viernes, 12 de junio de 2015

ZAFFARONI JUSTIFICABA LOS GOLPES, PERO EL MALO PARA LA DEMOCRACIA ES MASSA (?)


Urgente24, 12-6-15

 El exministro de la Corte Suprema Raúl Eugenio Zaffaroni evaluó este jueves como "muy sano para la democracia" la pérdida de terreno político por parte de Sergio Massa, quien pasó en no mucho tiempo de encabezar las preferencias electorales de cara a los comicios presidenciales a un discreto 3er puesto, de acuerdo a las encuestas.

"Massa sale del escenario político muy desvalorizado, lo que es sano para la democracia", manifestó Zaffaroni en declaraciones a radio América.

La inquina de Zaffaroni con Massa nace a partir de la oposición del líder del Frente Renovador al proyecto de reforma del Código Penal que tiene al exsupremo entre sus impulsores.

Lo que resulta curioso de su comentario es que el abanderado del garantismo local (abolicionismo, para algunos) se sienta con autoridad moral suficiente para hablar de lo que es "sano para la democracia" cuando fue un apólogo de los golpes de Estado durante la última dictadura militar.

Se sabe que en 1980, en pleno "Proceso de Reorganización Nacional", Zaffaroni y Ricardo Cavallero publicaron el libro 'Derecho Penal Militar'. Este viernes, el periodista Diego Rojas divulgó algunos fragmentos de la obra en la que los autores justifican la interrupción del orden constitucional.

"En una circunstancia hipotética, habiendo desaparecido cualquier autoridad o siendo incapaz la que resta, un grupo militar puede usurpar justificadamente la función pública", se lee en el libro cuyo coautor resulta una figura de admiración por parte del oficialismo.

La obra también justifica la prohibición de la homosexualidad en las Fuerzas Armadas. Zaffaroni y Cavallero analizaban: "Si pensamos por un momento en que la homosexualidad entre adultos no puede ser punida como delito en la vida civil, porque esa punición violaría el art. 19 constitucional, no por ello debemos concluir en que la homosexualidad militar es inconstitucional, tal como la prevé el art. 765, CJM, porque en la vida civil no hay ningún bien jurídico que resulte afectado por esa conducta realizada en privado, pero en el orden militar la posibilidad de trascendencia del conocimiento de esa conducta afecta la imagen pública de las fuerzas armadas y la confianza que ellas deben gozar por parte de los habitantes de la Nación, cuyo crédito frente a ellos es indispensable para que ante la necesidad tremenda cuenten con la participación y apoyo de la población".

Por otra parte, tal como lo informó Urgente24, el libro incluye una dedicatoria al brigradier auditor doctor Laureano Álvarez Estrada, quien ofició de corrector de la obra.

Según recordó el dirigente radical Rodolfo Terragno en una columna escrita para el diario Clarín, el oficial de la Fuerza Aérea fallecido en 2003 fue designado por el presidente de facto Jorge Rafael Videla como su subsecretario de Justicia vía el decreto 105/1976..

Otro que contó una anécdota con Álvarez Estrada  fue el recientemente fallecido fiscal del Juicio a las Juntas, Julio César Strassera. "Durante la época de la dictadura, un día tuve una discusión con el Subsecretario de Justicia, Laureano Álvarez Estrada. Yo no quise cumplir una orden y no me echaron, me ascendieron. Me sacaron de la Justicia Federal y me mandaron a la Justicia Ordinaria,  y fui juez de sentencia, me dediqué a condenar a ladrones de gallinas y no seguí en cuestiones federales o políticas", contó Strassera en una entrevista para un suplemento de la Secretaría de Educación de la Ciudad de Buenos Aires en conmemoración de los 20 años del histórico juicio".

Las amistades de Zaffaroni en la cúpula de la última dictadura podrían explicar su actuación como juez durante ese período.


"El juez Zaffaroni en su momento juró por los estatutos del proceso de reorganización nacional. Fue un juez que asumió durante la dictadura. Lo que tenemos que decir es que lo que terminó haciendo fue cumplir la función que los militares le asignaron a los jueces, que era no investigar. El juez Zaffaroni  al cajonear y rechazar el hábeas corpus lo que hizo  fue no investigar sobre la desaparición de esa persona y por lo tanto garantizarle la impunidad en ese momento a los genocidas”, contó en 2013 Enrique Fukman, miembro de la Asociación de ex Detenidos-Desaparecidos.