de legisladores que
están en campaña electoral
Clarín, 7-7-17
Oficialistas y opositores pasaron toda la semana
haciendo cálculos anticipados sobre cuántos diputados votarían a favor del
desafuero de Julio De Vido si el juez del caso Río Turbio avalaba el pedido del
fiscal. Ayer se supo que el ex ministro seguirá gozando de la inmunidad de
arresto que le concede la Constitución, pero la discusión sobre los fueros no
se acalló. Al contrario, subió de tono, aunque con nuevo enfoque, atizando los
fuegos de la campaña electoral.
Bien temprano, el jefe del bloque macrista, Nicolás
Massot, hizo saber que presentará un proyecto para que la Cámara baja lo
autorice a renunciar a los fueros “para sentar un precedente y que se debata el
tema con seriedad, no sólo por De Vido, sino para adelante”. Después se supo
que se trataba de una picardía para anticiparse a una jugada que ya tenía en
marcha Sergio Massa con su tropa de la alianza electoral 1País.
A esa hora, el diputado del Frente Renovador se
encaminaba a la sede del Colegio Público de Abogados porteño para dar el golpe
de efecto que planeó con su socia, Margarita Stolbizer: el renunciamiento a los
fueros junto a todos sus candidatos en Provincia -donde ambos encabezan la
boleta para el Senado- y en Capital.
“Vamos a la elección sin privilegios y esperamos por
el bien del país que todas las fuerzas políticas hagan lo mismo”, dijo el
tigrense. Y tras calificar a los fueros que la Carta Magna concede a los
legisladores como “un privilegio aberrante”, los integrantes de las listas
desfilaron por el atril donde colocaron el acta de renuncia a esa prerrogativa
“frente a cualquier requerimiento judicial”.
La polémica no tardó en estallar. Munida de análisis
de juristas reconocidos, la secretaria parlamentaria del bloque PRO, Silvia
Lospennato, fue la primera en descalificar la conferencia de prensa de Massa, a
quien acusó de montar “una estafa mediática”. Alegó que “es una burla a los ciudadanos,
ya que si un juez quisiera detenerlos igual tendría que pedir a la Cámara su
desafuero”.
Le siguieron otros macristas, tales como el diputado
Eduardo Amadeo, y el recién llegado a esa vereda, Fernando Iglesias, quien va
en la lista de la Ciudad. Lo contradictorio fue que Massot, mandamás del
bloque, fue quien metió el dedo en la llaga de esa poco consistente medida, y
que el propio presidente Mauricio Macri se dejó fotografía con el cartelito de
“chau fueros” que portó la lilita Mariana Zuvic en la campaña a parlamentaria
del Mercosur del 2015.
Lo cierto es que la Constitución sólo le permite a un
juez el arresto de un senador o diputado nacional si previamente pide que los
despojen de sus fueros y las respectivas cámaras lo aprueban con el voto de los
dos tercios de los presentes. Es la opinión predominante entre los
constitucionalistas consultados por Clarín.
Se trata de un procedimiento que no puede darse en
abstracto, sino ante el avance de una causa. Con todo, según la ley de fueros
aprobada en el 2000 -en medio del escándalo por las coimas en el Senado-, la
Justicia puede investigar a un legislador con las únicas restricciones del
allanamiento de domicilio y de su detención, para lo cual debe pedir
autorización. Cuando se votó la ley en Diputados, Elisa Carrió -entonces en la
Alianza- fue una de las promotoras y Cristina Kirchner se abstuvo. Ahora las
dos vuelven a ser candidatas.
Hay un antecedente: en 1997, el radical Eduardo
Angeloz pidió al Senado que le permitan renunciar a los fueros para afrontar
una causa por enriquecimiento ílícito. No lo pudo hacer, pero la Cámara votó su
desafuero por 60 días. Cuando quedó sobreseído, volvió a su banca.
Pese a las inconsistencias, otros candidatos de origen
peronista se acoplaron a la idea de renunciar a los fueros. Uno de ellos,
Franco Caviglia, integra el bloque de diputados de Darío Giustozzi, y va a la
reelección por Cambiemos en Provincia. Otro es Florencio Randazzo: el ex
ministro K quiere ir al Senado y plantó el tema en su plataforma bonaerense.