“Si nada se hubiese hecho, habría sido una gripe fuerte
"
Knut Wittkowski,
ex jefe del Departamento de Bioestadística, Epidemiología y Diseño de
Investigación en la Universidad Rockefeller de Nueva York, detalla cómo los
confinamientos y otras medidas de mitigación alteraron el curso que podría
haber tenido la epidemia de SARS-CoV-2. La empresa que dirige desarrolló un
suplemento nutricional que permite reducir las comorbilidades asociadas con
mayor
La Prensa, 17.04.2022
Frente a una nueva
epidemia, los menos escuchados fueron… los epidemiólogos. ¿Insensato? Sin
dudas. Pero eso es lo que sucedió, según corrobora en una entrevista con La
Prensa Knut Wittkowski, ex jefe del Departamento de Bioestadística, Epidemiología
y Diseño de Investigación en la Universidad Rockefeller, de Nueva York. Lo que
unos pocos de ellos alcanzaron a decir sin ser escuchados -que había que
favorecer la inmunidad de rebaño, proteger solo a los más vulnerables- habría
evitado las sucesivas “olas” de contagio y ahorrado mucho sufrimiento. Pero, se
sabe: si por algo será recordada la pandemia de coronavirus no es precisamente
por la sensatez. Wittkowski viene a recordar lo que tanto se quiso ocultar: que
si nada se hubiese hecho, todo habría quedado en una gripe fuerte; que la
inmunidad natural es mejor que la inmunidad inducida; que las vacunas contra
los virus respiratorios son notablemente inefectivas y que lo peor que se puede
hacer es vacunar a los niños. A continuación, los tramos salientes del diálogo:
- ¿Cuán pronto
advirtió que las medidas de confinamiento eran un grave error?
- Sabíamos eso
desde el principio. A fines de marzo de 2020 publiqué que los confinamientos
están teniendo grandes efectos colaterales y solo están justificados si hay un
riesgo inminente de colapso de todo el sistema de salud. Pero ya en abril de
2020 se sabía, al menos en Estados Unidos, que eso nunca ocurriría. De modo que
la justificación original para los confinamientos no existía más. Y, por lo
tanto, ya no eran necesarios.
- ¿Los
confinamientos llevaron a “prolongar la agonía”?
- Lo único que
termina las epidemias de enfermedades por virus respiratorios es la inmunidad
de rebaño. Así que tenemos que dejar que la naturaleza siga su curso. Y lo que
necesitamos hacer durante ese tiempo -que habitualmente es de cuatro o seis
semanas- es proteger a los vulnerables que son más propensos a morir. Eso
minimiza el número de muertes, que es el objetivo principal. Además, los
vulnerables deben usar barbijo, aislarse y cumplir las medidas de mitigación
para asegurarse de que no se infectarán mientras el virus se propaga entre
todos los demás. Pero si todos los demás hacen exactamente lo mismo, si todos
usan barbijos y se aíslan, los vulnerables dejan de tener ventaja, va a
significar que el virus se propague entre todas las personas al mismo ritmo,
muchos más de los vulnerables se infectarán y tendremos muchas más muertes. Por
lo tanto, los confinamientos universales para la mitigación aumentan
dramáticamente el número de muertes. Ese es uno de los efectos negativos. El
otro efecto negativo es que al “aplanar la curva”, como se le llamó
originalmente, se prolonga el tiempo en que se propaga el virus y cuanto más
tiempo perdura el virus, más alto el riesgo de que el virus experimente
sucesivas y diversas mutaciones. De modo que si estamos aplanando la curva,
estamos aumentando el riesgo de incubar nuevos virus y eso da lugar a una ola
tras otra, como lo hemos visto. El hecho
de que tengamos varias olas, en lugar de una sola a comienzos de 2020, es una
consecuencia directa de los confinamientos. Sin confinamientos, hubiera habido
una sola ola.
- ¿Por qué nadie
ha escuchado a los expertos que, como usted, advirtieron sobre esto
tempranamente?
- Muy pocos
epidemiólogos fueron escuchados. En Estados Unidos teníamos un equipo de cuatro
personas, uno era un cirujano de cerebro y los otros eran vacunólogos del VIH.
Estaban estudiando la interacción entre el virus y la célula huésped y cómo se
puede interferir con una vacuna. No había ni un solo epidemiólogo teórico que
estuviera estudiando qué tipo de intervenciones son las más efectivas contra
una epidemia.
- ¿Es posible que
durante dos años haya desaparecido la gripe?
- Es difícil de
decir. Lo más probable es que muchas personas estuvieron infectadas con la
gripe y fueron categorizadas como un caso potencial de covid debido a que los
síntomas son tan similares. Si nos basamos en los síntomas, no se puede
realmente distinguir qué es. También
puede ser que alguien con influenza haya tenido una coinfección con covid, con
el virus asentado en la nariz, y por eso resultado positivo en el test. Hay
muchas maneras de explicar eso. También puede deberse a que es difícil que dos
virus diferentes infecten la misma célula. Realmente no sabemos los detalles,
tenemos que esperar a que se hagan los estudios para saber qué es lo que
realmente sucede en la interacción de dos epidemias.
- ¿A qué atribuye todas las mentiras y malas
medidas implementadas durante esta pandemia?
- Un factor ha sido
el miedo. El miedo es probablemente la peor motivación para cualquier cosa. Si
las personas tienen miedo, cometen los mayores sinsentidos. Por lo tanto, el
miedo y la ausencia de información calificada de epidemiólogos teóricos,
definitivamente contribuyeron. También puede haber ocurrido que todos
estuvieron sorprendidos a comienzos de marzo de 2020 cuando la gente en Italia
no se rebeló. Y, debido a que no se
rebelaron, los políticos ahora tenían una nueva herramienta que los ayudaba a
sacar ventaja de cualquier desastre que haya. Está la vieja ley para los
políticos que dice “nunca permitas que un desastre quede sin aprovechar”.
- De modo que
usted no cree que haya existido un plan.
- No. No existe
evidencia de que esto sea otra cosa más que una de las muchas otras epidemias
de coronavirus que hemos tenido en los últimos 100 años. La única diferencia es
que esta vez el virus fue secuenciado muy tempranamente, así que supimos desde
el principio que no era influenza, que es un coronavirus.
- Algunos
especialistas estaban sorprendidos por el tipo de daño que causa este virus,
que es muy diferente al de otros virus: los coágulos, la inflamación…
- Puede ser un
poco más severo. Yo lo tuve, fue un inconveniente. Pero nada fuera de lo común.
Y eso es lo que la mayoría de las personas han experimentado. La mayoría de las
personas no tiene síntomas siquiera. Muchas personas tienen síntomas leves,
algunas tienen síntomas malos. Si nada se hubiese hecho, hubiera sido una gripe
fuerte, pero nada más. Aquí en los Estados Unidos pudimos haber tenido 100.000
muertes, una cifra un poco más elevada que el límite superior más alto de
65.000 muertes. Hubiera sido una gripe severa, nada fuera de lo ordinario.
- ¿Qué clase de
prevención sería útil ante un virus como el SARS-CoV-2?
- Las vacunas para
enfermedades por virus respiratorios son notoriamente inefectivas. Cada año
probamos una nueva vacuna contra la gripe y las personas aún la contraen. Una
de las razones es que estos virus mutan tan rápido que es difícil dar con el
tipo adecuado de vacuna. Esto no es como la viruela, que no mutó. La viruela ha
permanecido igual por décadas y la misma vacuna puede utilizarse durante
décadas. Estos virus de enfermedades respiratorias mutan luego de un par de
meses, tenemos una nueva variante y la vacuna antigua no funciona más. Puede
haber alguna inmunidad cruzada pero estas enfermedades no son conocidas por
responder demasiado bien a las vacunas.
Así es que la
inmunidad natural es mejor, en especial en términos de inmunidad cruzada, que
la inmunidad inducida por la vacuna. La vacuna es realmente contraproducente si
estás vacunando niños, porque ésta no es una vacuna de por vida. Si uno vacuna
con la de polio oral, el niño propaga la vacuna y de este modo otros niños también
son vacunados indirectamente y eso ayuda un montón. Con las vacunas de virus
ARNm, no se propagan. Por lo tanto, si uno vacuna a un niño, ese niño no tiene
chance de infectar a otro niño, entonces la propagación entre los niños se hace
más lenta y lleva más tiempo que la epidemia llegue al punto de inmunidad de
rebaño entre los niños. Luego el virus tiene una probabilidad más alta de
hacerse resistente. Así que vacunar a los niños, en este caso, es malo.
Además, con
excepción de la hepatitis C, no tenemos buenos tratamientos para ninguna
enfermedad viral. Si uno tiene un resfrío o una gripe, toma un medicamento y la
enfermedad dura 7 días. Y si no lo
trata, dura una semana. Eso es lo normal.
No podemos tratar
enfermedades virales, con algunas pocas excepciones. Así que tenemos que
arrancar por otro lado. Sabemos, desde marzo de 2020, que las personas que
murieron por covid presentaban diversas comorbilidades y tienden a ser mayores.
Si hacemos algo contra las comorbilidades, que son la obesidad, la diabetes
tipo 2, la ateroesclerosis, es decir el síndrome metabólico, también estamos
reduciendo las muertes.
- ¿Cómo se pueden
combatir esas comorbilidades?
- Hay dos
intervenciones conocidas que hacen exactamente eso: la alfa-ciclodextrina (aCD)
y el ácido cáprico (C10). Ambos son componentes de los alimentos cotidianos y
ambos han demostrado tener efectos contra las afecciones cardiometabólicas en
más de 25 ensayos clínicos.
El aCD es un
producto bacterial que solubiliza las grasas y las hace más apetecibles. Y el
C10 es un producto de la leche, incluyendo la leche materna, y del aceite de
coco. Como hemos demostrado, actúan de forma sinérgica cuando se toman juntos
y, aún más, cuando se formulan para que se adhieran entre sí hasta llegar a la
pared intestinal.
Mientras viaja por
el tracto intestinal, el aCD emulsiona el C10 para hacerlo más biológicamente
activo y, cuando llegan a la pared intestinal, el C10 permite que el aCD se
absorba (como cuando se toma con productos lácteos, que contienen C10) y ejerza
todo su efecto en la circulación.
Es decir que, si
uno come la combinación correcta de alimentos, podría obtener un beneficio de
eso. Uno de ellos sería la leche. Pero para poder obtener la cantidad necesaria
de ácido cáprico se debe tomar alrededor de un litro y medio de leche por día.
Y muchas personas no pueden tomar tanta leche. Entonces para obtener la
cantidad adecuada las personas deberían tomar suplementos de aCD, que está
aprobado como suplemento en la mayoría de los países o como un alimento y el
C10 que es parte de muchos alimentos. Tienen una función muy específica.
Cuando las
personas tienen comorbilidades menos graves, tienen menos problemas para curar
la herida creada cuando el sistema inmunitario tiene los anticuerpos listos
para dirigir las células T asesinas contra todas las células infectadas. Sin
embargo, cuando la curación se ve afectada (por ejemplo, por la diabetes), las
personas mueren a causa de esta herida. Por lo tanto, si reducimos las
comorbilidades, evitamos las muertes. Esto es lo que se supone que hacen las
vacunas para variantes específicas, pero la combinación aCD/C10 lo hace para
todas las variantes posibles e incluso para la gripe, el rinovirus y otros
virus.
Si todo el mundo
tiene la oportunidad de prevenir las formas más graves de covid para cualquier
variante, ya no necesitamos confinamientos ni otras medidas de mitigación y
podemos volver a la "antigua normalidad".
Así es que hemos
creado en ASDERA, mi compañía, un compuesto que comprende las dos, C10 y aCD y
que se mantienen juntas como imanes, no forman una molécula nueva. Esto abre
temporariamente la unión estrecha -el hueco- alrededor de esa célula en
particular. Y luego la aCD puede ser absorbida también y actuar recolectando
fosfolípidos, lo cual tiene ciertos beneficios para la salud como reducir la
endocitosis, aumentando la capacidad lisosómica y la autofagia.
Es decir que
tenemos una manera de mejorar naturalmente la resiliencia ante los virus. El
C10 ya se utiliza rutinariamente en cerdos mezclado con su alimento para
prevenir que contraigan una infección por coronavirus. Los cerdos y los humanos
son muy similares. Ya sabemos por los cerdos que el C10 funciona contra los
coronavirus y sabemos por otros estudios que el aCD reduce la endocitosis (la
toma de cosas hacia adentro de las células). Esto es lo que los virus deben
utilizar para poder ingresar a las células y replicarse. Si uno reduce un poco
la endocitosis, como ocurre también al ayunar, permitiría que más personas se
beneficien de una reducción de su síndrome metabólico al tomar aCD y C10. Eso
sería muy seguro. La combinación en Estados Unidos es GRAS (generalmente
reconocida como seguro). Ya lo tenemos en los alimentos y nos queremos asegurar
de maximizar el beneficio mediante este compuesto para que todos los obtengan.
Con este compuesto, se reduce la severidad de las comorbilidades.
Lo que debemos
recordar es que no estamos muriendo por el virus. Este virus puede ser un poco
diferente, pero podemos sobrevivir a las infecciones virales muy bien. Sin
embargo, luego del periodo de incubación de cinco días, cuando el sistema
inmune tiene los anticuerpos para marcar todas las células infectadas, entonces
las células T asesinas pueden destruir todas las células infectadas. Si muchas
células se han infectado, las células T asesinas crean una gran herida en
nuestro cuerpo. Y si en cambio estamos saludables, sobrevivimos a esa herida.
Pero la obesidad, diabetes tipo 2, ateroesclerosis, son condiciones que
interfieren con la curación de las heridas. Si la curación de la herida está
impedida, morimos por la acción del sistema inmune. Por eso es tan importante
reducir eso.
Eso es lo que se
trata de hacer al darle corticoesteroides a los infectados con covid. El
corticoesteroide enlentece la reacción del sistema inmune. Y con esta
intervención nutricional, logramos lo mismo, pero es tan seguro que cuando uno
escucha que viene una nueva ola puede empezar a tomarlo o comenzar un poco
antes y asegurarse de que su salud ha mejorado y que puede luchar contra
cualquier forma de enfermedad viral, sea covid, gripe, rinovirus… frente a
cualquiera de esos podría beneficiarse de tener preparado el sistema inmune
para lidiar más eficientemente con dicha infección.
- ¿En qué etapa se
encuentra su producto ahora?
- Es un producto
nutricional. Estoy buscando que una compañía lo lance al mercado. Si uno lo
hace para un jugo de vegetales o un cereal, o como barra nutritiva, todas estas
formulaciones están mencionadas en la ley GRAS 155. En Estados Unidos se puede
sacar al mercado en días o quizás dos semanas porque no hay que esperar para
una aprobación de la FDA, si se utiliza exactamente de la forma en que lo ha
aprobado la FDA. Ya existen todos los estudios clínicos demostrando el efecto.
- ¿Qué opina sobre
la censura y las críticas de las que expertos como usted han sido víctimas
durante esta pandemia por no adherir al discurso oficial?
- Tenemos esta
cultura de la cancelación y como habrá oído, soy una persona sobre la que se ha
especulado mucho, diciendo que propago las teorías más absurdas y por lo tanto
he sido censurado en Youtube o en LinkedIn. Eso ahora sucede todo el tiempo.
- ¿Por qué?
- Los políticos
han actuado muy tempranamente y han probado algo que nunca antes se había
hecho: iniciaron los confinamientos como un gran experimento. En el verano (en
Estados Unidos) de 2020 los políticos se dieron cuenta de que se habían
equivocado, pero no quieren admitir que cometieron una equivocación que causó
la muerte de muchas personas. Así que debían continuar con estos confinamientos
hasta que hubiera una vacuna y hasta ese momento deberíamos usar barbijos y
hacer otras cosas. Nada de esto tiene sentido. Y luego una vez que tuvimos las
vacunas -al menos en Estados Unidos- uno de los principales arquitectos de esa
estrategia, Anthony Fauci, salió con la idea de que ahora debíamos usar doble
barbijo. Así que también fue muy claro tempranamente que las vacunas no serían
la bala de plata que los políticos estuvieron esperando. Ahora vemos que no es
la bala de plata porque las vacunas están perdiendo su efectividad, y eso ahora
es ampliamente aceptado.
Los virus
respiratorios mutan más rápido de lo que pueden desarrollarse nuevas vacunas. Y
la idea de que de repente podemos encontrar una vacuna -que por naturaleza es
muy específica- que cubra todo tipo de virus, no es fácil de creer.
- ¿Cuál es su
pronóstico sobre el curso que seguirá este virus?
- Mientras existan
estas medidas de mitigación en cualquier lugar del mundo, nuevas variantes
emergerán en ese lugar del mundo y luego se propagarán y “todos podemos
beneficiarnos de eso” (estoy siendo sarcástico). Las estrategias de mitigación
tienen que terminar en todo el mundo. Luego podremos volver a la normalidad.
Habrá una nueva ola y esa ola será de corta vida, desarrollaremos inmunidad de
rebaño y luego terminará. Tenemos que llegar a ese punto.
¿Podría ser que
este virus se escapó de un laboratorio que lo estaba estudiando? Quizás. Pero
no significa que fue específicamente diseñado para nada. Sabemos que todos los
virus de la gripe -influenza y corona-se originaron en China, probablemente en
mercados de animales vivos, donde se derrama mucha sangre… Los tenemos cada año
y tenemos muchas epidemias de infecciones por coronavirus que se han propagado
anteriormente. Lo sabemos porque tenemos ciertos resfríos que son por
coronavirus desde hace muchos cientos de años, que se han adaptado y coexistido
con los seres humanos, causando solamente un resfrío leve.
Ya hemos alcanzado
la inmunidad de rebaño varias veces. La primera vez que lo vimos fue en el
noroeste de Estados Unidos, entre fines de abril y comienzos de mayo de 2020.
El número de infecciones allí bajaron antes de que los confinamientos comenzaran.
Esto fue inmunidad de rebaño. El New York Times reportó que en algunos lugares
de Nueva York el 65% de las personas tenía anticuerpos, lo que significaba que
eran inmunes. Así que hemos tenido inmunidad de rebaño contra esa cepa. Pero si
hay una nueva cepa, que evolucionó para ser resistente a la inmunidad de rebaño
que se logró anteriormente, entonces se tiene una nueva epidemia y se necesita
una nueva inmunidad de rebaño.
- ¿Quienes ya
sufrieron covid están protegidos en algún punto contra esas nuevas variantes?
- Sí. La inmunidad
natural es contra distintos epítopos en la superficie del virus y hay buenas
chances de que se tenga una inmunidad cruzada frente a las nuevas variantes.