SIMON KERR
expansión.com, 28/11/2017
Mohammed bin Salman también ha prometido recuperar el
islam moderado en el Reino, donde durante décadas ha habido altercados por
cuestiones de dogmatismo.
El príncipe heredero de Arabia Saudí se ha
comprometido a "erradicar el terrorismo islamista de la faz de la
tierra", coincidiendo con el lanzamiento de una alianza militar que sus
detractores temen que agudice las rivalidades entre el reino e Irán, su eterno
rival.
Mohammed bin Salman, artífice de una política regional
cada vez más asertiva, aseguró el domingo que la nueva coalición islámica
contribuirá a una mayor cooperación militar, política y financiera contra el
terrorismo, tras años de falta de coordinación entre los países musulmanes.
"La falta de coordinación termina hoy", declaró el príncipe Mohammed
en la reunión de ministros de Defensa celebrada en Riad.
El príncipe heredero también ha prometido recuperar el
islam moderado en el Reino, donde durante décadas ha habido altercados por
cuestiones de dogmatismo que han dado lugar a innumerables episodios de
violencia. La creación de una alianza llega después del atentado yihadista del
pasado viernes en una mezquita de Egipto que se cobró la vida de más de 300
personas. "El peligro del terrorismo extremista es que distorsiona la
imagen y la reputación de nuestra religión más tolerante", dijo el
príncipe. La nueva alianza de los estados sunitas coincide con el aumento de
las tensiones en la guerra fría que protagonizan Arabia Saudí y la chií Irán,
en la que ambas partes se acusan de fomentar el terrorismo en Oriente Medio y
más allá.
Arabia Saudí y sus aliados aseguran que Irán busca la
hegemonía regional, interfiriendo en países árabes como Irak, Siria, Líbano y
Yemen. En las últimas semanas, el príncipe Mohammed ha endurecido su retórica
contra la República Islámica y encabeza una campaña contra el islam político en
la región.
La cohesión de la coalición, compuesta por 41
miembros, se ha visto fracturada por la ausencia de Qatar, el Estado del Golfo
que sufre un embargo de Arabia Saudí y sus aliados desde el pasado junio, que
justifican por apoyar el extremismo. Qatar, que niega estas acusaciones, no fue
invitado a la reunión para evitar confrontaciones, explicó el secretario
general de la Coalición Militar Islámica Antiterrorista, Abdulelah al-Saleh.
Al-Saleh explicó que el encuentro está destinado a crear un consenso sobre las
operaciones antiterroristas y manifestó su esperanza en que con el tiempo se
sumen más países.
El ministro de Asuntos Exteriores qatarí, Mohammed bin
Abdulrahman Al Thani, aseguró la semana pasada que la nueva coalición
encabezada por Arabia Saudí amenazaba con profundizar la división sectaria de
la región. "No creo que nos podamos permitir más divisiones entre sunitas
y chiíes", declaró en Londres. La coalición antiterrorismo está formada en
gran parte por estados suníes; Irán e Iraq, de mayoría chií, no están incluidos
en el grupo. La alianza anunció que su objetivo es luchar contra el terrorismo,
y niega oponerse a ninguna tendencia o país. Las rivalidades entre Irán y
Arabia Saudí se materializan en una serie de batallas que se libran en la
región. Arabia Saudí y sus aliados se encuentran en el tercer año de una guerra
en Yemen que ya se ha cobrado más de 10.000 vidas y que amenaza con
desencadenar una hambruna.
Además, hay cada vez más temores de que Irán y Arabia
Saudí puedan acabar implicados en una guerra de poder en Líbano. El primer
ministro libanés, Saad al-Hariri, anunció su dimisión en Riad a principios de
mes, ante la preocupación de Riad de que el grupo Hezbola, respaldado por Irán
tuviera demasiada influencia en el Gobierno de Beirut.