Combatiendo la corrupción
por Juan Manuel Otero
Informador Público, 13-6-17
“La política es una gran herramienta de transformación
social. Hay corruptos e insensibles como en cualquier otro campo”… “Si queremos
combatir la corrupción, tenemos que mejorar la educación”.
¿Quién puede estar en desacuerdo con estos conceptos?
Son palabras del primer candidato en la lista de
Cambiemos en la Provincia de Buenos Aires, distrito en el cual ocupa desde hace
un tiempo un importante cargo destinado a “Estimular el capital mental de los
niños”.
¿Nada menos que el Dr. Facundo Manes para combatir la
corrupción y estimular la mente de los niños?
Mis dudas se tornan insoportables.
Todos sabemos que el Dr. Manes saltó a la fama (o como
dice la milonga "El Conventillo", colgó “su fotografía donde está la
galería de los ases del choreo”) cuando su paciente la Sra. Natalia Kohan de
Cohen, una lúcida octogenaria, reconocida artista plástica, exitosa empresaria
y generosa multimillonaria, fue declarada insana en el año 2005 y, a raíz de
esta medida, su fortuna -200 palos verdes- pasó a ser administrada por sus
hijas, quienes, justamente, habían iniciado el correspondiente juicio de
insania. Pues bien, la señora, que podía ser añosa pero no estúpida, atacó tal
resolución y finalmente la Cámara de Apelaciones en 2007 declaró que doña
Natalia NO PADECÍA DEMENCIA ALGUNA.
¿Y saben quién había suscripto el certificado médico,
con membrete del Instituto Fleni, que aseguraba su incapacidad? Pues nada menos
que el famosísimo neurólogo don Facundo Manes.
Sí, nuestro próximo legislador!!!! El mismo que
"combate la corrupción" y "estimula el capital mental de los
niños", el famosísimo Dr. Manes.
Instada la consecuente causa penal, el Instituto Fleni
declaró no existir constancia alguna de la atención citada por Manes sobre doña
Natalia.
Pero aquello no terminó ahí. Tiempo después se adjuntó
a la causa un certificado indicando bipolaridad y demencia frontotemporal de la
paciente. Lo firmaba esta vez la Dra. Griselda Russo, colega de Manes en el
Fleni.
Ante estas “irregularidades” la imputación se orientó
hacia ambos médicos y en la indagatoria la Dra. Russo reconoció no haber
evaluado, ni conocido a la paciente en cuestión, pero sí emitido los
certificados por pedido del Dr. Manes.
¡Qué buena amiga! ¿No?
Y terminemos acá. El Dr. Manes ya no atiende más en el
Fleni, nadie sabe cómo recaló en la Fundación Favaloro con estos antecedentes y
menos aún cómo se convirtió en mediática estrella de la medicina, con el cráneo
de nuestra ex-Presidente en la palma de su mano. No quisiera imaginar los
motivos por los cuales la Gobernadora Vidal lo incorporó a su elenco…
¡Y ahora será Legislador! Claro que para combatir la
corrupción y estimular la mente de los niños…
Una última duda: Si el recordado Dr. Favaloro viviera,
¿admitiría como Rector de su Fundación al Dr. Manes?
Todos sabemos la respuesta...