ofrecen criterios para el voto
en las presidenciales de mayo del 2018
(ACI Prensa), 7-12-17
En un
comunicado emitido este 6 de diciembre, los obispos señalaron que los comicios
del próximo año «son una oportunidad para dar juntos ‘un nuevo paso’ hacia la
construcción de un país que sea patria y casa para todos».
«Colombia necesita la participación de todos para
abrirse al futuro con esperanza», afirmaron.
En ese sentido, propusieron a los católicos y personas
de buena voluntad los siguientes criterios para emitir un voto responsable,
libre y consciente:
1.
Involucrémonos en el proceso electoral, derrotemos la indiferencia y
comprometámonos. Los obispos señalaron que el voto es un derecho inalienable y
un deber fundamental. Por tanto nadie debería privarse de votar. Además
recordaron que la Iglesia «no tiene ni avala un partido político o un
determinado candidato, pero sí invita a sus fieles y, en general, a todos los
ciudadanos, a involucrarse en la política con la participación en el debate
democrático con seriedad y responsabilidad».
2. Reforcemos
con el voto el comportamiento ético en la sociedad y acabemos con la
corrupción. Advirtieron que es inmoral e ilegal comprar y vender votos. Esto
«atenta contra la dignidad de la persona y el desarrollo integral de todos».
Llamaron a no permitir «delitos como el fraude en la inscripción de cédulas, la
suplantación, la financiación corrupta de campañas y la alteración de los
resultados en las urnas».
3. Exijamos
campañas transparentes que favorezcan la unidad. Indicaron que los debates y
los comicios no deben generar mayor polarización, sino promover el respeto, el
diálogo y la creatividad política que necesita el país. Pensemos en el bien
común. «Las campañas políticas que se sustentan en intereses particulares, que
se financian ilícitamente o que derrochan injustamente el dinero atentan contra
la democracia y generan confusión en el electorado».
4. Analicemos
la trayectoria y propuestas de los candidatos. Para dar nuestro voto responsablemente,
tenemos que llegar a la convicción moral de que la persona, el proyecto
político y el equipo de trabajo que se eligen aportarán realmente al bienestar
de todos los colombianos.
5. Pensemos en
las necesidades más urgentes de nuestra nación. Consideremos bien las
problemáticas y las posibilidades que tiene el país, para poder examinar y
elegir adecuadamente a los candidatos que logren poner en marcha soluciones de
fondo. No nos dejemos llevar simplemente por propuestas populistas, por simpatías
y antipatías o por intereses particulares.
6. Elijamos a
quienes les duela la realidad de los colombianos. Los obispos señalaron que
«Colombia necesita ser gobernada por personas íntegras, honestas, dignas,
competentes, capaces de vencer la corrupción y la violencia, que se preocupen
por la salvaguarda de la casa común», decididos a afrontar la injusticia,
desempleo y falta de oportunidades; y a trabajar por los excluidos y
marginados.
7. Aseguremos
el país sobre valores fundamentales y protejamos su institucionalidad. «Debemos
afrontar, con claridad y determinación, la colonización ideológica de opciones
políticas y legislativas que contradicen valores fundamentales y principios
antropológicos y éticos arraigados en la naturaleza del ser humano. Apoyemos
con nuestro voto, siguiendo la enseñanza de la Iglesia, a quienes defiendan la
dignidad de la persona, la vida en todas sus etapas, la familia fundada en el
matrimonio entre hombre y mujer, el derecho primario de los padres en la
educación de sus hijos, la libertad religiosa y las instituciones
democráticas».
Los obispos también invitaron «a los políticos
católicos a participar en el proceso democrático con la conciencia de que la
política es una alta forma de caridad que implica afrontar retos de gran
magnitud y de que deben hacerla iluminados con la luz del Evangelio y desde los
principios de la Doctrina Social de la Iglesia».
Además pidieron a los candidatos a liderar «la marcha
de la ciudadanía hacia una democracia madura y participativa, así como a la
consolidación de la justicia, de la unidad y de la paz anheladas por nuestro
pueblo».