"porque todas las plantas que son satélites en la cadena de valor
necesitan crecer y tendrán un crecimiento significativo si se desarrolla de
Vaca Muerta", pronosticó.
Los ejes de actividad para el crecimiento están
relacionados con el futuro de la actividad agrícola. Este año la Argentina
tendrá una producción de 120 millones de toneladas aproximadamente. "La
perspectiva para 2025 es de 180 millones de toneladas" y, en este sentido
" queremos capturar una buena parte de cuota de crecimiento y además
continuar fortaleciendo el tráfico de contenedores que aún es bastante
incipiente", aseveró. Sobre la posibilidad de realizar convenios con
universidades y otras instituciones, el presidente del consorcio expresó
"debemos ser un motor de la innovación y generar un espíritu entrepeneur
dentro de la sociedad", concluyó.