(Presentación
del libro SACHERI Y EL MANDATO ARGENTINO, INFIP-Escipion, en
INFIP, 27 de junio de 2017)[1]
1. Una reunión
de trabajo y religiosa
Cuando
planificábamos este acto pensamos que, más que en el tono “literario” de la presentación de un
libro, debíamos darle el tono de una reunión de trabajo, por el mensaje de la
obra que, siendo una primera historia del INFIP, quiere reivindicar su mística
y su doctrina y proyectarlo al futuro. Y hacer una reunión en cierto modo
religiosa, pues presentaremos públicamente la sábana ensangrentada por un
mártir fundador de este Instituto.
Por eso
mis palabras de gracias, que ahora
pronuncio, por cortísimas quedan al borde de la mala educación. Las dirijo
(hablo de mi agradecimiento) a Gerardo, las dirijo a Agustín, fuerza nueva en
el INFIP… - ¡ojo!, tenés una gran responsabilidad- las
dirijo a las autoridades del INFIP, en especial Dres. Montejano y Aguirre, y a
Stella Maris, siempre presente e imprescindible, así como a todos Uds. por
venir aquí y por comprar el libro, que no les recomiendo para nada… Pero sucede
que el Instituto tiene un gran déficit que cubrir y a esto destinaremos lo que
Uds. paguen por la obra. De modo que, reemplazando al Dr. Montejano lamentablemente
ausente por una cuestión de salud, les digo a los que son socios, en nombre
suyo, lo de siempre, que ¡paguen las cuotas!, y , ahora, que ¡compren el
libro!, que vale $ 180, pero con una dedicatoria mía lo vendemos a $ 200, si
quiere que se lo dedique a su tía vale $ 230, y le podemos vender 5 cobrándole
6… pequeñas usuras que el INFIP necesita.
Por eso
quise estructurar estas palabras, antes de referirme a la preciosa sábana, en
torno a las enseñanzas de los tres fundadores, pero proyectando algunas ideas
de acción a propósito de ellas.
2. Universidad y
Argentina
Tenemos esta enseñanza de Carlos, bien
presente en los otros dos fundadores, que obra en la contratapa:
“Tenemos que tomar conciencia de que nuestra Nación
es una gran nación invertebrada [… Ya Gerardo se ha referido al estado de la
Patria] Porque el liberalismo en sus crisis seculares nos ha dejado un
deterioro absoluto de instituciones. Entonces […] para vertebrarse en una forma
definitiva, armónica, con una participación real y no «proclamada» de los
distintos sectores de la comunidad nacional, de los verdaderos intereses, de
los verdaderos derechos y autonomías sociales, la Universidad va a
seguir jugando un papel rector”.
“El catolicismo
argentino ha tenido una inteligencia, ha tenido una élite intelectual, pero éste es un caso prácticamente único en
Hispanoamérica […] Evidentemente eso es una gracia de Dios por la cual
rendiremos cuenta pronto”.
Juan Antonio Widow nos confirmaba esta tesis,
desde su mirada chilena amiga y autorizada, comparándonos incluso favorablemente
con España en ese sentido. Por eso podemos decir, con el Himno Nacional
argentino, que con nuestras tres columnas a las que refiere el libro, “aquí el
brazo argentino triunfó”… La crisis de nuestra Argentina que retrataba Gerardo
puede tener un principio de solución mirando a los fundadores…
3. El INFIP
Nosotros
recibimos la tradición de los tres fundadores, que es religiosa, que es
patriótica argentina y académica. El INFIP debe ser la universidad argentina y
cristiana que no tenemos. Y nuestra tarea universitaria debiera empezar por
rescatar el pensamiento de los tres. No
estoy proponiendo nada nuevo, que no se haya empezado a hacer, como se verá.
4. La obra de
Sacheri
Sería una vergüenza que alguien que quisiera
conocer el pensamiento de Sacheri, Meinvielle o Soaje viniera al INFIP y no se
le supiera informar. Lo que propongo
al respecto en parte está ya hecho.
En mi
libro Sacheri: predicar y morir por la Argentina,
hay una nómina de las obras de y sobre Sacheri conocidas hasta la publicación. Pablo Jaraj, de Rosario, y el Padre Javier Olivera, en sendas páginas de
Internet han hecho lo suyo. A la brevedad haremos fotocopias de las obras de
Sacheri y sobre Sacheri y dejaremos ejemplares, si Dios quiere, en el Convento
Mater Dei de San Luis, y aquí. Ya en aquel convento hay coleccionada mucha cosa
sobre Sacheri.
La
familia de Carlos con la ayuda de amigos, ha hecho nuevas ediciones de El Orden natural. Con el Dr. Ricardo Von
Büren, Decano de Derecho UNSTA Tucumán que se ha venido expresamente y aquí lo
tenemos en primera fila y el Escribano Jorge Martín Villalba, que no pudo venir
desde Mendoza, hemos editado por Escipion Filosofía
e Historia de las Ideas filosóficas y Orden social y Esperanza cristiana.
(Hay aquí presentes, además de la Hermana Mercedes Cardoso, de Mater Dei,
recién llegada de España, cuya papá figura con Soaje y Sacheri en una foto que
obra en el libro, de la jornada tomista de Chile del 10 al 15 de junio de 1974; y varios
amigos correntinos, tierra que Sacheri amó y cultivó mucho). Si algunos se
quejaban de que mi biografía es larga, pues en esos tres libros hay biografías
breves, y en Orden social… Una hermana de
Mater Dei y algún otro amigo encararían la confección de biografías intermedias
entre ambos extremos…
Filosofía y Orden
social fueron tipeados en computadora
por jóvenes amigos de distintos puntos del país en un largo lapso de tiempo. En
el caso de Filosofía revisó y corrigió todo Von Büren. Juan Antonio
Widow hizo una propuesta de sistematización, Ricardo Von Büren trabajó sobre
ella y yo creo que le di un toque definitivo intrascendente.
Respecto
de Orden social y esperanza cristiana deliberamos
mucho, sobre todo para ver qué entraba y qué no entraba en él, tratando de hacer
un libro orgánico y no un rejunte. Y en cuanto a Filosofía… adoptamos el corte de camino que propuso Ricardo de
publicarlo de una vez y no ponerle, como yo pensaba, notas explicativas que ciertamente
demorarían todo.
¿Adivinen qué Banco pagó todo esto? ¿La
Banca Morgan, el Banco de la Provincia de Buenos Aires o el City?
– Están
todos equivocados. Se aplicó el sistema TEP, patentado por las universidades
privadas y también públicas argentinas, así como el sistema SF 1 y SF 2 …
(Agustín, veo por las caras que estos tipos no saben de qué se trata… - Ya se les voy a contar…).
A raíz
de las presentación del libro SACHERI: PREDICAR Y MORIR, siguiendo sugerencias
del P. Armando Díaz, O.P., armamos un tríptico,
que se ha repartido a Uds., con enseñanzas de y sobre Sacheri. Si Ud. quiere
hacer algo mejor, métale y hágalo, si quiere divulgar eso, vaya a una
fotocopiadora y haga 100 y reparta.
5. Oración
En
cuanto se habló de la posible canonización redactamos entre muchísimas personas
que participaron, una oración,
editada ya con cuatro imágenes o figuras distintas en Mar del Plata, Mendoza,
San Nicolás y Paraná. Se les ha repartido la última, con la citada oración que,
previa conversación en Roma, aprobó Monseñor Lona. Le gustó mucho la idea de la
estampa a Monseñor Puiggari cuando alguna feligresa en MdP le celebró un
posible santo laico argentino. Y Monseñor Taussig nos dio el consejo de que el
texto sea fluido, fácil de memorizar y preparar el terreno de una posible
canonización divulgando su figura.
Se han
hecho retratos de Sacheri, en
Tucumán, en Mar del Plata, en San Rafael; ha habido congresos destinados a él
(y a Genta) y sigue habiendo instituciones que lo proponen como modelo.
¿Quieren
les explique el método para solventar todo esto? …
El TEP
no es “Tromboembolia pulmonar” sino el
Trabajo Esclavo del Profesor ;
SF1
significa “Falta de financiación”;
pero
todo se salva con “SF2”: “Sobra fuego”…
6. Presentación ne pereant probationes
A un
trabajo breve pero muy conciso y contundente de Edmundo Gelonch Villarino sobre
del posible martirio de los nuestros, que envió a varios obispos, uno solo
contestó pidiendo la ayuda de que no dejemos perder los testimonios. Fue Monseñor Bergoglio. Nos aconsejó entonces Monseñor Aguer aprovechar ese pedido de
ayuda, y con el P. González Guerrico nos
presentamos en el Obispado de San Isidro, sede en la que murió Carlos, el 18-XI-2009,
solicitando que el Obispado de esa ciudad recabara testimonios de personas
mayores. Me contestó el P. Alejandro Bunge, en nombre de Monseñor Casaretto, que
debíamos hacerlo nosotros.
7. Testimoniales
Nos
pusimos, entonces, en la tarea de recabar las declaraciones, y entre 2010 y
2014 obtuvimos, luego de que en el
medio algunos se negaron o no terminaron de hacerlo, los testimonios del Dr. Alberto
Caturelli y señora, Alcides Rossi Querin (q.e.p.d. los tres), Juan Antonio
Widow, Enrique Díaz Araujo, P. Carlos Buela, todos debidamente autenticados
ante oficiales públicos. Nos faltaba el testimonio de Monseñor Lona, que en vez de eso hizo un librito de 50 páginas, que
le llevó años de investigación eclesiástica y que recién terminó.
8. Entrevista
con Monseñor Ojea
Entonces
el 12 de junio de 2017 fuimos con Monseñor Lona y el P. González Guerrico y
presentamos todos los testimonios, el de Lona incluido, al Obispo Monseñor
Ojea. Acompañamos también todo lo anexado en la presentación anterior y el
libro Filosofía… y pocos días después
el Dr. Juan Cirilo Rego le hizo llegar La
Iglesia clandestina.
Entretanto,
- y hay que agradecer por lo menos a los Dres. Morad y Pueyrredon- se publicó un editorial principal del diario La
Nación el 23 de diciembre de 2014 destinado a un elogio incondicional de Carlos;
la familia gestionó la familia la Misa por el cuarenta aniversario del asesinato
en la Catedral de San Isidro, donde oficiaron Monseñor Casaretto y Ojea, con
sermón elogioso sobre Sacheri, todo lo cual tuvo eco en AICA. (De todo esto
dejamos copia el 12 de junio a Monseñor Ojea el pasado 12 de junio de 20917).
9. Asociación
El 24 de mayo de 2016 se constituyó
ante Escribano Público y en el Estudio del Dr. Pueyrredon, aquí presente, la Asociación por la Canonización de Carlos
Alberto Sacheri. Le anuncié a Monseñor Ojea que pronto iremos -está todo preparado y nos hemos asesorado
por el P. Sturba entre otros- para hacer
un pedido más formal.
¿Qué
otras obras de Sacheri? Está la tesis doctoral… Que habría que traducir y
publicar. El costo de 200 o 300 ejemplares de esa tesis no debe salir más de
15.000 $ como precio caro. Si Ud. paga 1.000 pesos por el seguro del auto y
1.000 pesos por la cuota del Club de Regatas, y lo ve importante, puede. Si no, no dé las ideas “animémonos y
vayan”...
10. Las obras de
Soaje
Sería en efecto una vergüenza que
alguien quiera conseguir las obras de Soaje y el INFIP no lo pueda satisfacer.
Ya se ha iniciado la publicación en Ethos
y hay un chico amigo que quiere hacer el elenco completo, necesario para
luego hacer una sección en la Biblioteca destinada a él.
11. Las obras de
Meinvielle
Lo mismo debemos encarar con las obras
del P. Julio.
12. La obra de
Casaubon
En nuestra historia y mística del
Instituto debiéramos asignarle un lugar, que en el libro sí que lo tiene, al
querido Casaubon. Dos exalumnos han hecho el tipeo de lo que para mí son dos de
los tres principales trabajos, su crítica a Kelsen y su crítica a Cossio. Le
armé un prólogo, hablando desde luego con Pablo Casaubon por la familia, que lo
autoriza, y Cathedra jurídica acepta
publicarlo. Se le agrega su trabajo sobre La
Revolución anticristiana y la nómina de sus escritos, currículo y opiniones
sobre él que elaboramos para su muerte en el Diario de Filosofía del Derecho.
Fernando Bermúdez bajo la dirección de
Massini elaboró su tesis doctoral y la aprobó, sobre Casaubon, y me propuso
publicáramos más cosas de Pincho. Yo aprendí de Perón a no decir que no y de mi
viejo a aprobar las ideas contestando “dale, hacelo”. Hay otro libro de
Casaubon, entonces, conteniendo más trabajos y completando una pequeña Filosofía del derecho, que también
someteríamos a consideración de Cathedra
Jurídica o a EDUCA. Aplicaremos el método SF 2, que es infalible… Voy a pedirle
a Bermúdez que nos haga llegar su tesis para inaugurar en la Biblioteca una
sección sobre Casaubon.
13. Soaje: Oiga
hijito “Hay que hacer la red”
En el libro recojo esa consigna que
decía Guido, y que de algún modo llevó a la práctica uniendo a toda la gente
que conocía y atraía desde sus distintos magisterios en variados puntos del
país. Hizo una red formidable, que institucionalmente no terminó consolidando pero
mucho queda en pie, y es nuestra tarea reconstruir agregando los sucesores…
¿Qué
mejor que rearmar esa red desde el INFIP para reconstruir la inteligencia a
partir de Aristóteles, Santo Tomás y el Evangelio y desde allí, con la vera
historia y la vigencia de la Hispanidad, rehacer la Argentina?
Claro
está que él en su momento la hizo con su persona y con su magisterio. Porque
aquí venía de todo el país la lista innumerable de sus discípulos a plantearle
cosas, a hablar de política, a estar al día en los hechos y en la filosofía, a
hablar de todas las cosas divinas y humanas… Estaba la atracción que ejercía
Guido…
14. Lo que
queremos los escritores
A veces se enojaba cuando algún
mendocino no pagaba las cuotas…
Pero,
maestro, ¿te hiciste porteño? ¿Qué ventaja le damos a un mendocino para que
haga socio del INFIP? Hay que darle para poderle pedir… Y una cosa que podamos
dar, para poder exigir a los del interior, es ante todo -digo ahora-
comprender la situación del otro y crearle nosotros un ambiente familiar
aquí.
Un chico
que viene desde el Chaco a un congreso que tiene lugar sábado y domingo, y pasa
por el INFIP el viernes para ver si puede fotocopiar un libro, tiene tres horas
de oficina para conseguir el libro, conseguir una fotocopiadora, hacer todo… y
es obvio que renuncie, se desanime y se vuelva triste y no se vincule con
nosotros.
Para que
entiendan las ventajas que Uds. tienen en Buenos Aires no hace falta plata,
sino la caridad de la comprensión. Yo vengo aquí y en un radio de pocas
manzanas tengo veinte librerías, en un radio de 10 o 20 o 30 tengo 10
bibliotecas de primer nivel… Una vez tomé conciencia de estas cosas al hacerle
un reportaje a Pancho Bosch. Le conté que había visto un libro de Sáenz Quesada
en que lo reporteaban a él. Al instante bajó unos pisos y lo compró. Lo que
para mí hubiera significado planear un viaje, reservar un hotel, viajar, dar
mil vueltas. Y así sucede con casi todo el interior.
Pues
bien, si algo quiere cualquier escritor es, una vez publicado el libro, que lo
lean. Y en vez de que lo lean 10 personas, quizá colocar uno en una biblioteca
en donde su libro no se pierda, y su obra pueda trascender más.
Lo mismo
que nos proponemos con los fundadores debiéramos hacer con todo escritor del
orden natural y cristiano que viva en nuestra Patria. No es fácil inventariar
sus obras. (Caturelli y Sebastián Sánchez hicieron sus diccionarios, en gran
parte, pidiendo a los autores su currículo). Entonces, todo escritor de nuestra
línea, sea del interior o de aquí, debe saber que es reconocido en el INFIP,
primero con la nómina de sus libros en su biblioteca. Les pediremos dónde se
los puede conseguir y, si pueden que nos hagan llegar ejemplares. Crearemos un
vínculo a partir de proporcionar un servicio, que créanme que esto para un
escritor lo es. Y lo mismo debemos hacer
con la obra de Maja y Marycel, de Brie, con las empresas de Yuyo y de Fernando…
de todos… Y después debemos seguir con la vereda de enfrente, recreando en
serio un Instituto de Filosofía Práctica, donde esas “cosas de la inteligencia”
que son los libros y trabajos académicos se aprecien debidamente y sus autores
se sientan apreciados.
Soaje en
su momento contribuyó a esta ayuda a los provincianos dando albergue a los que
venían, así como en algún momento había hecho Meinvielle con él. Y lo hemos
practicado. Es un aporte pequeño de alto valor, no tanto económico cuando
psicológico, moral y amical.
Aquella
es una tarea que si me nombran “ayudante de Biblioteca” podemos hacer sin
dinero, aplicando el “Método SF2”, que hay que conocer, experimentar y darle
para adelante...
Una vez
hecho el aporte, una vez que se ha reconstruido la red y los afectos en el ideal común, y que se ha reconocido a
la persona en lo que cree que vale, es posible pedirle más. Que nos dé cursos.
Que si puede se asocie con su cuota… Pero habiendo creado un vínculo según otro
método que les voy a contar más al final…
15. El
clericalismo
En mi trabajo biográfico sobre Sacheri
empecé a encontrarme con que todos decían que nunca se enojaba, y empecé a
desconfiar de alguien que, en lenguaje de Aristóteles, no se aíra cuando debe.
Entonces a los nuevos entrevistados empecé a preguntarles si lo vieron embroncado
y cuándo y por qué. Ahí Adalberto Zelmar Barboza me contó que una vez sí… había
reaccionado contra un acto de clericalismo. Le preguntaban luego, tomando un
café sin el cura enfrente, “Carlos, ¿qué hiciste? ¿te pichicateaste?” – Nunca
lo habían visto colérico como en esa reacción anticlerical.
Él tenía
claro el deber de los laicos, la competencia de los laicos, y las distintas
clases de clericalismo. Incluso escribió en La
Iglesia clandestina, en un texto que recojo en una solapa del libro, que la subversión religiosa no provenía de
éstos, y elogiaba su acción en la definición de la situación con los curas del
Tercer Mundo en Rosario, sino de los clérigos.
En su
libro martirial hacía una clasificación de distintos clericalismos; el tradicional en que los clérigos se
inmiscuían, mal pero para defender la
verdad y el buen orden; el subversivo
en que se metían para mandar los chicos a la guerrilla. Pero quiero ahora
referirme yo a otra forma de clericalismo.
El de
los laicos que, haciendo profesión precisamente de anticlericalismo hacen una
feroz crítica atribuyendo a la Jerarquía todas las desgracias de la Iglesia y
de la Argentina, pero rehuyendo sus
propios deberes. Sacheri no salió a
quejarse de los obispos que no hacían nada sino que publicó él solo el libro La Iglesia clandestina esclareciendo la
situación y luego lanzó una solicitada en dos diarios de Buenos Aires, firmando
“Carlos Alberto Sacheri. Presidente de Ciudad Católica” intimando a una
reacción contra la debacle.
Lo peor
que podríamos hacer es dedicarnos a la crítica. Debemos acostumbrarnos a
utilizar ese test nuevo que acabo de inventar… esa otra forma práctica de
solucionar los problemas que les prometí… pensar en la viga en nuestro ojo y
tratar de salvarnos trabajando… - Pero, ¿no está en el Evangelio de siempre,
justo el que se leyó ayer?
La acción del INFIP debe ser una acción
laical para la cual tenemos, aunque no parezca, muchos medios. Soaje
ejemplificaba la hora de los laicos aludiendo por contraste al traspaso infeliz
de los Cursos de Cultura Católica, en su esplendor de ortodoxia católica y
argentinista, a la UCA que fracasó. Y
aludía a la traición que sufrieron los combatientes criterios, cosa que siempre
vio Meinvielle. Y podríamos seguir…
Tenemos
una sede, tenemos una tradición fundadora, tenemos el ejemplo de tres
argentinos, y muchos que los secundaron, que podemos exhibir mundialmente como
alcanzadores de la excelencia. No le tenemos envidia a ninguna nación de la
tierra en este sentido. En aprovechar esto está, pues, la manda fundadora.
16. El patriotismo
abstractista
Hablar en la Argentina de estos temas nos
hace caer en el tópico remanido de la
división de nuestras fuerzas. En tren de ensayar algunas explicaciones, me
ha parecido que cierta causa puede haber en esa cierta especial riqueza
intelectual de la que nos hablaba Sacheri en el texto recordado al principio,
que hace difícil unificar fuerzas por la facilidad de encontrar opiniones
personales, envidias y cacicazgos.
Quizá
eso ha llevado a una cierta visión abstractizada construyendo un patriotismo
que muchas veces no es argentinismo sino un constructo ideológico. Se ha
llegado a decir que a veces entre nosotros se prefiere un buen chiste
sacrificando una amistad.
¿Y Uds. no son los de la religión de la
caridad?...
O nos ha
llevado a un exquisitismo intelectual en que la Argentina concreta de carne y
hueso no cuenta. La derrota de Malvinas y sus duras condiciones resulta
entonces un accidente que poco tiene que ver con nuestra militancia en el
clasicismo teorético universal. Contra eso hablaba Soaje, y lo recogo en la
contratapa del libro:
“Lo que se escapa a muchos argentinos
y tal vez no fue advertido […] incluso por quienes con decisión patriótica
asumieron la decisión de esta guerra […] es que fue librada contra nuestra Patria por esta organización supranacional [Trilateral
Commission]. Si se repara en esto
se entiende que los EEUU, la NATO, la Comunidad Económica Europea, incluso en
alguna medida Japón, etc., se confabularan contra nuestro país, al que no se
quiere permitir de ningún modo que adopte una actitud independiente y soberana”.
Y volviendo a la
enseñanza de Sacheri, enseñaba Guido:
“Es preciso, particularmente en esta
época de tan profunda desorientación, afirmación la misión política de la
inteligencia […para] discernir con lucidez
y con justeza los perfiles concretos del
auténtico bien común político”.
Desde la
inteligencia defender la Argentina .(En el próximo número 34 del Diario de
Filosofía del Derecho dedicamos gran parte a hacer tomar conciencia de los
avances antiargentinos y anticristianos de la Cote Interamericana de Derechos
Humanos. Lo hacemos defendiendo el fallo Fontevecchia,
pero también recordando a dos prohombres en la materia, el Padre Sanahuja y el
Dr. Caturelli).
17. Argentinos
responsables
Debemos apelar, pues, a la
responsabilidad de cada uno. A juzgar sólo cuando sea necesario e
imprescindible y a trabajar según el sistema SF 2. Decía Meinvielle, en esta
página de tanta apertura estratégica que
puse en la contratapa:
“En definitiva el país se ha de engrandecer
si se robustece la pasta vital de los hombres que lo forman […] Lo urgente,
ineludible y perentorio de este momento no está en revisar posiciones sino en
comprender que el país en su conducción política actual es llevado a su cierta
ruina y de que, entonces, es necesario crear una opinión, una fórmula que pueda
encarnar en argentinos responsables. […]. Argentinos responsables que no pueden
desconocer que nada se puede cosechar si antes no se ha sembrado y que
cualquier solución valedera ha de prender en la inteligencia antes que en la
realidad vivida [… Intelectualismo estricto] Hay que contar con hombres
responsables que hagan valer una fórmula argentina […La doctrina universal.
Pero encontrar el lenguaje para trasmitirlo hoy y aquí]. No importa de dónde
vienen estos hombres, ni dónde han militado ni qué tienen entre manos. Basta
que sean argentinos y que tengan responsabilidad para ver la gravedad del
momento que vivimos”.
18. La división
de nuestras fuerzas, dije
Pues
bien, esa cierta riqueza argentina; la propensión intelectual a ver muchas
veces y a afirmar las diferencias; quizá
la anarquía que fomenta la pampa; quizá la falta de unir los ideales a los
intereses; y un dominio anticristiano y antiargentino feroz, hace difícil hacer
“algo uno en común” y que haga falta un ser excepcional como Juan Manuel de
Rosas para conducirnos. Alguien que siendo porteño comprendió al interior.
Alguien que ascendió al poder siendo el hombre más rico y terminó exilado,
pobre y llevándose sólo sus archivos para rescatar la historia. Alguien que
sabía tratar en los salones y comprender a los gauchos y a los indios.
También
tengo la solución – en este discurso se arregla todo…- a la división de
nuestras fuerzas, que debiera empezar dejándonos de hablar de nuestras
divisiones, que a veces suponen uniones que no existen.
En el
libro cuento que una vez Meinvielle lo trató medio mal a Soaje y quedaron un poco separados. Entonces
Meinvielle acudió a un mediador para que los invite a comer, “azí nos abuenamoz
con Guido”. Yo tengo la versión en sus dos distintos momentos que me dio Guido…
s una lástima que no estén ni Fernando ni Yuyo para que corroboren o
rectifiquen o amplíen, pues seguramente deben conocer quién era el mediador … pero
Guido recordaba con cariño y emocionado ese gesto del Padre Julio.
Uds. ni
se imaginaban que yo tenía tantas soluciones para la tarea ciclópea de hacer
desde el INFIP “una Argentina unida,
justa, cristiana, próspera y fuerte”, como empieza el libro. Termino el libro insinuando
la verdadera superación doctrinal de “las tensiones dialécticas” que desgarran
al hombre cada vez más profundamente en el interior de su ser.
“Sólo así alcanza el hombre también su
felicidad terrestre, de acuerdo con la gran ley de la ciudad católica: ´buscad
primero el Reino de Dios , que todo lo demás se os dará por añadidura”
(Meinvielle).
Ésta es la Tradición del Instituto
de Filosofía Práctica. La tradición de sus fundadores. Y ésta es la manda de
los fundadores. Reconstruir la Universidad y desde ella pensar y reconstruir la
Argentina.
Pero la
solución ultimísimo está en la línea del ejemplo de Carlos. De él dijo Monseñor
Jorge Lona esta síntesis preciosa, que se ve que la tenía muy pensada como
pensado lo tiene a su amigo: “nunca le vi
a Sacheri un gesto contra la caridad”.
Ya sé
que Agustín, la fuerza nueva del INFIP, está pensando: “¿Así que vos proponés
la caridad como solución institucional?”
…
Muchas gracias.
Relación sobre
la sábana impregnada con la sangre de Sacheri
Carlos falleció
el 22 de diciembre de 1974 en el
Hospital público de San Isidro, quedando impregnada de su sangre la sábana con
la que tuvo contacto. El cadáver se entregó a su concuñado Dr. Juan Olmedo, que
al advertir el valor de un paño de otro modo destinado a la basura, lo obtuvo
guardándolo en una bolsa de nylon en su domicilio en Bella Vista.
Desde aquella
fecha hasta el 19-IV-2008, no
conocemos que la sábana haya tenido ningún movimiento, tratamiento o traslado. Pasaron 34 años.
Yo desconocía su existencia, pues de otro modo la hubiera reportado en mi libro
Sacheri: predicar y morir por la
Argentina (Vórtice, Buenos Aires, 2007), que fue presentado en la sede de
Faminat, Bella Vista, el día citado (19-IV-2008).
Hablaron en el acto el Dr. José Sacheri, el Coronel Guevara, el autor del libro
y el Dr. Juan Olmedo, quien al final del acto
me hizo entrega de la sábana para su salvaguardia y veneración, supongo
que por mi condición de autor de la biografía. Al recibirla procedí a abrirla,
a dirigir una oración y la besamos.
No la llevé a mi
domicilio en San Nicolás de los Arroyos temiendo algún daño o extravío, por lo
que quedó en casa de familiares de Carlos, pidiéndoles por mi parte buscaran la
forma de conservarla para su veneración.
Pasados cuatro años, el 24 de febrero de 2012 el Dr. Juan E. Olmedo Posse produce una
declaración ante el Escribano Fernando Guillot, declarando los hechos de la
sábana y la entrega que me hizo aquel 19 de abril de 2008.
Por mi parte quería hacer averiguaciones en un
museo de San Nicolás para proveer a su conservación en forma, por lo que Paz
Sacheri me la entregó tres años después, en noviembre de 2015, en Buenos Aires, por medio de una hermana de su
congregación.
La llevé a mi
domicilio en San Nicolás y la mostré en el Museo Santiago
Chervo, donde la abrimos. Estaba en malas condiciones, por
lo que me aconsejaron llevarla al
Teatro Colón de Buenos Aires para restaurarla. Entretanto Juan Rego sugirió la
idea, y la llevó adelante, de hacerlo en un taller especializado.
Por eso viajé a
Buenos Aires llevando la reliquia, y junto con el Dr. Juan Rego la entregamos
bajo recibo el 2-III.2016
al restaurador Guillermo Urbano para que procediera según su oficio. Nos
informó en seguida que al trabajarla, dado su mal estado la sábana quedó dividida en tres trozos, que puso en tres cuadros.
Aproximadamente
el 28 de
abril de 2016 Guillermo Urbano hizo entrega de la sábana al Dr. Rego, quien
procedió a dejarlos a mi nombre en el Instituto de Filosofía Práctica en esos
días. Ofrecí tener un cuadro en custodia al INFIP, del que fue cofundador
Sacheri, que acogió la idea entusiásticamente. Me solicitaron tener reliquias
de Sacheri la organización FASTA a través de su Secretario General Rodrigo
Serrano; y el Escribano Jorge Martín Villalba, por el grupo sacheriano de
Mendoza.
No
queríamos hacer envíos por micro u otro medio y por eso viajé expresamente a
Buenos Aires en automóvil el día 5 de
octubre de 2016, acompañado por mi mujer e hice entrega al INFIP de uno de
los tres cuadros en la persona del Dr. Enrique Aguirre. Es el más pequeño de
los tres, en el que se alcanza a leer algo de la palabra “Hospital”, y me llevé
los otros dos,
cerca de mediodía. En la respectiva Asamblea el INFIP recibió el cuadro.
El mismo día
seguimos viaje a La Plata y aproximadamente a las 17 horas entregué un segundo
cuadro a la Hermana Paz Sacheri, que la entregó a José su padre el 9 de enero
de 2017.
El 10 de enero
se hizo veneración del tercer cuadro en Paraná, en la casa de la familia Cura.
Acto muy emotivo. El 22 en San Rafael,
Mendoza, en una jornada de universitarios del IVE por más de 100 jóvenes, que
fue impresionante e imponente. El 23 en
Mendoza en la familia Dillon con la familia Villaba, y yo con mi mujer, en que
de nuevo sentimos una gran emoción religiosa. Y finalmente el 25 en la Casa
Madre de Dei de San Luis. Allí quedó el tercer cuadro.
Cabe consignar
que el P. Luis González Guerrico utilizó el cuadro para una prédica sobre el
martirio, en Ejercicios Espirituales a sacerdotes en San Luis. Y el P. Ignacio
Andereggen ha predicado retiro utilizando textos de Sacheri y el ejemplo de su
vida.
Aquí tenemos,
pues, la sangre de un fundador del INFIP, mártir.
[1]
Dirigió el acto el Ing.Federico Cunha Ferré, presentando el libro los Doctores
Gerardo Palacios Hardy y Agustín Pantano. Luego habló el autor en dos partes,
la segunda de las cuales fue la relación sobre la historia de la sábana. Con
posterioridad se pasó a la sala “Soaje”, se descubrió el cuadro, y tras su
veneración en silencio un sacerdote correntino que viajó especialmente dirigió
oraciones, entre ellas por la canonización de SAcheri.